No podía creer lo que había pasado frente a nuestros ojos, Esmeralda no es conocida por ser una persona impulsiva, aun así, casi mata a uno de los mafiosos más importantes de este planeta, ¿qué mierda pasó por la cabeza de mi hermana? Melanie Diamante y yo no salíamos del asombro.

—papá, es nuestro deber ir a ver qué sucede con mi hermana.

—dije que no Leander, ella está grandecita como para solucionar sus problemas, es más si tiene valor para dispararle, ¡debe tenerlo para asumir las consecuencias! Lo que acaba de hacer ella es una falta gravísima y deberá pagar las consecuencias de ello, eso es algo que ni siquiera yo que soy su padre puedo pasar por alto.

—la saqué del lugar, abrí la puerta de mi camioneta y la coloqué en el asiento trasero, luego me coloqué sobre ella y la inmovilicé subiendo sus manos encima de su cabeza.

—¡suéltame idiota! ¿Quién te has creído tú para tocarme así?

—¡tiene miedo a la niña! ¿No me digas que matas el tigre y después tienes miedo al cuero? Te daré u