Se levantó de muy buen humor comparado a los demás días, sin duda alguna algo bueno sucedería y esperaba que fuera que a sus padres se les quitara esa idea de verlo casado.
Aún no entendía ese empeño de verlo casado y con hijos, las mujeres eran hermosas, fascinantes como para que él tuviera que atarse a una de por vida y mucho menos llenarme de niños, amaba a sus sobrinos pero de larguito más bonitos, como para para tener que estar rodeado todo el tiempo de pañales sucios y el llanto de los niños, no definitivamente esa no era su vida.
Gabriel Valencia y tenía 35 años, era muy guapo y eso nadie lo puede negar, y gracias a ello podía tener a la mujer que quisiera y cuando él quisiera, no siempre había sido mujeriego, Gabriel hubo un tiempo en el que creía en el amor, y en la familia él esperaba casarme como sus padres me habían enseñado, pero hacía diez años una mala mujer se burló de él y lo hizo sufrir demasiado así que había decidido que de ahora en adelante, sería igual, sería él quién jugaría con ellas y no me importaría sus sentimientos, y desde entonces había tenido muchísimas mujeres, y eran tantas que ya había perdido la cuenta.
Aunque por momentos también deseaba una vida como las de sus padres llenas de amor y felicidad a lo largo de estos años..
En el ámbito laboral no se quejaba, sus padres eran los dueños de uno de los mejores bancos del país, y él dirigía uno de los tres que tenían, le encantaba hacer lo que hacía.
Tenía una hermana que se llamaba Camila y tenía 26 años, era algo engreída, y como ella siempre decía, solo se junta con gente de su misma clase social, que para Gabriel eso era una tontería, y también estaba su hermano Diego que tenía 39 años, él sí se había hecho un hombre de familia, tenía diez años felizmente casado y dos hijos una niña y un niño ambos de 5 años ya que son gemelos, él también dirigía otro de los bancos y era muy feliz con su familia..
Gabriel se disponía a desayunar, para luego irme al trabajo, al bajar las escaleras se encontró con su madre que no tiene muy buena cara.
—¡Buenos días madre! ¿Qué pasa por qué esa cara?
—Gabriel tu padre quiere hablar hoy contigo cuando regreses de trabajar, te espera en el despacho a las siete, procura estar puntual.
Resopló frustrado, su padre y sus cosas, se imaginó para qué era y de solo pensarlo su día de felicidad se había ido a la m****a.
—¿Y si no puedo a las siete madre?, ¿si surgiera algo en el trabajo? ¿Qué pasa? Ustedes no pueden disponer así de mi tiempo.
—Bueno hijo ya lo sabes aquí a las siete, sino quieres más problemas.
—¿Más problemas? ¿Eso es enserio? No soy un mal hijo, no tengo vicios, soy muy responsable y trabajador, y tu me vienes con eso de problemas ¡no me jodas! Sabes que tengo mi propio apartamento, pero con eso de que me querían cerca para que los cuidara, no me he largado del todo. — digo realmente enojado
—¡Gabriel! Respetame, soy tu madre, además sabes de que quiere hablar tu padre..
—Sí, lo sé y no voy a acceder, la verdad ya se me quito el hambre así que con su permiso me retiro, desayuno en el trabajo.
Sin más salió dando un portazo odiaba que lo quisieran tratar como un niño solo porque no le daba la p**a gana casarme.
Al subirme al auto, golpeó el volante, su papá no podía hacerle eso, respiró lo más profundo que pudo y se fue.
Al llegar al trabajo como siempre sus problemas se disipan ya que le gusta su trabajo, aparte Lucía una de las mujeres que trabaja ahí con él le ayuda a quitarse el estrés.
—¡Señor Valencia buenos días!
—¡Buenos Días! Emilia dile a Lucía que venga en 5 minutos y que nadie nos moleste.
—¡Sí señor!.
