CAPITULO 2
Angélica...
Ella había quedado huérfana muy niña, sus padres habían tenido un accidente y ella se quedó sola, sin nadie que pudiera cuidar de ella, las monjas de un convento la acogieron desde que era una niña y le enseñaron de la santidad.
Su vida fue ver el pecado en todo, en orar y pensar que Dios era lo único que podía importarle, que darle valor a otra cosa era faltar a lo que le habían enseñado desde pequeña.
Angélica tenía miedo, no quería sentir esto que apareció en su pecho desde la noche de su cumpleaños, cuando el reloj sonó las 12 campanadas y vio que era el dia algo le hizo creer que la consumía, que ella era la mujer de alguien con un destino que se vestía de negro.
Esa noche tuvo un sueño erótico, ella la mujer más virginal de toda la ciudad, la que hasta la fecha no había sido tocada por ningún hombre, la misma que veía en el sexo al peor de los pecados y que pensaba que solo debería ser para reproducirse como lo decía el sagrado libro.
Ella se tocó en la noche imaginando que un par de ojos azules la llamaban a su lado, la quería tener, ella era suya desde hace mucho y no lo sabía.
Busco en todos los libros de la biblioteca algo de explicara porque en sus sueños ese hombre lobo del que no sabía nada, pues jamás hubiera imaginado de la existencia de esas criaturas.
Quería respuestas a una vida de solo dudas, cuando una de las monjas se dio cuenta que estaba leyendo lo que ella consideraba " lectura profana" se enojo.
— Tienes que sacar de tu cabeza las ideas pecaminosas de criaturas que solo puso Satán en la tierra — le quitó los libros y la jaló en medio del salón donde estaban las otras monjas de rango.
— Yo .... Yo solo estaba leyendo — Angelica lloraba, tenía miedo, el mismo que le habían metido en la cabeza desde que era una niña.
La mujer agarró un látigo y empezó a golpearla en la espalda, un castigo de arrepentimiento, además de quemar los libros.
Angélica estaba muy herida, y la única amiga que tenía, Rosa, le ayudo a sanar las heridas de su espalda.
— Esto no es vida, tu no deberías quedarte aquí — Rosa quería que ella se fuera, pero Angélica tenía miedo de explorar el mundo, no sabía que hacer, siempre había estado en ese lugar y nunca había trabajado.
En ese momento decidió hablar con la madre superiora y lo que escucho le heló la sangre.
— Nosotras sabíamos que ella tenía el mal en su ser y que al cumplir 25 iba a explotar, tenemos que alejarla de aquí y llevarla al convento de la concepción en Roma, allá no la van a dejar salir — Quien hacia estas propuestas descabelladas era la misma monja que le había golpeado.
La madre superiora estuvo de acuerdo.
Angelica sabia que si era enviada a ese convento jamás vería la luz de la luna, que estaría encerrada con leyes más estrictas.
Se encerró en su habitación, era momento de tomar la decisión más importante de su vida, escapar.
Le pidió a la madre superiora un permiso para ir a la biblioteca a pedir excusas por los libros que se rompieron en su castigo y la mujer acepto, no sin antes decirle que tenía que empacar su maleta pues sería trasladada.
Angélica tomó algo de ropa en una maleta pequeña y se fue del convento, nunca en su vida había sentido tanta adrenalina.
Lo primero que hizo fue buscar a Abigail, era la única amiga que conocía, y eso era deprimente teniendo en cuenta que solo habían cruzado un par de palabras.
Al llegar quien estaba era Liam, y sintió vergüenza, no solo de tener que explicar lo que había pasado si no porque sabía que no tenía dinero para pagar los libros.
Camino toda la noche, se quedó en un parque donde solo la luz de la luna la cubría.
Nunca imaginó que su vida sería así de difícil, pero quizas respiraba un poco de libertad.
Muy temprano con las cosas aún en su mano, se subió a un puente, quizás lo mejor era ir con sus padres.
La soledad era uno de esos síntomas al que siempre le tuvo miedo, no podía enfrentar un destino lejos del convento pero tampoco quería perder su libertad.
Se subió en el barandal, miraba como los vehículos pasaban debajo de ella, abrió los brazos con lagrimas en los ojos pidiéndole a su Dios perdón por lo que estaba a punto de hacer.
