VUELO PRIVADO: •ஐ[★]ஐ•Se había quedado dormida alrededor de las dos de la mañana, pues el día anterior había tomado una la siesta, que sumado a la ansiedad de su viaje inesperado, la dejaron la noche en vela. Lo cual le permitió tomar su portátil y hacer la planificación para trabajar con la niña, como no sabía cuanto tiempo iba a permanecer en el lugar, lo hizo por quince días. Agradeció que Charlotte le llamó muy temprano en la mañana y le informó que su vuelo al caribe sería a las tres de la tarde, puesto que tenían que esperar que al avión le hicieran su respectivo mantenimiento. Eso le daba un poco más de tiempo de dejar listo lo pendiente. Sin embargo, el chofer se apareció dos horas antes.«La ventaja de ser un vuelo privado», se dijo cuando se subió al vehículo. En silencio se dirigieron hasta el aeropuerto, y en el trayect
CARA A CARA: •ஐ[★]ஐ•Edward se sentía un tanto inquieto, la emoción que sintió cuando vio a Kate no tenía explicación. En el instante en que ella lo había visto, corrió a su encuentro. Sin importarle arrugar su costoso traje hecho a la medida, la tomó en sus brazos y la alzó. —¡Mi princesa, qué grande y que hermosa estás! A pesar de que solo habían pasado dos días de que él tuvo que irse de viaje, no pudo evitar expresarlo. Para Kate parecía ser lo mismo, porque lo abrazaba con fuerza. Mientras dejaba caer su pequeña cabeza en el hueco de su cuello, al mismo tiempo que caminaban hasta el auto.Kate miró a los lados, como si estuviera buscando a alguien.—¿Qué sucede, cariño? —quiso saber Edward.—Alina viene en el otro vehículo —intervino Charlotte—. No te preocupes, Kate. Ella estará con nosotros cuando lleguemos a casa.Edward miró a
¡TRÁGAME TIERRA! •ஐ[★]ஐ•El rostro de Alina palideció, al mismo tiempo que abría mucho los ojos. Fue en ese momento, cuando quiso que la tierra se abriera y la tragara. Porque el hombre que rondaba en sus sueños todas las noches, desde hacía tres años. Estaba parado en frente de ella, y al parecer tan asombrado como ella. —¿Estás bien? La voz de Charlotte la sacó de su lapsus. —Eh, si lo estoy —respondió luego de un respiro. Caminó hasta donde su nuevo jefe se encontraba, de nuevo se sintió intimidada ante el tamaño del hombre. Solo esperaba que esa vez no se burlara de ella, por eso. —Mucho gusto, señor McLean —le extendió la mano.Edward entrecerró los ojos hacia ella, y puso los labios en una línea recta. —El gusto es mío, señorita…—Clark —apresuró a decir ella—, Alina Clark. Aunque estaba un poco cambiada, era obvio que su cará
SIN APARTAR LA MIRADA: •ஐ[★]ஐ•Se supone que Edward, como el soldado que fue, estaba preparado para todo. Quizás era el tiempo fuera de las fuerzas, lo que lo hizo sentir de ese modo. Lo cierto era que por segunda vez en el día, y con diferencia de escasos minutos, Alina volvía a sorprenderlo, y a dejarlo sin palabras. En aquella mujer, lo que le faltaba de tamaño, le sobraba de encanto. Aquellas curvas bien formadas, con las carnes en donde deberían estar. Los firmes pechos redondeados con los pezones rosados le hicieron agua la boca por probarlos, y al bajar la mirada hasta su feminidad, desprovista de vello. Sintió de golpe un calor, que se concentró en el área de su entrepierna. Era obvio que Alina no se dio cuenta de que estaba como Dios, la trajo al mundo en frente de él. Apretó los dientes, y utilizó todo su autocontrol para no ponerla
