¡Mis hermosas! 🌟 Estoy súper emocionada de contarles que habrá maratón de esta historia 🎉. Además, aprovecho para anunciarles que estamos entrando en la etapa final de la trama. 😱💥 Prepárense porque lo que viene está lleno de emociones, giros inesperados y momentos que las dejarán sin aliento. 💖 ¡Gracias por acompañarme en este viaje, las adoro! 🥰✨
C134- ¿QUIÉN DEMONIOS ES ESTE?Grace estaba sentada en el salón, con las manos alrededor de una taza de té caliente. Alexander, su padre, estaba a su lado, observando con una mezcla de ternura y orgullo cómo los trillizos corrían por el jardín con su gran danés llamado “Duque”. El perro, enorme pero de mirada dulce, perseguía a los niños, que gritaban y reían, llamándolo con entusiasmo. El animal se movía con una energía que parecía contagiosa, y por un momento, todo parecía perfecto.—Papá, ¿crees que es realmente necesaria una fiesta? —preguntó Grace, mirando a su padre con curiosidad mientras dejaba su taza sobre la mesa.Alexander dejó su propia taza con elegancia, como siempre hacía, y la miró con esos ojos que parecían saberlo todo.—Querida, es algo que ya he planeado. Como mi hija, es mi deber presentarte ante la sociedad. Es importante.Grace contuvo una risita, tratando de no sonar irrespetuosa.—Pero... no estamos en 1800, papá. No creo que sea algo necesario.Alexander se
C135- RECLAMAR LO QUE ES MÍO.Alexander sonrió con cortesía y presentó al hombre.—Grace, quiero presentarte a Dominico Montclair —dijo, con ese tono solemne que usaba para los negocios—. Es un socio importante en nuestras empresas.Dominico inclinó la cabeza en una reverencia elegante, con una sonrisa encantadora que parecía hecha a medida para desarmar a cualquiera. Además, vestía un traje impecable, y su porte irradiaba confianza.—Es un placer conocerte, Lady Grace —dijo, tomando suavemente la mano de ella para besarla. Su tono era cálido, pero había un brillo en sus ojos que lo hacía parecer más que un simple saludo formal.Grace sonrió, aunque algo incómoda.—El placer es mío, señor Montclair.—Oh, no… no me llames Dominico. Además, ¿me concederías este baile, Lady Grace? —preguntó, extendiendo su mano.Grace dudó un momento. Miró a su padre, quien asintió con aprobación, y luego al hombre frente a ella. No quería parecer descortés, así que, a pesar de la incomodidad que sentía,
C136- LA MASCOTA PERDIDA.La fiesta en el salón transcurría con la elegancia de siempre. Los invitados conversaban animadamente mientras la música de cuerdas llenaba el aire. Entre canapés, copas de champán y risas educadas, todo parecía perfecto… al menos en apariencia.Porque en un rincón del enorme salón, los trillizos, aburridos como siempre en eventos de adultos, se habían refugiado detrás de una cortina. Emma, Olivia y James observaban todo con ojos traviesos, buscando algo con lo que entretenerse. Fue entonces cuando lo vieron: el enorme gran danés del abuelo, descansando junto a la chimenea.—¡Miren! ¡Es Duque! —susurró Emma, señalando al perro, que bostezaba perezosamente.—¿Por qué Duque está aquí si no puede divertirse? —preguntó Olivia, frunciendo el ceño.—¡Es injusto! ¡Él también debería disfrutar de la fiesta! —añadió James, cruzándose de brazos.La idea surgió casi al mismo tiempo en las tres pequeñas cabezas.¿Por qué no "invitar" a Duque a unirse a la diversión? Sin
C137-MOMENTO DE FELICIDAD.Lucien no dijo nada más. Se apartó y se dirigió a sus hijos, hablándoles al oído mientras Grace los observaba, preocupada de que estuvieran planeando otra travesura. Sin embargo, los chiquillos asintieron y se fueron, para volver poco tiempo después.Grace se sentía cada vez más curiosa.—Lucien, ¿qué les dijiste? ¿No estarán pensando en hacer otra travesura, verdad?Él solo le sonrió y se acercó a ella antes de voltear su mirada hacia todos los invitados.—Si me permiten un momento... —dijo, atrayendo la atención de todos—. Quisiera que ustedes fueran testigos de esto.Los trillizos, que habían estado demasiado ocupados discutiendo, de repente recordaron su misión secreta. Se miraron entre ellos y, conteniendo la risa, sacaron tres tarjetas que habían escondido debajo de la mesa. Cada uno sostenía una, pero, como era de esperarse, el caos no tardó en aparecer.—¡Yo primero! —exclamó Emma, levantando su tarjeta que decía "Mamá".—¡No, yo primero! —gritó Jame