Sabía que su muerte nadie la iba a llorar ,que nadie iba a sufrir por ella.
Se lanzó del puente.
En ese momento cuando sintió que su cuerpo estaba en el aire, alguien la tomó de la cintura.
Abrió los ojos y estaba varios metros lejos de su lugar de origen, mientras un hombre de ojos azules, el mismo hombre con el que soñaba la sostenía en sus brazos.
Ella abrió los ojos, era el, el hombre de sus sueños, el mismo que la hacía suya y que le inspiraba los más bajos instintos.
—¿Estas bien?— pregunto el hombre mientras le daba una caricia en la mejilla.
— Tu.... Yo.... Si estoy bien — Angélica sentía que su corazón latía rápidamente, casi que era una banda marcial la que estaba en su pecho.
El hombre sonrió, pero de nuevo Manolo empezó a olfatearla, su olor era algo llamativo, y no hubo un solo centímetro de su piel que no quisiera oler.
Angelica se quedó paralizada, le gustaba lo que estaba haciendo pero no entendía el propósito —¿Que haces?— dijo ella algo nerviosa.
— Mía.... Eres mía — las palabras de Manolo no tenían sentido ni siquiera para el.
Ella sonrió y lo beso, su primer beso.
Manolo estaba confundido, no podía quedarse con ella, ya había hecho mucho por Angélica.
Sus labios le habían dado la fuerza de alejarse de la eternidad, ella sintió una nueva fuerza que la hacía luchar por salir adelante.
Tenía muchos tabúes en su cabeza, quizás esto sería un pecado mortal según las enseñanzas de sus monjas, pero lo que sintió estaba lejos de ser un pecado, era amor.
Manolo al dejo en una banca y se fue del lugar con el corazón en la mano, no podía demostrar debilidad pero estaba perdiendo.
Angélica como pudo se levantó y busco de nuevo a Abigail, que no estaba en el trabajo.
—¿Para que la buscas?— pregunto Liam que recordó lo que le dijo su amiga acerca de la monja y sus búsquedas de lobos.
— No conozco a nadie más en la ciudad, necesito trabajo, si quieren puedo barrer o hacer lo que me pidan — ella necesitaba un techo y comida.
Liam no podía darle trabajo en la biblioteca pero la llevo donde su amigo, Kevin.
El era un estilista de la ciudad, tenía un salón de belleza y necesitaba a una ayudante para todo lo del salón.
— Te puedes quedar en un cuarto que tengo en la bodega, y puedes aprender a cortar cabello para ganar un poco más de lo que te pago — Kevin era el crush de Liam, pero los dos no habían dado aún el paso definitivo.
Angelica acepto, parecía que aquel hombre al que ella había nombrado su ángel, estaba llenando su vida de buena suerte, quería volver a verlo y sabía que en sus sueños los dos de nuevo tendrían un encuentro.
Angelica se miró en el espejo, sus labios aún le ardían y estaban hinchados después de ese beso, el le dijo que ella era suya y ella lo declaraba en su cabeza << Soy tuya>> suspiro.
Manolo llegó a casa, el vivía en una lujosa mansión en compañía de su madre, en medio del bosque, para poder seguir con los negocios de la manada en la mafia.
Quizás la mejor fachada para justificar no sólo su poder, si no como se manejaba la manada.
Estaba sintiendo que se volvería loco, lanzó las cosas por lo aires de su habitación y rompió un espejo, se miró al igual que aquella marca que no dejaba de quemar su hombro.
—¿Que está pasando Manolo? Pensé que ya habías dejado de ser agresivo, eres el Alfa y debes dar ejemplo no solo demostrar que estás lleno de poder — Caroline le dio un abrazo mientras tomaba el botiquín para sanar aquella herida que crecía en su espalda.
—¿Es posible tener dos Mate?— la pregunta de Manolo solamente hizo que Caroline temblará.
—¿Porque preguntas eso? Tu sabes la respuesta — Ella intentó fingir que no había escuchado nada, que esto solo era un mal sueño del que su hijo tenía que reaccionar.
— Mamá, olfatee a dos mujeres, no me explico que pasa en mi, pero las dos son ese ser que la Diosa de la luna puso para mí — Manolo estaba desesperado en medio de su confusión.
