Maliza asintió, aunque su mente aún procesaba lo ocurrido.

—Antes de cualquier cosa, Archer debe recuperar sus recuerdos —declaró con firmeza.

—Si realmente no tuvo nada que ver con la bruma, seré la primera en apoyarlo. Pero si no… —sus ojos se clavaron en él, su voz adquirió un matiz gélido — no tendré piedad.

Archer sostuvo su mirada sin titubear y asintió con seguridad. Nadie discutió sus palabras.

—Partiremos ahora —concluyó Maliza.

Sin perder más tiempo, los cuatro salieron del departamento y se dirigieron por la calle que da salida a la colina. Pero antes de que pudieran avanzar, una melodiosa voz los detuvo antes de que pudieran dar un paso más.

—¿Dante, a dónde vas? ¿Puedo ir contigo? —preguntó con una dulzura que no coincidía con la intensidad de su mirada.

Dante giró la cabeza, buscando apoyo en Archer, pero este solo se cruzó de brazos con una sonrisa burlona. No tenía intención de rescatarlo.

—Amanda… qué sorpresa —respondió Dante, modulando su voz para sonar casual, aunq