Sabía que muchos se imaginaban lo que hacían ahí en la oficina cosa que no le importaba porque tanto como Lucía y él hacían muy bien su trabajo, aparte que era solo para que se quitaran el stress, ni ella está interesada en una relación y él mucho menos, unos golpes en la puerta lo volvieron a la realidad.
—¡Adelante!
Entró una sexy y extrovertida Lucía y como siempre llevaba minifaldas, tenía un cuerpo de muerte, unos ojos color avellana preciosos y su cabello era negro, ella simplemente era preciosa.
—¿Me llamastes Gabi?
—Si y ya sabes para qué, estoy muy estresado, así que ponle seguro a la puerta y quítate la ropa.
Ella sin más hace lo que él dijo, una vez desnuda, él se quitó el saco y la corbata solamente, no pensaba desvestir me, se bajó la cremallera y sacó su potente erección, le dijo que se sentara a horcajadas, ella lo hizo y de una sola estocada la penetró, besó sus labios para ahogar sus gemidos y los de él, y tras de todo esa condenada mujer sabía moverse muy bien, seguro por eso traía al novio loquito, porque sí, esa mujer estaba comprometida y miren donde estaba en ese momento, por eso Gabriel sabía todas las mujeres son iguales.
Sus movimientos de caderas eran maravillosos, hacían que me olvidara de todo, él agarró sus caderas con fuerza y empezó a marcar el ritmo lo quería rápido y brusco.
—¡Oooohhh!, ¡Gabi así!, así mi amor no pares.
—Vamos, dámelo Lucía.
En cuanto dijo eso ella tuvo su orgasmo y él antes de concluir también la levantó un poco y se regó fuera de ella, ya que del estrés se le olvidó usar un condón, lo bueno es que ahí tenía un baño.
—Ve rápido a darte un baño y te vas.
—¿Por qué no te bañas conmigo? — Dijo de camino al baño..
—Tu sabes muy bien que no me baño, ni duermo con mujeres, eso es muy íntimo para compartirlo.
—Estás mal Gabriel, algún día vas a ver que bañarse o dormir con alguien es estupendo.
—Tú sabes que ya lo hice una vez y se burlaron de mí, ya no me interesa nada de eso. — ella igual siguió su camino y entró al baño.
Pasaron unos minutos y solo se oía la ducha abierta, y después salió secándose solo el cuerpo ya que solo el cuerpo se lavó..
—¡No todas son iguales! — dijo ella para seguir la conversación de hace un momento.
—¿A no? ¿Y qué le haces a tu prometido?
—Es diferente yo se porque lo hago, ahora si me disculpas tengo trabajo que hacer.... — y sin más dio media vuelta y se fue.
Gabriel se duchó, y se puso muy bien su traje, miro el reloj y eran las 9:40 am, la verdad tenía hambre, llamó a Eric y le dijo que fueran a desayunar, él era uno de sus mejores amigos.
De camino se decidieron por algo rápido y pasaron a una panadería.
—La verdad amigo tus padres están locos. — le dijo al oír lo que Gabriel le decía.
—¡Lo sé!, pero no me dejaré, ¡no lo haré!. — él ya estaba decidido.
—Se me olvidó traer las flautas de queso que me pidió Miranda, ve hacer fila. — dijo Eric
—Ok ve Romeo..— Le digo y los dos nos echamos a reír.
Delante de él había una mujer pequeña y muy sexy con unas nalgas magníficas, ella sin querer chocó con él, y se giró en ese momento, se me quedó mirándolo con esos ojos color verdes grisescos, era una mujer demasiado hermosa para ser verdad, parecía un ángel.
—Lo siento no vi..
—Tranquila muñeca, todas tienen la misma excusa para acercarse a mi. — No se porque gilipollez dije eso, pero la verdad es que me gustaría una noche con esta muñeca, y se que no se podrá resistir a mí.
—¡Disculpa!, bajale un poco a tu ego idiota, porque en lo más mínimo me interesa chocar o acercarme creído como tú.
