Saqué fotos divertidas de Daniel y yo en la cocina, la estábamos pasando bien. Hice una ensalada y preparamos la mesa. Nos sentamos a comer mientras conversábamos. Hablamos de los gemelos Noah y Niall que ahora tenían cinco años, hablamos también de Eduardo, de su esposa y de Sídney. Vi las fotos de su móvil del lugar donde tenían pensado reformar y construir el bufete, tenía mucho potencial, sobretodo si tenían un buen arquitecto que supiera distribuir y diseñar el espacio.
— ¿Qué le parece a papá que os separéis de su empresa y forméis la vuestra propia? — pregunté.— No es ningún problema para él. En cuanto a ti, ¿hay algo que necesites? No quiero que te falte nada.— No te preocupes por mí, estoy genial.— ¿Seguro? Puedo conseguiros un lugar mejor donde vivir.— ¿Qué estás insinuando? — pregunté ofendida.— ¿Insinuar? Nada.— Hermanito, estamos muy bien, no tenemos necesidad de nada.— De acuerdo, mientras esté probando que realmente puedes cocinar, te crDaniel daba vueltas de un lugar para otro de la sala del hotel, estaba molesto por lo que había presenciado en el pasillo. Harry se había ido y yo había tenido que contarle todo a mi hermano, o lo hacía o iría detrás de Harry. Obviamente no le hablé de todo lo que me hizo Harry para obligarme a disculparme con él, sabía que Daniel iría detrás de él y haría lo que fuera por que no volviera a acercarse a mí.Sabía que Daniel estaba molesto, pero yo no podía dejar de pensar en el beso que me había dado Harry, esta vez era distinto, podía ver en su mirada que sentía algo por mí, que podía haber algo entre nosotros. Mi corazón no paraba de latir fuerte, estaba muy feliz con las mariposas revoloteando por mi estómago.— ¿Por qué no me dijiste que era él? — preguntó.&m
No dormí lo suficiente, no sé exactamente cuánto tiempo llevaba despierta con los ojos puestos en el tejado de mi cuarto desde mi cama. Pensaba en qué sería de mi vida si no hubiera conocido a Harry, pensé en los momentos poco agradables que pasé con él, en nuestro beso aquella noche y lo bien que lo pasé con Rose y Skay. Pensé que él se merecía todo eso que sentía por él aunque no me quisiera, pero nunca me imaginé que sufriría tanto como lo estaba haciendo ahora. Una lágrima brotó por mi mejilla, ni fuerzas tenía de apartarla. Estaba totalmente deprimida y todo ahora me daba igual.Se abrió la puerta de mi habitación y apareció Allison.— Buenos días —saludó mientras se acercaba a mi cama—¿Te encuentras mejor?No podía contestarla, me sentía igual o peor que ayer. Se sentó sobre mi cama.— Ha llegado tu hermano, quiere verte— me incorporé enseguida secándome la lágrima que se me había escapado. — ¿Le contarás lo que te hizo Harry?— ¡No! —contesté al instante
Caminé por delante de ella hacia la cocina, no entendía exactamente qué esperaba que descubriera de ese hombre. Era un cliente que me habían presentado y al que había decido realizar los diseños de su nuevo bufete, nunca me preocupaba por obtener información de mis clientes, solo hacía mi trabajo.Tenía mi computadora abierta sobre la encimera, me acerqué a ella ante la mirada mortífera de Allison, nunca antes la había visto en ese estado, desde que la conozco me parecía una mujer tranquila y amable, pero verla comportarse de ese modo me hacía pensar que era capaz de cualquier cosa por su amiga.Exhalé profundo y entré en google, tecleé el nombre de Daniel Harris y enseguida me apareció información sobre él.—¿Quieres que también lea lo que pone? —le pregunté inseguro.—Por favor.—Bien —tenía que hacerlo si quería librarme de su mirada acusatoria.Me puse a leer lo que decía. Era interesante.—Así que una familia de abogados— comenté mientras
Allison y Matt lo estaban mirando confusos detrás de mí, yo en cambio no me atrevía a darme la vuelta para mirarlo, estaba furiosa y no quería saber nada de él, ¿por qué estaba allí? ¿qué más quería de mí? ¿no había tenido ya suficiente?— ¿Me pasas las llaves del auto? — le dije a Allison y ella me las entregó inmediatamente — te espero dentro.Le dije, me di la vuelta y procuré no mirarle a la cara a Harry mientras caminaba hacia el coche. Cuando pasé por su lado, me tomó del brazo, no me lo esperaba.— Quiero que hablemos. Cometí un error y lo siento.¿Se estaba disculpando? No podía créermelo, pero no pensaba ser la misma chica ingenua de antes, había aprendido la lección y tenía claro que lo mejor para mí era alejarme de aquel hombre. Me zafé de su agarre y alcancé el auto. Lo abrí y me metí en él poniéndome el cinturón, no pensaba ni siquiera girarme a verlo, quería que se diera cuenta de que ya no podía volver a hacerme daño y que se marchara.De pronto
