JESSICA ROBINSON
Nunca antes en mi vida había despertado con un dolor de cabeza igual, me resultaba difícil abrir los ojos y tenía una resaca de mil demonios. Me revolqué en la cama hasta que sentí que me caía y ya no podía hacer nada para impedirlo. De pronto me vi encima de un cuerpo, me sorprendí hasta que me topé con los ojos de Harry observándome. Abrí los ojos llenos de sorpresa y quise pegar un grito, pero no sé cómo lo hizo que me tomó por la espalda y se colocó encima de mí atrapándome.— ¡¿Qué haces en mi habitación?!— pregunté asustada mientras intentaba inútilmente que saliera de encima de mí, parecía de piedra.—¿Es que no te acuerdas? — preguntó con el ceño fruncido.— ¿De qué debería acordarme? — pregunté abrumada.—¿No te acuerdas de la noche que tuvimos? — preguntó con una voz sensual. Lo miré aterrada mientras dejaba de forcejear.Miré mi atuendo.— ¿Qué le ha pasado aEstaba en el cuarto de Allison maquillándome. Después de discutir la situación con mi amiga, llegamos a la conclusión de que lo mejor era acabar con todo esto cuanto antes. Me armé de valor para marcarle al hombre con quien probablemente me había acostado anoche y le dije que aquella misma noche cenaba con él y su madre.—¿Cómo se supone que debo actuar? — pregunté mientras Allison me aplicaba sombra de ojos, era la primera vez que me maquillaba tanto— ¿le quito el plato de comida a su madre?— Solo compórtate como una novia que sería capaz de matar por su hombre, creo que con eso bastará.— ¿Y cómo hago eso?— Eres acosadora, seguro que sabrás qué hacer —la miré de mala gana.—Muchas gracias por el consejo, me ha servido de mucho— dije sarcásticamente.&md
— Ahora cuéntanos hija, — habló Natalie mientras cenábamos — sé que te inventaste toda la historia de tu vida a causa de mi hijo, pero ya no tienes que mentirme. — forcé una sonrisa, no es que tenga una historia linda que contar.— Pues mi padre murió cuando tedía doce años, y mi madre se pegó un tiro cuando cumplí los catorce. Descubrí que tenía unos hermanos en esa época y me fui a vivir con ellos a Liverpool. En fin, nada interesante que contar.Introduje el tenedor en el pollo y me llevé un trozo a la boca como si nada. Me di cuenta de que se había formado un total silencio en el comedor. Harry había depositado los cubiertos sobre la mesa mientras la señora se me había quedado mirando atónita.— Cariño, eso es terrible —expresó la señora. — ¡Cuánto lo siento!— Oh, — los miré despreocupada— no me tengan lástima, todo sucedió hace mucho. Estoy bien.— Para nada, — dejó ella también su cuchara y me miró preocupada— eran tus padres y perderlos de esa manera y a esa e
Estaba de pie en medio de la habitación de Harry, me había dejado una camisa suya sobre la cama para que me cambiara. El cuarto era enorme, solo estaba iluminado por las lámparas de mesita, pero a pesar de todo se podían ver el par de cuadros artísticos que había colgados en la pared. Tenía cada cosa en su sitio, todo estaba tan bien ordenado que daba envidia. Solo Daniel podía tener el cuarto así de organizado.Deposité mi abrigo y mi bolso en uno de los sillones junto al ventanal, me quité el vestido por encima de la cabeza y tomé la camisa que me habían dejado sobre la cama, no pude evitar pegar mi nariz a él y percibir su olor, era el perfume de Harry.Me puse la camisa, era grande y podía cubrirme lo suficiente. Tomé mi móvil y me senté sobre la cama. Le escribí un mensaje a Allison diciéndola que no regresaría a casa hasta mañana. Deposité el móvil en la cabecera de la cama y me metí entre las sabanas, hasta la almohada olía a él. Entonces me acordé de sus besos y
JESSICA ANDERSONRose me dejó ayudarla con una tortilla, era muy amable conmigo y me caía bien, resultaba fácil acostumbrarse a ella.— ¿De verdad que le estropeaste la cita al señor?La miré horrorizada, ¡Harry se lo había contado! Me sentí avergonzada. Pero me sonrió.— No te preocupes. Tampoco es que hubiera salido algo bueno de esa cita.La miré confusa.— No entiendo, él no para de recordarme que le estropeé su cita perfecta — ella se rió dejándome aún más confusa.— ¿Cómo se te ocurrió acosarlo?— ¿Eso te dijo?Ella se encogió de hombros mientras ponía la mesa.— En fin, no tienes que molestarte en contarme nada. Son asuntos de mi jefe y conociéndolo, espero que no te esté castigando.— ¿Castigando?— Él es algo, ¿cómo decirlo? —se puso pensativa— Vengativo, por decirlo de alguna manera, si no le pides disculpas hace lo que sea por hacerte la vida imposible.— Ya lo cr