Y sin más da media vuelta y se va, ¿pero quién se había creído esa mocosa para hablarle así?, y ¿Porque no cayó rendida a sus encantos? Seguro era lesbiana, sonrió por sus pensamientos.
Su curiosidad pudo más, por lo que me asomó a la puerta y la vio entrar a un edificio que estaba a dos de dónde estaba en ese momento, esa niña le había encantado y le gustaría saber quién se creía que era para hablarme así.
Ya se encargaría de saber a qué se dedicaba esa bella mujer
—¡Vamos Montse ayúdame, solo será por un mes y solo los fines de semana!Vanessa era una de las amigas de Montserrat e iban juntas al instituto dónde estaba sacando el último año que le faltó para poder empezar a sacar su carrera, y trataba de convencerla para que le ayudara en el trabajo—Vane tu sabes que tengo una hija y que se me hará muy difícil, ¿quién me la va a cuidar?.Vanessa trabaja en un bar restaurante llamado Hooters, es muy refinado y la paga es muy buena, pero las mujeres están casi chingas, mini blusas y mini shorts, pantis olor piel, medias y tenis blancas, el problema es que Montse no estaba acostumbrada a usar ropa así, aparte ahí se sale de madrugada ¿con quien dejar a Vale?, Antonio dudaba que quisiera ayudarla, resoplo no sabía ¿que iba hacer? Además necesitaba el dinero.—Vamos Montse, dile a una de tus hermanos, si tienes como 50 hermanos alguno puede hacerte el favor ¿no?<
PV MONTSERRATEstas dos horas han sido las peores y la más largas de toda mi vida ese engreído no ha dejado de coquetear con mis compañeras de trabajo, y tras de todo no me quita la mirada de encima, es tan estúpido su sola presencia me hierve la sangre.Piensa que puede tener a todas las mujeres a sus pies y la verdad se equivoca, ¿Que esta guapo?, si, demasiado diria yo, pero eso no significa que hay que hacer todo lo que él diga, también es cierto que quiero encontrar a alguien, pero a alguien permanente no solo por una noche nunca he sido así y esta vez no será la excepción..Lo que si no puedo negar es que me ha gustado la ganancia en estas dos horas han sido increíbles, pero la verdad ya estoy cansada, les llevaré esta última bandeja con sus bebidas y me iré, lo que me extraña es que el engreído ese no ha tomado mucho, pide y pide y si acaso se a tomado dos cervezas, bueno la verdad no debería importarme..
Me levanto miro el reloj y observo que son la una de la tarde, ¡Por Dios! ¿Tanto he dormido?Me levanto, me doy una ducha, me alisto para ir al gym, después vendré a comer.Después de dos horas de ejercicio, mi estomago suena, así que decido ir a comer algo pero en mi casa, quiero que Kika me haga algo bien rico.Al llegar voy directo a la cocina y ahí está mi Kikita, ella me ha cuidado mucho y siempre me ha complacido en todo, es mi nana por así decirlo.—Hola kika, me estoy muriendo de hambre, podrías hacerme una chuleta bien frita, ensalada de lechuga con tomate, zanahoria y mayonesa, plátanos maduros, aguacate.—¡Claro mi niño hermoso!, y como no vas a tener hambre si ni siquiera has desayunado..—Ya te he dicho mil veces que no me digas niño, no me gusta… — digo como niño pequeño.—Bueno amargado ve a darte un baño que cuando bajes estará list
No se porque me molestó tanto que se fuera quien sabe con quién, su amiga en cambio hasta la llevamos a su casa porque tomó hasta por los codos y por más que quise sacarle información de Monserrat no pude, tal vez ella tiene pareja, yo la verdad no se que me pasa con ella, pero lo mejor es no volverla a buscar.Todo el domingo pasó revisando papeles y adelantando trabajo, por la noche estoy tentado de ir al bar pero no lo hago, quiero tener el control de mi vida, así que paso de lo más aburrido terminando de arreglar los papeles.Empiezo a dar vueltas en mi cama, ¿Porque mierdas no puedo sacarla de mi cabeza?, observó la hora y ya es medianoche, me vale madres, quiero verla, así sea de largo.Me coloco un buzo, con la sueta a juego y unas tenis, sin poder evitarlo sonreí, así viste ella cada vez que sale de trabajar, y se ve tan guapa. A toda prisa me monto en el auto y salgo hacia el restaurante, cuando llegue me