Sonó mi móvil en la cabecera de mi cama y me hizo despertarme. Anoche la pasamos tan bien que regresamos a casa muy tarde.La llamada era de un número desconocido, era muy temprano y no sabía qué podían querer de mí a esa hora. Lo ignoré y volví a cerrar los ojos.Volvió a sonar mi móvil, estaba insistiendo tanto que tuve que contestar a la llamada.— Diga.— Hola, ¿Jessica? Disculpa que la interrumpa, soy Rose la asistenta de Harry.—¡Rose! — me incorporé de golpe sobre mi cama, estaba sorprendida de recibir una llamada suya — ¿cómo estás? ¿ocurre algo? — me latía fuerte el corazón, tenía miedo de que hubiera sucedido algo malo.— No hija, pero me gustaría verte, ¿crees que sea posible?— Por supuesto, — me bajé de la cama y me puse las pantuflas —solo dime el lugar y la hora.Me levanté de la cama y entré en el cuarto de baño a darme una ducha. Me arreglé, me puse unos vaqueros, un sin mangas y un gersey de color gris claro con capucha.Salí
Nos bajamos del taxi y entramos en el edificio, tenía prisa por llegar y saber que Harry estaba bien.No fue muy difícil encontrarlo porque lo estaban atendiendo en una habitación con paredes de cristal. Entré preocupada al verlo allí sentado sobre la cama mientras hablaba con una doctora.— ¡Harry! — llamé y él me miró sorprendido, obviamente no esperaba verme allí. Miró detrás de mí y al ver a Rose resopló.— Los dejo para que hablen— dijo ella y se alejó por el pasillo.Me acerqué a sentarme en la cama para verlo bien de cerca, tenía moretones por el cuerpo y una tirita a un lado de la frente.— ¿Pero qué has hecho? — le regañé enfadada.— Lamento no haber cumplido tu deseo.— ¿Qué estás diciendo? No quería que te pasara nada, solo estaba enfadada.— Creo que voy a dejarles unos minutos— dijo la enfermera recogiendo sus cosas.— ¿Y ya no lo estás? — preguntó él cuando ella salió por la puerta.— ¿Por qué has hecho esto? Podías haber acabado pe
Llegamos a la casa y Rose abrió la puerta. Skay corrió a nuestro encuentro y solo Rose pudo recibirle.Tuve que acompañarle a Harry hasta su cuarto, nos sentamos sobre la cama donde deposité mi bolso. Parecía cansado, yo me quedé observándolo mientras se frotaba el pelo y exhalaba profundo. Se giró a verme, encontrándose así con mis ojos sobre él.—Me miras como si esperaras que te diga que todo es un juego, — mordí mi labio inferior, ¿tan fácil resultaba leerme la mente? Me tomó las manos con las suyas— todo es real y ahora estamos juntos.Todo parecía tan irreal que no me lo creía todavía.— ¿Qué ha sido de Anna? — solté de golpe.— ¿Qué pasa con ella? — preguntó en respuesta y yo sólo me encogí de hombros— ¿te da miedo que aparezca en cualquier momento y estropeé eso que quiero tener contigo?— ¿Pasará? — ya no podía ocultar mis miedos.— Entre ella y yo ya no hay nada, no tienes que preocuparte por eso. Ahora tiene todo lo que quería y aunque regresara no vo
Me fui a la cocina a encontrarme con Rose, le estaba dando de comer al perro. Avancé hacia el refrigerador, lo abrí y tomé una tableta de chocolate, lo abrí y me le di un mordisco. Vi un paquete sobre la encimera y me acerqué.— ¿Qué es eso? —Pregunté curiosa.— Harry encargó un ordenador, se lo han traído esta mañana.— ¿Qué le ha pasado al anterior?— Está destrozado, ya no sirve. Ayer cuando vino tu amiga a enfrentarse con Harry consiguió alterarlo.— ¿De qué amiga me hablas? — no entendía nada.— Allison, es tu amiga ¿verdad?— Espera, ¿me estás diciendo que ella estuvo aquí?— ¿Es que no lo sabías?— Para nada— ahora entendía cómo es que sabía de Rose y por qué se había comportado esta mañana de esa manera rara.— Lo siento, pensé que lo sabías. Pero ella solo intentaba ayudar. Espero no haber provocado nada — solté un suspiro.— No te preocupes, está todo bien. De hecho quiero darte el día libre, hoy no tengo nada mejor que hacer así