— Solo estás confundido, un día vas a ver qué solo una es tu mate y quizás no es ninguna de ellas solo te gusto su aroma —Caroline se levantó con una sonrisa, fingiendo que todo estaba bien.
Al salir sintió un fuerte escalofrío en su pecho, aquella maldición la persigue y si no hace algo, una de esas mujeres va a ser la asesina de su hijo y puede acabar con su dinastía.
CAPITULO 3Alicia....Una mujer de cabello negro, una hermosa tez blanca, con una hermosa joya de esmeraldas que cuelga de su cuello, y un vestido de uno de los mejores diseñadores del país, baja las escaleras de caracol de su gran mansión.La fiesta de su cumpleaños 25 tiene que opacar cualquier otra, pero su padre aprovechaba este tipo de eventos, para seguir demostrando que seguía teniendo dinero y que era poderoso.Alicia en cambio sentía que todo esto era parte de un aburrimiento, y su amigo, Luis, era el único que la entendí en medio de las sonrisas falsas.Mientras estaban haciendo el brindis, su padre empezó a hablar de los grandes logros de su hija que solamente eran una farsa.— En la continuación de sus estudios en París, mi hija ha sido una de las estudiantes destacadas de la universidad, y pronto una de las mejores economistas que puedan ustedes ver — las palabras de su padre eran falsas.Ella no era la mejor estudiante de nada, su estadía en París solamente había sido po
CAPITULO 4Manolo llegó en la noche con toda la energía que nunca había sentido para acabar su cuadro, después como si algo succionara absolutamente todo de él, se desmayo.Cuando Caroline vio aquel cuadro con tres mujeres entendió que la profecía de los 25 años estaba cocinándose alrededor de su hijo.De inmediato tuvo un consenso con los ancianos, ellos y ellas sabían que alejarse de una posible mate iba a ser muy complejo.Ningún hombre lobo podría contener la obsesión que podía generar tanto el aroma como la atracción.Pero tenían que hacer un enorme esfuerzo, para que esa relación, con aquellas tres mujeres no diera fruto.Después de aquella reunión Caroline se citó con su hijo.— Estuvimos hablando con el consejo de ancianos, creemos que es momento de que elijas a mi sucesora como matriarca de la manada — fue la única excusa que pudo encontrar su madre.Manolo no le quería decir nada a su mamá de la confusión de su cabeza, tenía miedo que lo consideraran incapaz de la manada por
CAPITULO 5Manolo tenía algo de rabia, pero respetaba tanto a su madre que a pesar de ser el alfa no alzaría la voz.— Aclara esta situación de inmediato, no quiero que Alexandra se haga ilusiones de algo que no va a pasar — Manolo de inmediato decidió encerrarse en su habitación.Caroline no le hizo caso, solamente le pidió a Alexandra el tiempo suficiente para ocupar el lugar de su esposa.Le pidió a Henry en ese momento, que buscará información de las mujeres que estaban en el cuadro.— Una de ellas, es la hija del cazador mayor, no quiero creer, que nuestro Alfa pudo fijarse en la hija de nuestro enemigo — Henry estaba muy preocupado por este asunto en particular.Manolo ya estaba enfrentando sus propios demonios, salió a la terraza para aullarle a la luna, intentando entender porque su corazón ahora era de tres mujeres.Chocolate, Vainilla y canela, los tres olores favoritos, los tres olores de ellas.Angélica rehacia su vida después de vivir en el convento, no era fácil para ell
CAPITULO 6Parecía que la tierra misma sabia de la maldición que circulaba entre los cuatro presentes.El mismo se sentía completamente perdido en medio de sus propios sentimientos y de su propio corazón.Manolo sabía que estaba al lado de las tres mujeres más importantes de su vida, la gente empezó a correr mientras él intentaba protegerlas con su cuerpo fornido.Cuando el temblor pauso, el alcalde y padre de Noel, de inmediato intentó controlar a sus invitados — No pasó nada, podemos seguir disfrutando del banquete —.Alicia en ese momento tomó del brazo a Manolo — Te he llamado en varias oportunidades, créeme que para mí es muy importante poder hablar contigo — ella no dejaba de morderse el labio, era su forma de seducir y expresar su deseo.Angélica quería hablar con él desconocido, pero al ver a Alicia se alejó, no quería tener más problemas con ella después de lo ocurrido en su casa, tenía miedo de la manera en la que aquella mujer le hablaba con total desden.— Los dejo solos,
