CAPITULO 5

Manolo tenía algo de rabia, pero respetaba tanto a su madre que a pesar de ser el alfa no alzaría la voz.

— Aclara esta situación de inmediato, no quiero que Alexandra se haga ilusiones de algo que no va a pasar — Manolo de inmediato decidió encerrarse en su habitación.

Caroline no le hizo caso, solamente le pidió a Alexandra el tiempo suficiente para ocupar el lugar de su esposa.

Le pidió a Henry en ese momento, que buscará información de las mujeres que estaban en el cuadro.

— Una de ellas, es la hija del cazador mayor, no quiero creer, que nuestro Alfa pudo fijarse en la hija de nuestro enemigo — Henry estaba muy preocupado por este asunto en particular.

Manolo ya estaba enfrentando sus propios demonios, salió a la terraza para aullarle a la luna, intentando entender porque su corazón ahora era de tres mujeres.

Chocolate, Vainilla y canela, los tres olores favoritos, los tres olores de ellas.

Angélica rehacia su vida después de vivir en el convento, no era fácil para ella pero Kevin se volvió en su cuidador, un hermano mayor.

Ella decidió buscar a Abigail, no sabía porque, pero quería que ella fuera su amiga.

— Me alegro que ya no seas novicia, y no te preocupes por los libros, le diré algo al encargado para que no me los cobre — Abigail sabía que Angélica estaba dando un gran paso.

El padre de Abigail llegó por ella, quería hablar sobre la invitación del alcalde 

— Es un baile de caridad para el hospital infantil, como sheriff tengo que ir —.

El padre de Abigail, era el Sherrif de la ciudad, Jorge, siempre había ocupado ese cargo por el cariño de la gente que lo elegía, por eso era el mejor cazador y esperaba que Noel un día ocupará su lugar.

— No papá, yo no quiero ir a esos eventos que son solo sociales y no para ayudar — Abigail odiaba esa vida, su padre solo quería usarla para el papel del padre viudo dolido.

— Es el padre de Noel quien pide tu presencia, es el alcalde de la ciudad y te quiere mucho — Jorge sabía que lo mejor para su hija era casarse con Noel, compartían no sólo su odio por los Lobos

Acepto, Abigail siempre perdía cuando su padre le pedía un favor por el amor que le tenía, quizás por eso ella aún no era capaz de decirle lo que le provocó ese lobo, porque la odiaba, era prohibido y podría hasta matarlo de dolor.

Angélica regreso a casa donde Kevin la esperaba — Está noche es la colecta, tenemos que arreglar a Alicia McCartney una de mis mejores clientes, y después prepárate, porque me vas a acompañar —.

Alicia estaba en la piscina, después de lo que sucedió hace unas noches, sus padres estaban furiosos, y decidieron cortar sus tarjetas de crédito.

Ella estaba viviendo con Luis su amigo, mientras estaba en la piscina el se acercó y le dio un beso en el cuello —¿Y si te casas conmigo?— 

— Los dos somos amigos, con derechos pero solo amigos — ella le dio un empujón mientras seguía nadando.

Luis estaba enojado, pensó que Alicia y el formalizarian algo, pero ella solo estaba preocupada de buscar al hombre del bar, no le respondía a sus llamadas.

— Ya deja de llamarlo, quizás te dio un número falso — dice Luis en medio de su frustración.

— Nadie se burla de Alicia McCartney, él va a caer como han caído muchos — Era un reto para la rebelde chica tener a Manolo en su vida y en su cama.

Kevin llegó con Angélica, Alicia con su arrogancia le pidió maquillaje y peinado, además de pedicura para la noche.

Angélica estaba arrodillada limpiando sus uñas, mientras la mujer la miraba con desden.

Kevin se ausento un par de segundos y Alicia alzo fuertemente el pie, haciendo que Angélica lastimara su dedo

— ¡¿Que te pasa estúpida?!— Alicia le dio un fuerte empujón a Angélica que la lanzó al suelo.

Kevin salió y al escuchar el escándalo se disculpó con Alicia y le pidió a Angélica que se fuera al salón, el se encargaría de todo.

Alicia estaba llena de rabia, Juan y Kevin la desconocían, pues a pesar de ser una niña rica, nunca se comportaba así con la gente de escasos recursos, siempre era compresiva porque ellos eran los encargados de cuidarla en las largas ausencias de su padre.

