Cap. 7: PAPÁ Isabel regresa a casa, su hijo menor Marcus tiene su carita apagada, se acerca a su mamá contrariado y hasta un poco disgustado. —Mami, ¿Papá quién es? Isabel se sorprende al oírle preguntar eso. Ella jamás se los ha mencionado. —¿Quién es papá? —Isabel le rectifica la pregunta a su hijo, a pesar de ser entendibles las palabras, él, cuando habla aprisa las expresa desordenadas, algo propio de su edad, sin embargo ella es la que está nerviosa. —Los niños de la guardería a casa vinieron con Marcus a jugar, y los niños preguntaron ¿Papá de Marcus dónde está? Y no sabe Marcus quién es papá de Marcus. —¿Y qué más dijeron tus amiguitos? —Los ojos de Isabel siguen cual platos mirando a su hijo con tristeza. —Dicen que papá y mamá juntos están siempre para cuidar a Marcus y proteger. Y poderoso es papá, que traer puede merienda muy rica y juguetes fabulosos y muchos divertidos. Isabel se siente tan mal, se reprocha así misma por las palabras de Marcus. —Les debo ta
Cap. 8: ¡SON TRES! Guzmán llama a Ricardo... —Jefe, la Sra. Isabel y sus hijos... Los hijos de ustedes...—Guzmán parece estar nervioso, su voz es trémula y muy baja, como si hubiera algo oculto que teme decir. —¡Habla! ¿Por qué tartamudeas? —Ricardo frunció el ceño; Guzmán no solía ser así, no era su forma habitual de dar las informaciones sobre los encargos de su jefe. Hubo un silencio de dos segundos al otro lado de la línea. —¡Jefe, una gran noticia! ¡La señora tiene tres hijos! ¡No dos! —¡¿Qué?! —Los ojos del hombre se abrieron de par en par, sorprendido, mientras sus globos oculares casi se salían de sus órbitas durante varios segundos. Luego, recuperando su tranquilidad, bajó la voz y apretó los labios en una línea —. ¡Sigue y comprueba por mí! El hombre colgó el teléfono y apretó los puños sobre el escritorio. Se quedó sentado y en silencio. Su pecho vibraba, truenos y centellas acometían en su tormenta interior, estuvo así por largo rato. Se levantó vacilante. « ¿Ta
Cap. 9: MIRADAS « ¿Quién es él? Mamá lo mira diferente, parece estar molesta, sin embargo ¡sus ojos brillan!… Esas miradas parecen risueñas como si ellos… Hum » Una exclamación salió de sus labios, su mente parece haber entendido las señales que emitían los ojos de ese par. —¡OH! — Exclamó. « Claro, él es una imagen de mí a futuro, con su tamaño, seré… ¿Cómo él? entonces él es… » Ricardito unió los puntos y pudo ver rápidamente lo que allí estaba escrito. Sus ojos se desmesuraron. —Puedes irte por donde viniste, no tenemos nada de qué hablar —le dijo Isabel. —¿Estás segura? —Ricardo frunció el entrecejo—. Sé que tú padre necesita una inyección de capital para reactivar sus maquinarias… Isabel se volvió a él y con tranquilidad le dijo: —Nunca, yo nunca aceptaré tu dinero —se fue a las escaleras, allí oyó a Ricardito correr en el segundo piso y entrar en carrera a la oficina de Iker y tirar la puerta. Isabel cerró los ojos esperando que Ricardo no lo haya oído, pero este le pr
Cap. 10: REPLICARicardo llega a su casa, después de ducharse y cambiarse a ropa de casa, va a su despacho. Está sentado frente al ventanal, sus pensamientos lo ocupan Isabel y sus hijos.Ricardo Del Hoyo, ha vivido estos últimos años pagando su proceder tan injusto cuando dejó ir a Isabel de su lado, hasta entonces no supo darse cuenta de cuánto significaba ella en su vida.Sintió a alguien caminar por el pasillo, pensó que era su padre y se volvió y era una de las señoras del servicio.—Señor Ricardo, hay alguien que quiere verle…—la señora cede el paso.Entra un niño bien visto, se para justo frente él.—Señor Ricardo, yo soy Ricardo Del Castillo y Blanco, y mi mamá me informó hoy que usted es mi papá —El niño mira a los ojos del hombre con una expresión seria.Ricardo se queda totalmente sorprendido, la forma de presentarse del niño es tan formal. Está vez puede verlo de cerca y está claro que es su hijo, es que, efectivamente, no sólo es una réplica exacta de él, sino que adem