CAPITULO 7Caroline estaba segura que tenía que alejar a las mujeres de la vida de su hijo y concretar a Alexandra como la esposa de Manolo, una manera de hacer una jugarreta a la maldición.— Señora, mi intención no fue incomodar a su hijo — Angélica agachó la mirada mientras las lágrimas salían de sus ojos, odiaba ser humillada de una manera tan cruel por otras personas que eran claramente de poder.— Lo hiciste, no tengo nada en contra de ti, pero prefiero que mantengas la distancia de Manolo, a menos que busques un Sugar Daddy — Caroline salió de allí, dejando a Angélica destruida.La joven busco a Kevin, en ese momento su amigo estaba pasando un momento divertido, no quería irse de la fiesta.Así que ella no le dijo nada, solo se fue de allí corriendo, al correr y sin tener experiencia con los tacones, tropezó y cayó por las escaleras, las mismas en las que hace unos momentos había pasado el mejor momento de su vida.Se arrodilló en el suelo, la frustración era imposible de no se
CAPITULO 8Abigail estaba muy nerviosa, cuando el le decía que era suya sentía que su cuerpo temblaba.—¿Qué es lo que quieres de mí ?— su respiración estaba agitada, mientras Manolo solo le daba caricias con su dedo por el abdomen, sin cruzaf el límite que ella ni quería.— Nada, solo tenerte, te quiero a ti — Manolo la besó.El agarró la mano de Abigail y lentamente la colocó en su feminidad, sabía que ella lo necesitaba.—¿Que haces?— pregunta ella con sudor en su frente y la boca seca.— No me dejas que yo lo haga, sé que necesitas la liberación, por lo menos deja que mire que piensas en mí — Manolo le dio un beso en el cuello, y le dio un suave mordisco, era una señal que era suya, una especie de marca.Abigail tenía miedo, vergüenza, pero lo hizo, empezó a desahogar con sus manos, todo lo que Manolo aún no se había ganado de ella.Sus pequeños quejidos, que solo significaban el placer del momento, hacian a Manolo perder la cabeza, observar como ella se tensionaba lentamente pens
CAPITULO 9Caroline se enteró que su hijo Manolo había llevado a una humana a una de las guaridas, por supuesto se enfadó.—¿Quién es esa mujer?— le preguntó de inmediato a Henry mientras sentía que la rabia se metía dentro de su pecho.— Es una de las mujeres que ha estado frecuentando su alteza, le pedí que no lo trajera hasta aquí pero la salvo de un accidente y quiere que lo cuidemos — Henry sabía que esto iba a ocasionar un problema en la manada.Caroline le pidió que siguiera las instrucciones de Manolo, a pesar de que sabía que esas mujeres lo único que podían ocasionar era problemas.****Manolo no se había separado de Alicia un solo segundo, quería asegurarse que ella estuviera bien después de lo sucedido.La mujer seguía algo aturdida por el golpe, sentía algo dentro de su pecho, que no la dejaba respirar bien.Alicia solo recordaba flashback del accidente, pero no podía entender que había pasado con exactitud.—¿Cómo llegué aquí?— pregunta ella mientras manda saliva, su gar
CAPITULO 10Angelica recibe una visita de Alejandro, el insiste en que ella se dirija a su estudio para tomarle una sesión de fotos.— Se que tienes el potencial y solo tienes que explorarlo — Alejandro le explica a Kevin que lo conoce desde hace mucho años.— Deberías ir, intentar, y si sientes que no es lo tuyo por lo menos no te quedaste con las ganas de saberlo — Kevin la alienta.El reconoce la belleza de Angélica, pero también reconoce que ella está llena de miedo y de inseguridad, que no es capaz de ver más allá de la novicia que dejó el convento.— Está bien señor Alejandro, pero si las fotos no me gustan, le dejó claro que de inmediato me iré del estudio — Angélica accede a subirse en el automóvil del hombre.Los dos llegan a un lujoso estudio de fotografía, Alejandro ve en Angelica una sensualidad tierna que quiere explorar.Quiere crear en ella, una imagen que inspire deseo en medio de su ternura, lo que él llama " Lo más cercano a la fantasía de la profesora de Kinder".An