Antes de terminar de alistarme, decido llamar a Gustavo para que me acompañara, no quería ir sola, además no estaba con ánimos de conducir.
Al salir de casa, no puedo evitar sentirme extraña, tal vez debería decirle a Gabriel hacia dónde me dirijo, pero así como llega la idea la descartó, porque sé que él no me dejará ir, y yo tengo que averiguar quién quiere dañarnos.
Gustavo me espera dentro del carro, cuando me ve llegar, se baja para abrirme la puerta.
—¿Estás segura de esto? — me pregunta con cautela.
—Pues segura al 100% pues no, pero tengo que ir, así que vamos. — Gustavo asiente, y arranca el auto.
Al llegar a la prisión mis nervios aumentan, después de 10 minutos de estar esperando llega con dos policías
—¿Cómo has podido? — dice mamá con sus mejillas llenas de lágrimas.—Ósea, ¿Ni siquiera me van a preguntar si es cierto? — digo no sé ni por qué, ya que realmente soy una estúpida.Cuando Gabriel salió de la casa me llamó Gerardo, para decirme que me despidiera de mi hermano, eso me puso en alerta todos mis sentidos, y por más que le grité para que no se fuera, fue imposible, y ahora tengo un hermano a punto de morir y mi otro hermano me observa con decepción, sin verlo venir mi madre me pega una cachetada.—Eres una cínica y descarada, si fuera mentira hace rato te hubieras puesto a la defensiva, si fuera mentira como tu dices, yo no me sentiría tan decepcionada de la clase persona que eres pero yo no pienso esperar a que algo pase a mi hijo, ahora mismo te vamos a llevar a que te
Después de que Camila salió del hospital y yo quedara destrozada, mi celular empezó a sonar, quiero ignorarlo, pero sigue sonando, contesto sin ver quién es.—Diga — respondo sin ánimos.—Estás así por tu culpa, te quería lejos de ese imbécil, y no me hiciste caso.—Eres un desgraciado, te odio.—Pues yo te amo, y quiero que te levantes de dónde estás sentada y saldrás por la puerta de atrás del hospital, sino quieres que tu maridito no despierte nunca del coma y no vuelvas a ver a tus hijos, que por cierto están en el parque disfrutando de una linda tarde, ¡A puesto que no saben que su papá está en el hospital! ¿Cierto? — Abro los ojos como platos.—¿Cómo sabes esas cosas?&nb
Me despierto algo adolorida en una habitación blanca. Dónde sólo se escucha la máquina dónde me tienen conectada. ¿Qué hago aquí? ¿Cómo llegué aquí?En eso, los recuerdos de lo que pasó vienen a mí, empiezo a alterarme, y la máquina tonta empieza a sonar más seguido. La puerta se abre y entra la enfermera y un doctor, detrás de ellos vienen Gustavo, Susana, Diego, y Alberto.—Al fin despertaste cielo. — Susana tiene el rostro rojo de tanto llorar, en su mirada puedo ver una tristeza profunda.—Por favor señora, podría tranquilizarse, en su estado le hace mal. — dice el doctor, mientras yo abro mis ojos como platos al escucharlo.—¿En mi estado? — digo muy nerviosa.—Estás embarazada
EPÍLOGO PV NARRADOR Los cinco meses que Gabriel había puesto de fecha para el matrimonio por la Iglesia habían pasado muy rápido, estaban siendo tan felices que tenían miedo de que fuera un sueño, cinco meses tenía el pequeño Evans, los gemelos al principio estuvieron celosos, pero sus padres tenían tanto amor para todos sus hijos que nunca hicieron de lado alguno, y Montserrat se había encargado de poner en forma su cuerpo mejor que antes. Gabriel la amaba tanto que se sorprendía, nunca creyó poder amar a alguien de esa manera tan intensa, desesperado se movía de un lado a otro mientras esperaba a la novia. El traía puesto un traje negro con gris, el monto que tanto había deseado duró casi cuatro años y medio para que se hiciera realidad. —Hijo te ves guapísimo. —Gracias mamá, pero me lo has dicho tres veces, ¿Acaso estás más nerviosa que yo? —La ve
PV NARRADORMontserrat tenía varios días extraña, casi no pasaba en casa y cuando lo hacía pasaba hablando por teléfono, y eso a Gabriel empezaba a molestarlo, ya habían pasado dos años desde que se casaron por segunda vez, y a pesar de que todo era maravilloso, Gabriel no podía dejar en pensar que seguro se estaba alejando de él porque ya no lo amaba.¿Qué haría si eso era así?, ¿Qué sería de su vida? Él amaba y adoraba a Montserrat, no sería capaz de dejarla, sí tenía que volver a conquistarla lo haría, ella era el amor de su vida y no podía dejarla ir.—¿Cómo está el papito más lindo del mundo? — Vale entró al despacho de su padre, ya tenía 11 años y era una niña hermosa, cada vez que G
109876 5 4321!!!! FELIZ AÑO NUEVO!! —Feliz año hermana. —Igualmente para ti. — sonrió abrazándola, — igual debería estar saludando a mi hija, recibiendo el año
Se levantó de muy buen humor comparado a los demás días, sin duda alguna algo bueno sucedería y esperaba que fuera que a sus padres se les quitara esa idea de verlo casado.Aún no entendía ese empeño de verlo casado y con hijos, las mujeres eran hermosas, fascinantes como para que él tuviera que atarse a una de por vida y mucho menos llenarme de niños, amaba a sus sobrinos pero de larguito más bonitos, como para para tener que estar rodeado todo el tiempo de pañales sucios y el llanto de los niños, no definitivamente esa no era su vida.Gabriel Valencia y tenía 35 años, era muy guapo y eso nadie lo puede negar, y gracias a ello podía tener a la mujer que quisiera y cuando él quisiera, no siempre había sido mujeriego, Gabriel hubo un tiempo en el que creía en el amor, y en la familia él esperaba casarme como sus padres me habían enseñado, pero hacía diez años una mala mujer se burló de él y lo hizo sufrir demasiado así que había decidido que
—¡Vamos Montse ayúdame, solo será por un mes y solo los fines de semana!Vanessa era una de las amigas de Montserrat e iban juntas al instituto dónde estaba sacando el último año que le faltó para poder empezar a sacar su carrera, y trataba de convencerla para que le ayudara en el trabajo—Vane tu sabes que tengo una hija y que se me hará muy difícil, ¿quién me la va a cuidar?.Vanessa trabaja en un bar restaurante llamado Hooters, es muy refinado y la paga es muy buena, pero las mujeres están casi chingas, mini blusas y mini shorts, pantis olor piel, medias y tenis blancas, el problema es que Montse no estaba acostumbrada a usar ropa así, aparte ahí se sale de madrugada ¿con quien dejar a Vale?, Antonio dudaba que quisiera ayudarla, resoplo no sabía ¿que iba hacer? Además necesitaba el dinero.—Vamos Montse, dile a una de tus hermanos, si tienes como 50 hermanos alguno puede hacerte el favor ¿no?<