Ambos se quedaron mirando con recelo, hasta que el silencio fue roto por Marcos.
—Me sigo preguntando, ¿Por qué las pruebas arrojaron que de todas las candidatas presentadas, eras la del coeficiente intelectual más alto? Cuando es notorio por tus palabras y tu comportamiento que incluso careces de sentido común, por más intentos de buscar una razón lógica, simplemente no puedo explicármelo…—iba a seguir hablando cuando sintió el golpe propinado con fuerza en su mejilla, haciéndolo mover su rostro a un lado, por breves instantes no reaccionó, se quedó pasmado pues no esperaba esa reacción tan agresiva de su parte.
—¡A mí no me degrades! No sé lo permito a nadie ¿Quién te has creído tú? —inquirió indignada.
—¡Muy digna la niña! ¿Tú si puedes burlarte de mí? —espetó tomándola por los hombros con fuerza hamaqueándola.
En este punto Hermes se acercó y a pesar de estar temeroso, se enfrentó.
—¡Haga el favor de soltarla! —exclamó, aunque su voz tembl
Marcos se quedó parado sin apartar la vista de ella, viéndola huir hasta que el chofer lo sacó de su concentración. —¿Señor, la dejará ir? ¿Por qué no corrió detrás de ella? ¡Hágalo! —lo instó el hombre, mas el CEO se mantuvo imperturbable, mientras entrecerraba los ojos. —Voy a subir al departamento, no iré tras de ella, la dejaré creer que he desistido de retenerla y ha logrado su objetivo, así como el depredador juega con la presa, haciéndole creer que la dejé en libertad —expresó complacido. —Pero debería mandar a los guardaespaldas tras ella, si escapa no va a poder conseguirla —siguió insistiendo el chofer con un proco de preocupación. El hombre sonrió, como si solamente él conociera el chiste. —Puedes irte Ernesto, ya no te preocupes, yo tengo todo controlado, me encargaré de ella. Te llamaré si te llego a necesitar —expresó en tono neutro. Subió al apartamento, entró con tranquilidad observando cada detalle, estaba perfec
Marcos llegó a la oficina hecho una fiera, demasiado molesto, siempre se imaginó de pequeño, como se sentiría frustrado el coyote por nunca poder atrapar al corre camino, pues al parecer allí tenía la respuesta, pese a ello, nunca se imaginó estar en el papel del coyote. En un principio, había esperado pasar el día libre en el apartamento, descansar, dormir, mas al final decidió ir en búsqueda de Lía, le urgía poder finiquitar con ella, el asunto relacionado con su hijo; cualquier podía juzga y decir que siendo un importante CEO, y uno de los hombres más poderos del país, podría simplemente demandar y obligar Lía de esa manera a cumplir parte de su acuerdo, sin embargo, para él no era tan sencillo, primero, necesitaba tener un heredero, segundo, no quería informar a la opinión pública que su hijo sería concebido por inseminación artificial, pues todos lo cuestionarían, e incluso lo señalarían como un capricho de playboy y por último, porque se negaba a casarse, aunque
Marcos suspiró, para seguidamente apretar el puente de su nariz en un gesto de frustración, mientras internamente pedía la paciencia de Job, porque solamente de esa manera, podía aguantarse a Eugenia Lucrecia Zuloaga de Estebans Veliz, su madre. —Mamá, no satanices el proceso, simplemente es un proceso científico a través del cual se unen en un laboratorio, los óvulos maduros extraídos de los ovarios y se fecundan con esperma en un laboratorio, después ese embrión o embriones… —antes de poder continuar hablando, su mamá levantó la mano en un gesto de impaciencia. —¡Ya deja de explicarme el proceso! Lo conozco perfectamente y te lo dije, la explicación es sencilla harás a mi nieto en un tubo de ensayo, ahora mi pregunta es ¿Por qué? ¿Acaso no te funciona muy bien eso de allí para hacerlo naturalmente? —pronunció su madre, alzando las cejas con una expresión de incredulidad, señalando hacia su miembro, haciendo avergonzar a Marcos. —¡Por Dios