NUEVOS PLANES: •ஐ[★]ஐ• Después de aquel encuentro, Alina trató de evitar todo lo que pudo a Edward. Así que no tuvo tiempo de presentarle su plan de trabajo, por eso esperaba no tener ningún problema con respecto a eso. Había combinado las tareas sencillas con un poco de terapia del lenguaje. En donde la Kate demostró que era muy inteligente y aplicada. En pocas cosas tuvo que reforzarle el conocimiento, lo que indicaba que su parte cognitiva estaba en perfecto estado. Sin embargo, ese día era viernes y quería hablar con él acerca del progreso de la niña, y todo lo que sabía de él era que había estado de reunión en reunión, al igual que Charlotte. Quería su autorización para dar paseos con ella por la isla. También había notado que Kate cada día se mostraba un poco ansiosa por ver a su papá. Pero lamentablemente no coincidían los tiempos, ya que Edward se iba muy temprano por las mañanas, y Alina suponía qu
QUEEN KANELA: •ஐ[★]ஐ• Era un jodido cabrón, pero tenía que hacer algo con el hormigueo que sentía en su cuerpo, al momento en que Alina rozaba sus piernas contra sus muslos. Sabía que la había asustado, mientras que Kate daba griticos de alegría. Realmente no se arrepentía, pues sentir como se aferró a él era una sensación que quería repetirla una y otra vez. Tardaron a penas cuatro minutos y veintitrés segundo en llegar hasta al yate. —Woa es hermoso… —a Alina se le escaparon esas palabras. —Sí, tienes razón —Edward estuvo de acuerdo. Él esperó a que el joven que los acompañaba estacionara primero, y bajara las cosas de la moto. —Nunca estuve en uno de estos —ella soltó una risita, y agregó: —De hecho, nunca estuve en un yate como este… ¡Tan grande! Edward lo primero que hizo fue cargar a Kate y con la ayuda del joven la subió rápidamente al yate, luego le tendió la mano a Alina para que la tomara.
¡¿QUÉ PASA?! •ஐ[★]ஐ• Kate dio un largo bostezo. —Cariño, estás agotada —dijo Alina. —Estás que te caes del sueño, princesa. La niña estaba prácticamente dormida en la mesa. —La llevaré a la habitación. Edward enseguida la puso en sus brazos, y Kate enseguida suspiró aferrándose a su cuello. Mientras que Alina los seguía llevando las sandalias de la niña en la mano. Tenía que reconocer que su jefe era un total controlador, pues en la mochila de Kate estaba todo lo necesario. Desde dos cambios de ropa, y zapatos. Hasta los artículos de aseo personal. En su caso solo llevaba un cambio de ropa interior y el mismo vestido. La depositó en la cama con mucho cuidado. —Te esperaré en la sala —Edward le informó dándole un beso en la frente a Kate. Alina solo asintió, aunque en su estómago se contrajo con aquellas palabras. Sin embargo, cerró las ventanas y encendió el aire acondicionado. Luego de arropa
MAL SUEÑO •ஐ[★]ஐ• Alina apenas tuvo tiempo de cubrir su cuerpo con la toalla, y salir corriendo detrás de Edward. —¡¿Kate?! —exclamó una vez mal, y en el tono de voz había desespero. Se acercó a ella con la intención de despertarla, pero Alina le puso una mano en el hombro, y le hizo con la cabeza un gesto de negación. —¡Lo juro, me portaré bien! Una vez más, Alina le hizo gesto y se sentó a la orilla de la cama. —Cariño, abre los ojos —le dijo usando una vos suave, al mismo tiempo que apretaba su manito —No estás sola, estamos aquí contigo. La respiración de la niña se rentalizó, Alina continuaba hablando en voz suave. Le decía una y otra vez que no estaba sola, y que abriera los ojos. En el instante en que lo hizo, miró a los lados un poco desorientada. Luego se sentó, y cuando se dio cuenta de que su padre daba un paso hacia ella, se giró hasta donde estaba Alina y la abrazó fuertemente. Edwa