C138- ¿PUEDO CONTESTAR?Después de la fiesta, los preparativos de la boda comenzaron. Grace estaba tan emocionada que apenas podía dormir. Se pasaba las noches haciendo listas mentales y las mañanas revisando que todo estuviera en orden. Pero si ella estaba emocionada, los trillizos estaban en otro nivel.Emma, Olivia y James corrían por la casa como pequeños tornados de entusiasmo, ideando todo tipo de planes para su gran participación en la boda. Grace, que ya conocía bien las ocurrencias de sus hijos, decidió sentarlos en el sofá para explicarles con calma sus responsabilidades.—A ver, pequeños terremotos —dijo, mirándolos con paciencia—. En la boda, pueden llevar los anillos o las flores. Eso es muy importante.Los trillizos se miraron entre ellos, claramente no impresionados. James fue el primero en levantar la mano, como si estuvieran en clase.—Yo quiero ser el que diga "pueden besarse" al final —soltó con una seriedad absoluta.Grace parpadeó.—Bueno... eso normalmente lo dice
C139- INFORMACIÓN DELICADA.Los trillizos se miraron y parpadearon al mismo tiempo.—¿Papá pidiendo permiso? —susurró Emma, claramente impactada.—Debe ser grave —murmuró Olivia, alzando una ceja.—O tiene fiebre —añadió James, mirándolo con sospecha.Grace los ignoró, demasiado ocupada tratando de asimilar la actitud de Lucien. Lo observó como si estuviera viendo a un extraterrestre.—Bueno… sí… puedes contestar. Tampoco es que vas a pedirme permiso cada vez que te llame una mujer, Lucien.Él asintió, pero antes de tocar la pantalla, levantó la mirada. Sus ojos se encontraron con los de Grace, y su voz salió baja, pero llena de intención.—No es cuestión de pedir permiso, mi amor. Es cuestión de que no hay ninguna mujer por encima de ti. Mi única prioridad es que confíes en mí y que seas feliz a mi lado.Grace sintió su estómago dar un vuelco. Una sonrisa se escapó de sus labios mientras bajaba la mirada, tratando de ocultar el calor que subía a sus mejillas.—No tienes que hacerlo, m
C140- HAZ LO QUE TENGAS QUE HACER.—¿Qué pasó? ¿Por qué esa cara?Lucien, con un suspiro profundo, pasó una mano por su cabello y la miró fijamente.—La llamada era de Kate, una amiga que es policía. Ella trabaja como agente.Grace asintió lentamente, esperando que él continuara. La inquietud crecía en su pecho, pero necesitaba saber más. Lucien tomó aire y siguió:—Kate me contó algo que su colega, un guardia de la estación, escuchó.La ceja de Grace se frunció.—¿Qué escuchó?—Un guardia escuchó a una mujer decir que nadie podía descubrir que estuvo detrás de lo del auto.Grace parpadeó, aturdida. Por un instante, no entendía a qué se refería.—Bueno, amor, pero… ¿Qué tiene eso que ver con nosotros?—Grace… me mencionaron a mí, ¿entiendes?Ella palideció al instante y, antes de que pudiera decir algo más, Lucien ya la estaba abrazando.—Esto significa que podríamos tener al responsable de tu accidente —añadió Lucien—. Y esa persona es Lucrecia.La sorpresa la golpeó como un balde de
C141- ADIÓS LUCRECIA.El agente puso en marcha un plan. Tras la confesión del mecánico, decidió que era hora de vigilar a Lucrecia. Puso a la policía en alerta y pronto se enteraron de sus movimientos. Una tarde, Rivas llamó a Lucien y Grace para informarles.—Estamos vigilandola —dijo con voz seria—. Parece que está intentando encubrir algo, pero necesitamos más pruebas antes de arrestarla.Mientras tanto, Lucien y Grace se pusieron manos a la obra. Con el futuro matrimonio entre familias... El esposo de Lucrecia había hecho negocios con Alaric y esa antigua alianza daba pie a una red de comunicaciones que se había mantenido en la empresa familiar.Así que buscaron en correos electrónicos y cuentas bancarias anexadas de Lucrecia. Querían encontrar algo que la incriminara de forma definitiva.Casi sin esperarlo, Grace encontró algo.Entre varias líneas de datos, halló un extracto bancario. La transacción mostraba un pago grande, realizado unos días antes del accidente. Con el corazón