Ni me lo recuerdes y eso no fue lo peor, el idiota alteró todos mis sentidos y luego se levantó, abrió la puerta y me dijo que me fuera, me echó como a un perro, ¡te puedes imaginar lo ofendida que me siento!

—ja, ja, ja, el desgraciado te dejó caliente, tengo que admitir que esa sí fue la venganza digna de un mafioso, ja, ja, ja.

—no te burles que luego de eso tuve que venir directo a la camioneta porque no me sentía capaz de entrar a la reunión nuevamente, mucho menos de verle la cara a mi padre o a mis hermanos. Gracias a Dios que Leander salió una hora después cuando ya yo me encontraba en total calma, juro por Dios que Gianni me las pagará, en algún momento tendré la oportunidad de vengarme de él.

—¿lo buscarás?

—eso nunca, ¡soy Esmeralda Salvatore! Yo no busco hombres, mucho menos mafiosos, ahora solo quiero que se termine esta mierda para poder irme a España, ya no me interesa que hagan mis hermanos o qué mierda pase entre Royer y Diamante, quiero volver a mi vida.

—yo diría qu