Daniel tuvo que sostenerme o me caería, estaba tan emocionada de que estuviera allí que no podía controlarme.Me depositó de nuevo en el suelo.— ¿Por qué no me dijiste que venías? — pregunté con una enorme sonrisa.— Quería que fuera una sopresa—me dijo—¿Qué tal estás?— Después de verte, mejor.Dejé que entrara en casa. Viajó la mirada por todo el salón.— ¿No es un poco pequeña la casa? — preguntó.— Tiene un tamaño suficiente para dos mujeres como nosotras. ¿Qué te trae por aquí?— Un caso que necesito cerrar en persona. — tomó el libro que estaba leyendo de la mesa y lo ojeó — "La hija de la otra orilla" — leyó la cubierta.— Estaba empezando a leerla.— ¿Y no te apetece salir por allí?— ¡Por supuesto! — dije llena de entusiasmo— voy a cambiarme.Corrí a mi cuarto, me quité lo que llevaba puesto y rebusqué en mi armario algo cómodo de ponerme. Un gersey de algodón y unos pantalones con zapatillas. Dejé mi pelo suelto, cogí mi moc
Saqué fotos divertidas de Daniel y yo en la cocina, la estábamos pasando bien. Hice una ensalada y preparamos la mesa. Nos sentamos a comer mientras conversábamos. Hablamos de los gemelos Noah y Niall que ahora tenían cinco años, hablamos también de Eduardo, de su esposa y de Sídney. Vi las fotos de su móvil del lugar donde tenían pensado reformar y construir el bufete, tenía mucho potencial, sobretodo si tenían un buen arquitecto que supiera distribuir y diseñar el espacio.— ¿Qué le parece a papá que os separéis de su empresa y forméis la vuestra propia? — pregunté.— No es ningún problema para él. En cuanto a ti, ¿hay algo que necesites? No quiero que te falte nada.— No te preocupes por mí, estoy genial.— ¿Seguro? Puedo conseguiros un lugar mejor donde vivir.— ¿Qué estás insinuando? — pregunté ofendida.— ¿Insinuar? Nada.— Hermanito, estamos muy bien, no tenemos necesidad de nada.— De acuerdo, mientras esté probando que realmente puedes cocinar, te cr
Daniel daba vueltas de un lugar para otro de la sala del hotel, estaba molesto por lo que había presenciado en el pasillo. Harry se había ido y yo había tenido que contarle todo a mi hermano, o lo hacía o iría detrás de Harry. Obviamente no le hablé de todo lo que me hizo Harry para obligarme a disculparme con él, sabía que Daniel iría detrás de él y haría lo que fuera por que no volviera a acercarse a mí.Sabía que Daniel estaba molesto, pero yo no podía dejar de pensar en el beso que me había dado Harry, esta vez era distinto, podía ver en su mirada que sentía algo por mí, que podía haber algo entre nosotros. Mi corazón no paraba de latir fuerte, estaba muy feliz con las mariposas revoloteando por mi estómago.— ¿Por qué no me dijiste que era él? — preguntó.&m
No dormí lo suficiente, no sé exactamente cuánto tiempo llevaba despierta con los ojos puestos en el tejado de mi cuarto desde mi cama. Pensaba en qué sería de mi vida si no hubiera conocido a Harry, pensé en los momentos poco agradables que pasé con él, en nuestro beso aquella noche y lo bien que lo pasé con Rose y Skay. Pensé que él se merecía todo eso que sentía por él aunque no me quisiera, pero nunca me imaginé que sufriría tanto como lo estaba haciendo ahora. Una lágrima brotó por mi mejilla, ni fuerzas tenía de apartarla. Estaba totalmente deprimida y todo ahora me daba igual.Se abrió la puerta de mi habitación y apareció Allison.— Buenos días —saludó mientras se acercaba a mi cama—¿Te encuentras mejor?No podía contestarla, me sentía igual o peor que ayer. Se sentó sobre mi cama.— Ha llegado tu hermano, quiere verte— me incorporé enseguida secándome la lágrima que se me había escapado. — ¿Le contarás lo que te hizo Harry?— ¡No! —contesté al instante