Marcos estaba demasiado enfadado por la actitud de la mujer en contra de Lía, si algo le molestaba era ver a gente que no tenía ningún derecho sobre sus hijos reprendiéndolos o gritándoles, solo él podía disciplinarlos y castigarlos.
La mujer al escuchar su voz molesta pidiendo explicación, se puso pálida del susto y trató de justificarse.
—Lo siento señor, no fue mi intención hablarle de esa forma a la niña; verá usted, estoy un poco estresada, cansada, hoy ha sido un día muy duro, entre los inversionistas, el trabajo pendiente… Por favor, le prometo que no volverá a pasar —anunció en tono suplicante—. Usted sabe que nunca ha tenido quejas de mí, me llevo bien con los pequeños, esto de hace unos segundos fue algo temporal. Además, tengo muchos problemas familiares —se justificó temiendo
Marco no podía creer que el supuesto novio de su hermanita no se intimidara frente a ellos. —¿Amor? ¿Qué sabes de amor para saber si amas a mi hermana? ¡Solo eres un niño de siete años! —exclamó el mayor de los Estebans molesto. —¿Y qué puede decir un niño de cuatro años de lo que no es amor? —respondió con tranquilidad Evan. —No tengo cuatro, soy más grande, además mi madurez psicológica equivale…—sin embargo, no pudo continuar hablando por Evan lo detuvo. —Ustedes no son quiénes para intimidarme, si esa es su intención están perdiendo su tiempo y no pueden venir a afirmar y decir que yo no sé lo que es amor, porque lo tengo muy claro. » Para mi amor es querer compartir tu chocolate preferido con la niña más hermosa tan solamente para verla sonreír, a pesar de quedarte únicamente un cuadrito, o aceptar comer comida japonesa cuando no te gusta para nada y prefieres la italiana, pero solo quieres verla feliz. Es trabajar en un jardín cuando lle
Amalia salió del baño un poco confundida, estuvo llorando, no sabía explicarse por qué se sentía tan mal cada vez que pensaba en Marcos Estebans, “¿Será que así se sentían las mujeres a quienes sus novios o sus maridos le montaban los cuernos”, se dijo “¿Y por qué debo sentirme así si ni siquiera conozco a ese idiota, ni su cara he visto en mi vida?”De repente un atisbo de curiosidad surgió en ella mientras se miraba en el espejo, tomó su teléfono y buscó el nombre del hombre y enseguida miles de videos e imágenes de la presentación de ese día se desplegaron en su navegador, primero, vio el vídeo, donde aparecía con su rostro maquillado parado en el estrado y la gente reía, luego sus palabras tan encantadoras, donde hacía caso omiso del hecho de haber sido maquillado por su niña, porque
Las reacciones de todos fueron diversas, la pequeña Bianca escondió su rostro en el cuello de su padre para evitar que su madre la viera, “Ojalá no pueda reconocerme por el cabello o la forma de la cabeza”, se decía mientras su corazón palpitaba de manera precipitada como nunca lo había hecho. Los gemelos abrieron los ojos de par en par, por completo sorprendidos, como si se le fuesen a salir en cualquier momento de sus órbitas “Si mamá se da cuenta y hace referencia a nuestro encuentro anterior nos matará el déspota”, pensaron sin poder contener las ganas de salir corriendo. El pequeño Evan veía a su papá quien estaba más pálido que él, porque el hombre jamás esperó encontrarse a Marcos en el centro comercial “Seré hombre muerto, si no me mata Lía cuando vea a Evan, me matará Marcos cuando me vea que ando con su mujer, parece que mi destino es morir lejos de casa”, pensó de manera dramática. Entretanto para Marcos y Lía era como si el tiempo se hubie