Es el mejor beso que he recibido en toda mi vida, no se que tiene esta mujer que hace que me olvide de todo y me siento bien a su lado, aunque le haya dicho que sea mi novia de mentiras, la deseo mucho pero iré poco a poco, la voy a ir conociendo lo que más le gusta lo que no y así poder saber que es todo esto que me hace sentir, por qué tanta obsesión con ella, ese sentimiento de querer cuidarla.Profundizó más el beso, nuestras lenguas hacen una danza perfecta, nuestros labios se amoldan perfectamente, poco a poco voy terminando el beso, porque si sigo así me la llevaré a rastras hasta el baño..Creo que yo mismo he caído en mi juego porque Montse me gusta y mucho.Al terminar el beso pego mi frente a la de ella la miro y tiene sus ojos cerrados y su boca entreabierta, sonrió le doy un beso en la frente y me acomodo en el asiento.—¿Por qué lo hiciste?Su pregunta me desconcierta un poco pero de i
Llevo dos meses siendo una novia de mentiras, a Gabriel lo vi ayer y hoy a la hora del desayuno del instituto, se ha comportado como un caballero conmigo, no parece el mismo petulante y engreído que conocí un día por accidente.Todavía tengo muchos nervios no se como reaccionara Antonio cuando se entere que tengo novio, hace dos meses me sacó arrastra del restaurante y me golpeó porque según él estaba de zorra con los clientes, ¿ahora que sepa que en verdad estoy con alguien?, se va a poner histérico, porque según él soy de él y de nadie más, pero así como el hizo su vida, y yo tengo derecho hacer la mía, aunque está por el momento sea de mentiras.Mañana es la cena en la casa de Gabriel la habíamos pospuesto hasta que nos conociéramos bien, para no meter la pata, estoy sumamente nerviosa, yo no sé absolutamente nada de etiqueta, espero estar haciendo lo correcto, mi mamá se encargará de Vale, aún no se la he presentado, porque no lo creía co
No se que hacer, si ir o no ir, pero quiero distraerme de este infierno, todavía no puedo creer que Antonio me haya hecho algo así nunca lo había hecho, me siento sucia, fracasada y decepcionada, es la peor experiencia que puede vivir una mujer.Decido que sí iré, me encanta estar con Gabriel se ha convertido en un gran amigo, amo su mirada en mí, su mirada transmite cariño, protección y la verdad merezco experimentar cosas nuevas aunque para él no signifique nada.Decidí llamar a mi mamá ya que ella iba a venir a cuidar a mi hija para la cena con la familia de Gabriel, gracias a Dios recuerdo su número.******Llamada Telefónica******—Hola.—Mamá, soy Montse.—¡Hola! Mi amor ¿cóm
Al llegar veo una enorme casa de playa, inmediatamente vuelvo a ver a Gabriel él solamente sonríe y me guiña un ojo.—¿Esta casa es tuya?—Si me gusta mucho relajarme y aquí es como mi santuario.—¿Supongo que has traído muchas mujeres aquí?No sé porque le pregunte eso, hasta él se sorprendió y la verdad con solo imaginarme que ha traído mujeres acá se me revuelve el estómago, ¿estaré celosa?—No Montse, aunque no me creas aquí nunca he traído a una mujer, como te dije es mi santuario, claro no te voy a negar que me iba para los bares de la playa y me conseguía a alguien alquilaba una habitación y listo.Yo lo miro y no se si sentirme feliz porque soy la primera mujer en venir aquí o golpearlo por acostarse con cuanta mujer se le cruzaba.—Espero que por lo menos te cuidaras. — digo algo brusca.—¡Por supuesto!, tampoco soy un irrespons