Marcos no encontraba cómo responder a las palabras de su hijo, no podía decirle que estaba conversando con Lía porque se suponía que no se hablaban e iban a divorciarse, entonces, lo pensó y concluyó que la mejor forma de evitar responderle era mostrándole su autoridad como padre y debía hacerlo con firmeza.
—Marco, aquí el padre soy yo, no puedes entrar al baño de esa manera a exigirme explicaciones, porque no tengo la obligación de hacerlo, por favor sal de mi baño y respeta mi intimidad —expuso en voz sería.
El niñ0 lo vio al principio con un deje de sorpresa, "¿Qué le pasa al déspota nunca fue tan firme al dirigirse a mí? Algo no está bien", se dijo recobrándose de la sorpresa.
—Solo voy a decirte algo papá, no sigas abriendo más brechas entre mamá y tú, no separes a nu
Lía abrió los ojos de par en par, tomó a Diego de la mano y puso una expresión sería.—Ustedes me están ofendiendo y eso me hiere el corazón —empezó a decir mostrando una expresión de tristeza—. Claro, como no se han criado conmigo de cierta manera entiendo su desconfianza, no me ven como mamá, sino como una extraña, mentirosa.Ella caminó a la cama y se acostó e incluso se limpió las lágrimas que salieron de sus ojos, los niños se sintieron conmovidos, se acercaron y terminaron acostándose a su lado.—¡No digas eso mami! Eres la mujer de mi vida —pronunció Marco y eso la hizo detener su llanto.—¿En serio? —preguntó con duda.—Te digo un secreto, siempre he soñado contigo, venías en mis sueños, me abrazabas y besabas, y yo permanec&iacu
Lía se quedó viéndola a los ojos, como tratando de escudriñar los secretos más recónditos en la mujer, entretanto ella la miraba como si fuese un fantasma, su primera impresión fue decirle “Soy yo, la misma que viste y calza”, sin embargo, se suponía que ella perdió la memoria y no recordaba nada de su pasado, así que esa frase no podía emitirla, debía optar por otra, no obstante, antes de poder emitir palabra la mujer habló.—¡No puedes ser tú! ¡Tú estás muerta! —exclamó con una mezcla de sorpresa y miedo.—Bueno, si quiere tóqueme —expresó extendiendo la mano hacia la madre de Marcos—. A menos que yo sea un zombi, aunque a decir verdad estos no se ven ni remotamente tan guapos como yo. Ahora, ¿Me puede decir quién es usted? ¿La conozco? —preguntó con
Miguel Araya sé encontraba sentado en la pequeña sala de interrogatorios, convencido de que saldría airoso de esa situación, porque para su alivio apenas sus hombres se habían ido, reportó el robo de su camioneta y un par de días antes denunció que su finca estaba siendo invadida por extraños, por eso ese día bien temprano, decidió acudir voluntariamente para que le tomaran la declaración. Esperaba que pronto lo atendieran, porque ya estaba un poco aburrido, de pronto en su inquietud por hacer algo, se puso a observar el monitor dónde se veía lo que transmitían las cámaras, en los diferentes puntos de las instalaciones. Luego de un par de minutos, frunció las cejas al ver a una niña mirando la cámara fijamente con un semblante frío y una mirada desprovista de emoción, parecía un fantasma, el hombre se estremeció ante ese pensamiento, preguntándose "¿Por qué la expresión de esa niña es tan aterradora?", Arrugó el ceño y se dio cuenta de que la niña era la mism
Lía vio a Bianca llorar y sintió su corazón comprimirse en su pecho, la pequeña se aferró a Evan, mientras las lágrimas empezaban a rodar por sus mejillas.—Ya no me vas a querer… Te olvidarás de mí, no tendré novio… Me quedaré solterona y sin amor porque solo voy a enamorarme de ti… Porque ya mi mamá se robó a mi papá —sollozó escandalosamente sin dejar de hipar.Evan colocó su manito en la espalda y empezó a abrazarla, para consolarla.—¿Entonces tú si me quieres? Pensé que ya no me querías… Y —la pequeña le dio un beso en la mejilla.—Si, te quiero más que mi muñeca gigante, pero ahora sí te vas te olvidarás de mí —volvió a decir la niña con otro Sollozo.—Podemos hablarnos por
Alexa vio al niño quien la miraba con una mezcla de sorpresa, con sus ojos fijos en ella como si quisiera escudriñar en su mente, ella sonrió y se acuclilló frente a él.—Me estás mirando como si me conocieras o como si yo fuese un fantasma ¿Por qué? —el niño extendió su mano y acarició su rostro con suavidad.—¿Tú eres mi mamá? ¿Volviste como mamá Amalia volvió a sus hijos? ¿Te sepultaron estando viva? —preguntaba el niño emocionado—¿Eres Katrina Vania, mi mamá?Alexa lo miró extrañada, no tenía idea de las palabras de ese niño y por un momento sintió un leve temor que fue creciendo a pasos agigantados en su interior y se levantó.—No sé de qué me estás hablando pequeño, pero estás equivocado, me es
Lía se quedó viéndolas sin decir nada, solo mantuvo la mirada fija en ellas, mientras no dejaba de escuchar ruidos ruidos abajo y pasos de personas corriendo de un lado a otro.—¡Acompáñenme! —les ordenó mientras caminaba a su habitación y las niñas las seguían en silencio, al entrar a la habitación las enfrentó — ¿Ahora me dirán que sucedió allá abajo? —preguntó recostándose en la puerta para esperar su respuesta.—¡Los siento mami! Fue idea mía —dijeron ambas al unísono, luego se miraron sorprendidas.—Esto es realmente asombroso, ya responden de forma sincronizada, imagino para protegerse una a la otra, pues los castigos serán los mismos para las dos, no crean que se librarán de ellos, además, ¿Tienen un par de día viéndose y ya
Los cuatro niños se quedaron viéndola, temían que su madre se molestara, sobre todo los tres mayores, el primero en dar un paso adelante fue Marco.—Mami, ¿Estás segura de que deseas escucharnos? —Lía asintió sin dejar de verlo—. Estamos molestos porque la familia de papá nos separó de ti, por su culpa no supimos cómo era el afecto de una madre mientras fuimos bebés, hicieron que creciéramos solo con papá, y aunque su amor es incondicional, igual nos hiciste falta tú.—Me encanta tu discurso motivacional, yo también los amo, los extrañé, pero no es eso lo que estoy preguntando, tu astucia me sorprende, sin embargo, no me vas a envolver con palabras bonitas. Respondan a la pregunta ¿Qué hicieron? —interrogó sin dejar de mirarlos.—Hicimos unos ajustes para hacer más divertida la fies
Lía se sentía complacida al verlos con esos rostros como si le hubiesen drenado la sangre, el primero en levantarse fue don Tulio el bisabuelo de Marcos, ninguno podía soportar ver a la mujer y a una niña exactamente igual a la pequeña Lía que aún se mantenía sentada en la mesa con una sonrisa, disfrutando el espectáculo.—¡Esto no puede ser! ¿Quién eres tú? No puedes ser ella, porque Lía tiene más de cuatro años muerta —mencionó el hombre tratando de levantarse de su asiento, mas su impresión era tanta, que volvió a caer en el asiento, mientras llevaba su mano al pecho, como si estuviera a punto de infartarse.—¡Debe ser una impostora! —exclamó Oswaldo.—Esto debe ser un sueño —habló doña Emilia.Todos estaban consternados, la veían como si se