Lía no pudo contenerse, se abandonó al beso, mientras tomaba el cabello de Marcos, sosteniéndolo con fuerzas, no supo cuanto tiempo estuvo así, hasta escuchar un murmullo entre la gente, el rostro de la mujer se tiñó de carmesí porque se sintió avergonzada. —Viste que el Hefesto te importa una mierd@, ¿Dónde se metió ese cobarde? —mencionó molesto. —¡No le digas así! Es muy valiente, siempre nos ha defendido, si no te respondió el puñetazo, fue por respeto a los niños, es un hombre muy considerado que siempre predica con el ejemplo —aclaró Lía. —¡Sigue defendiéndolo! Mientras más lo hagas más duro lo golpearé —espetó molesto, ella lo miró con un deje de tristeza—. ¿Te gusta? —ella negó la cabeza—Me parece bien, Hefesto no debe gustarte, solo debes amarme a mí y nunca dejar de hacerlo —pronunció sin soltar su mentón—.Te he extrañado cada segundo de mi vida, bebé, me destrozaste el corazón. —Yo…no recuerdo nada, perdí la memoria, solo recuerdo cuando me
El pequeño Marco vio el rostro de angustia de Bianca y sintió contristarse su corazón, después de correr la niña cayó al suelo, al mismo tiempo que sus lágrimas rodaban presurosamente por su rostro.Su hermano fue el primero en abrazarlo, hasta que segundos después se unieron sus otros dos hermanitos.—Se lo llevaron, todo fue mi culpa, solo quería ver si se ponía celoso como papá —sollozó la niña sintiéndose muy triste.—Tranquila, vamos a encontrarlo, no debes preocuparte todo estará bien —respondió Marco calmándola.Unos minutos después llegó Hefesto que había salido corriendo tras los niños, desde el mismo momento cuando vio a unos hombres tomándoles fotografías, tuvo una corazonada, por eso corrió tras ellos, vio a los cuatro abrazándose y se sintió
Cuando Hefesto escuchó la voz del niño sintió una angustia muy fuerte en su pecho, sin embargo, se contuvo para no quebrarse, no podía preocupar a su hijo ni mostrar ningún signo de debilidad, aunque para él no era fácil, era lo único que le quedaba de Vania Katrina, su amada y difunta esposa, no podía perderlo. —Estoy bien papá, no debes preocuparte, no te dejes intimidar —habló el niño en tono suave. —Evan… Perdóname por mi culpa te llevaron… nunca olvides que te amo con todo mi corazón, solo a ti, y no deseo que te pase nada malo. Vamos a buscarte y a encontrarte y a esos malos le patearemos los traseros —sollozó Bianca. —No llores mi niña bonita, yo también te amo, todo estará bien —dicho eso le quitaron el teléfono y se puso el hombre al habla. —Ya lo escuchó, y estará bien mientras cumpla las siguientes condiciones, debe renunciar a sus cincuenta mejores cuentas recomendando a F4EV Evolution Investments, poner a la venta sus acciones, no d
Cuando los niños escucharon llegar a Marcos y a Hefesto salieron corriendo y emocionados pensando que traían consigo a Evan, más cuando se dieron cuenta de que no venía con ellos sus rostros cambiaron a uno de preocupación, la primera en romper el silencio fue la pequeña Bianca.—¿Y Evan? —interrogó la niña mirando hacia el auto como si tuviera la esperanza de que el niñ0 estuviera escondido para hacerles una broma y fuera a salir en cualquier momento.Los hombres llegaron a la puerta y terminaron de entrar.—Solo encontramos un galpón, donde los secuestradores cambiaron de auto, por lo cual estamos en las mismas y no sé qué hacer, temo por la vida de mi hijo, me angustio en pensar si hago lo correcto en no notificar a las autoridades —mencionó el hombre con una mezcla de preocupación y frustración.—Sabemos q
La pequeña Lía se paró y vio al hombre fijamente, este la tomó por el brazo y la hamaqueó, antes de que Marco pudiera salir en defensa de su hermana, está levantó su pequeña pierna y le propinó una patada con toda su fuerza en su parte noble, y salió corriendo inmediatamente. Miguel se dobló del dolor, su rostro se volvió carmesí y empezó a maldecir a la niña.—¡Maldit@ mocosa! Vas a pagármela —pronunció Miguel con voz estrangulada producto del dolor—¡Detenla! —le gritó a Marco quien lo miró de forma despectiva.—No puedo hacer eso, mi padre me enseñó que a las mujeres no deben tocarse ni con el pétalo de una rosa —mencionó el niño con indiferencia, lo cual hizo molestar más al hombre.—Esa pequeña granuja no es una mujer un engen