VALERIA

—Tengo una pregunta —le pregunto a Lenko—yo, soy humana, el tiempo conmigo es inclemente y bueno, tu eres hombre lobo, casi no envejeces, no físicamente mientras que yo, año tras año me ire deteriorando y…

—Si lo que te preocupa es que envejezcas no será así, porque en el momento en que me anude a ti, el tiempo correrá para ti, como corre para mi, te igualaras al tiempo de tu mate.

—Oh bueno yo…—me quedo callada cuando me besa el cuello.

—No hables mas—se me viene encima—mañana me voy a una guerra y quiero hacerte mía.

Le sonrio y quiero que me recuerde. Lo miro a los estando atragantada, concentrada en darles caricias con el dedo pulgar en el orificio que luego lamo como viciosa. Desciendo a lo largo del miembro para encontrar el rugoso escroto y yendo más allá en mi angurria como siempre, me invierto quedando boca arriba en la cama para lamer, las bolas que quedan contra mi cara.

—Mi amor—expresa agarrándome las tetas, la posición lo facilita y mientras lo masturbo con sus