—¿Que te pasa? Te desconozco — se acercó Luis con un vaso de agua.

— La odio, no sé porque pero no quiero volver a ver a esa mujer cerca de mi — Alicia tomó el vaso de agua.

Angélica lloro, no estaba acostumbrada a este trato, era un ángel muy débil, y las humillaciones de Alicia le dolieron.

Al llegar a la habitación bodega en la que dormía en el mismo salón de belleza, se dio cuenta que Kevin le había colocado un hermoso vestido para la noche, pero no sabía si ir, si había más gente como Alicia ella sería vista como mosco.

Kevin regreso y se encontró con la depresión de la chica — No te puedes dejar vencer, solo es un proceso en la vida conocer a personas como Alicia —.

El mismo decidió hacerle un cambio de look a Angélica, también tenía que resalta en su primera fiesta.

Abigail se preparaba, cuando Noel llegó, quería que los llegarán del brazo.

— Te recuerdo que ya no somos nada, más que amigos y hermanos de comunidad —Abigail quería rechazarlo pero de nuevo la insistencia de Jorge hizo que lo aceptará.

Manolo ya estaba en el evento, el tenía que asistir con su madre, que era respetada, pero odiaba fingir que era un humano.

Su oído y olfato estaba mucho más desarrollado lo que hacía este tipo de situaciones insoportable para sus sentidos

A lo lejos, vio llegar a Abigail, era tan hermosa pero de nuevo acompañada de otro idiota, el mismo que reconoció de inmediato, un cazador.

Se aprovechó de un pequeño descuido de Noel, que tenía que atender a los invitados de su padre, el alcalde, Abigail fue al baño para mojarse un poco el rostro.

Se acercó de inmediato y le dio un beso en la mano, Abigail estaba algo desconcertada, era el hombre de la joyería.

—¿Me estás siguiendo?— Abigail mando saliva muy nerviosa, su corazón solo latía así con la voz gruesa de este hombre

— No, solo el destino parece unirnos — Manolo se recostó en la pared dejando a Abigail a pocos centímetros de el.

—¿Que es lo que quieres?— Ella estaba nerviosa pero sabía que esto era más fuerte que ella ¿Acaso era el lobo? Era imposible no tenía sus ojos azules.

— A ti, quizás solo a ti — Manolo la tomó del mentón y la besó.

Los dos lentamente entraron de nuevo al baño, la puerta se cerró tras ellos mientras el beso era más intenso.

Manolo agarró a Abigail de la cintura y la subió sobre el lavado mientras ella abría sus piernas un poco para llamarlo más hacia ella.

Los besos, las caricias, todo era perfecto para un momento de pasión — Mía — de nuevo susurro el en su oído como una especie de gruñido.

En su cuello dejo una leve marca, un moretón de sus labios succionando su piel, una marca que no quería que se borrará.

La puerta sonó, ella reaccionó al escuchar la voz de su padre y le dio un empujón a pesar que él no quería dejarla ir.

— No voy a caer, me imagino que eres ese tipo de gigoló que solo me quiere meter a la cama — ella le dio un fuerte empujón mientras se acomodaba el vestido.

— No te vayas, eres mía y tienes que obedecer — la empujó un poco en contra de la pared del baño mientras seguía besando su cuello.

Abigail mordió el cuello del lobo, es ella quien dejaba la marca de sus dientes en el, este se alejó con una sonrisa.

— Yo no le hago caso a nadie, y mucho menos a un mafioso — Abigail sonrió y salió de allí con el corazón lleno de adrenalina.

Nadie la vio, pero Manolo se quedó mirando su espalda, específicamente su hombro.

El vestido que solo era de tirantes, dejaba ver esa parte de su piel, era la marca, la misma que él tenía desde el día de su nombramiento ¿Era ella su mate?.

Salió corriendo tras ella para hablar, para preguntarle del misterio de su ser.

Cuando el olor a Vainilla llegó a sus fosas nasales, era aquella novicia hermosa que abrazaba a Abigail, se acercó a las dos.

Angélica sonrió mientras sentía su piel erizarse.

—¿Manolo?— el aroma a Canela estaba cerca, Alicia lo tomó del brazo con una gran sonrisa

Las tres mujeres que lo volvían loco con su aroma estaban a su alrededor.

Abigail, Alicia y Angélica.

¿Quién era su mate?

Mientras los cuatro se miraban como si el destino les decía que se conocían, la tierra empezó a temblar.