Lía se estiró con pereza, mientras miraba el techo pensativa, con pocas ganas de levantarse, había decidido tomar ese día de descanso, porque trabajó durante todo el día anterior en un proyecto, a pesar de ser sábado; extendió la mano y recogió su celular, vio la hora, aún era muy temprano, en ese instante llegaron su mente los recuerdos de lo sucedido con el snob de Marcos Estebans, a pesar de ser guapo, y siempre cuando tenían algún roce, sentía como un leve corrientazo recorrer su cuerpo, la verdad ella no era mujer de enamorarse de las apariencias. El hombre que llegará a conquistarla, debía cumplir una serie de requisitos, no debía ser amargado, ni predecible, ni soberbio, ni creído, por el contrario, debía tener primero, un extraordinario sentido del humor, hacerla reír porque después de todo el cuerpo envejece, las arrugas, las canas y hasta la calvicie llegan, el miembr0 se cae y solo queda la inteligencia, el ingenio y la complicidad entre la pareja, por
Se levantó de su asiento apenada, tomó una servilleta y limpió el rostro a la mujer, ofreciéndole sus disculpas.—Lo siento, la reacción fue involuntaria, ante mi sorpresa por sus palabras, no me esperaba esto… yo quiero mucho a Hermes, pero no de la forma como ustedes pretenden. Yo no ando buscando novio, ni mucho menos estoy interesada en un matrimonio, tengo prioridades en mi vida y una es el infinito amor por mi libertad.» Además, Hermes ¿Cómo es eso de estar enamorado de mí? ¿Duramos un par de años sin vernos y en unos días te das cuenta de que te gusto al punto hasta hablar de matrimonio? En realidad, mi mente es muy práctica y coherente,me cuesta entenderlo, dime como si yo fuese una niña de preescolar, mira si tuviera plastilina, hasta te pediría me lo explicaras de esa forma —dijo en forma burlesca.—No me
Marcos estaba indignado, tomó su teléfono marcando a su madre, la primera vez repicó varias veces, no lo atendió, se levantó, se duchó y volvió a intentarlo, luego de dos intentos más ella al fin contestó.—¡Madre! ¡¿Qué carajos hiciste?! ¿Qué le dijiste a todos que no ha quedado un solo familiar sin llamarme para solidarizarse o cuestionarme? —preguntó indignado.—Francamente, Marcos Daniel, no sé por qué tengo un hijo tan malagradecido, yo sé cuánto le cuesta a una persona poder asumir su sexualidad, sobre todo porque muchas personas en la sociedad son...—la señora pegó un brinco al escuchar el grito de su hijo.—¡Eugenia Estebans! ¿Hasta cuándo debo decirte que a mi sexualidad no le pasa absolutamente nada? —cerró los ojos apretándolos con fuerza con una mano, porque iba a explotar en cualquier momento.» Definitivamente, no solamente le robé el biberón al Niño Jesús, seguramente también fui quien le clavó los clavos, ¿Por qué cómo se explica ten
Marcos la miró hechizado, sentía su corazón bombeando como si quisiera salir de su pecho, la recorrió de pies a cabeza y se dio cuenta de que la mujer quien lo golpeó con el tubo de mapas, había sido ella.—Lía, ¿Qué haces aquí? —reaccionó un rato después sorprendido y a la vez emocionado por su presencia— ¿Pensaste mi propuesta y viniste a buscarme? —preguntó sintiéndose esperanzado por primera vez de escucharla aceptar su propuesta, más todas esas ideas se esfumaron con la respuesta de Lía.—¿De verdad me estás preguntando eso a mí? Segura esto debe ser una broma de tu parte —expuso con irritación.Lía no podía negar que se sorprendió al verlo, sobre todo porque momentos antes creyó habérselo imaginado, aunque luego desistió de
Todas las miradas se posaron en él, unos con expresión de curiosidad, otros con burla y hasta unos con escepticismo.Pero quien tenía la boca abierta de par en par era Lía.—¡Con razón! Eso lo explica todo, ¡Si serás pícaro! —señaló de manera jocosa—, me querías usar de tapadera para ocultar tus inclinaciones sexuales. ¡Quién te viera! Con esa cara de hombrecito que te gastas, por eso digo las apariencias engañan y uno nunca debe dejarse llevar por ellas, jamás imaginé que eras manita quebrada. ¡Qué desperdicio niño! Con lo bueno que estás.Ante las palabras de la mujer, un murmullo empezó a recorrerse en la sala. Marcos los veía a todos, quienes esbozaban una sonrisa guasónica, eso le tenía sin cuidado, no le importaban lo