Cap. 11: VENTAAl ver que la madre de su hijo se acercaba, aunque no fuera con esa intención, Ricardo aprovechó y tomó la cintura de Isabel con extrema naturalidad y rozándole el cuello en una insinuante caricia, encaminó sus labios al lóbulo de la oreja de Isabel mientras veía a su hijo acercarse.—¿Qué estás haciendo? —Isabel susurró una advertencia entre los dientes, sin embargo no opuso resistencia a los brazos ni a las caricias incitantes de su ex esposo, tampoco buscó escapatoria para liberarse de su fuerte agarre.—Nuestro hijo entenderá que su madre y su padre están hablando tranquilamente —el hombre acerca su nariz al cuello de Isabel y el aroma que ella emana le trae recuerdos de viejos tiempos. Ricardo arde en deseos por ella de nuevo.—¡Ricardo, eres tan descarado! ¡Suéltame!Ignorando la advertencia de ella, Ricardo sigue en su travesura posesiva, hasta que levantó la mirada y vio al niño cerca.——¡Mamá!——Ricardito corrió hasta donde estaban ellos.—¡Ricardito!—Exclam
Cap. 12: EX Isabel, salió de madrugada con su hijo de la casa de sus padres, su amiga incondicional Brizna Arruti, la esperaba aparcada en la puerta de su casa. Isabel colocó a Ricardito acostado en el asiento trasero, y le puso los dos cinturones de seguridad, para que siguiera durmiendo. —Brizna, nunca pensé que mi padre hiciera lo que hizo. —Don Iker siempre ha sido tan severo contigo, en cambio con Sofía, es su niña mimada. Mira, si al caso vamos ustedes sólo se llevan un año, ¿Por qué no la casó a ella con Ricardo Del Hoyo? Ella es tan igual a él de ambiciosa. Perdóname por decírtelo Isabel, ellos son tu familia, pero a mí me lleva la hostia, cuando ellos se portan así contigo. —Brizna, gracias por ser tan linda y levantarte de madrugada para traernos a la estación. —No hagas caso, para eso estamos. —No pude pegar un ojo en toda la noche y por eso te llame. Estoy cansada de su inconsciencia, ya quiero poner kilómetros por kilómetros de distancia entre ellos y yo, es mejor.
Cap. 13: ¿AUTO TUYO? – PARTE IRicardito se dio cuenta de que su papá estaba molesto y fue quien calmó las aguas.—Mamá, ¿no crees que el señor Ricardo debería ir a nuestra casa? Creo que podríamos hablar todos juntos —se volvió a ver a su madre.—Sí, creo que tienes razón, aquí estamos llamando la atención de la gente en el pueblo. Mejor vamos a casa.—¿Vienen conmigo? —le preguntó Ricardo.Ricardito volvió a intervenir, viendo que, las miradas entre este par, eran terribles.—Mamá, ¿puedes, por favor, irte adelante con Alberto y los niños? Yo lo guió a él.—Ricardo, por favor, sube a Ricardito al auto y espera que estemos un poco alejados, no quiero que los otros niños se inquieten al verlo pasar en tu auto.Ricardo trató de respirar acompasado. Abrió el auto al niño y luego se sentó al volante, mientras la gente curiosa lo miraba. Guzmán venía en carrera cuando vio gente alrededor del auto.—Señor, ¿tiene algún problema?—No. Oye, Guzmán. ¿Dónde será la reunión con los habitant
Cap. 13: ¿AUTO TUYO? – PARTE II—¿Auto Tuyo? Me gusta auto tuyo, tu auto de rojo —Era Marcus, tan idéntico a su hermano —.Tú aquí al puerto, ¿tú vuelves y me dejas yo te paseo en auto tuyo?Ricardo soltó una enorme risotada, se dobló y lo levantó en brazos. Comprobó que era menos pesado que Ricardito y también, unos centímetros por debajo de su hermano, también notó que su dicción y hablar eran propios de su edad, porque Ricardito es un genio, entonces su corazón explotó emocionado...—Eres Marcus, ¿verdad?—Sí, ¿Y tú?—¡Eres mi otro yo! ¡Claro que eres mi otro yo! Vamos adentro, Marcus y sabrás quién soy yo, estoy tan feliz de conocerte, además, quiero que sepas que ese auto rojo no es mío, auto rojo es tuyo Marcus, yo no tengo nada, ustedes lo son todo, y de ustedes es todo—Ricardo lo abraza emocionado, mientras sus ojos, cristalizados, miraban al firmamento.Ricardo llevó alegremente a Marcus a la casa, el niño se reía y se acurrucaba en su hombro, y estaba a punto de llevar