Zafiro y yo terminamos nuestro encuentro sexual, luego nos dimos una ducha y yo decidí acompañarla a su casa, porque soy un hombre… No me acobardaré, sé muy bien que lo que hicimos puede traer consecuencias y yo estaré dispuesto a acompañarla en este camino.

—no negaré que Massimo me atrae de todas las maneras posibles, pero no siento amor por él y eso lo comprobé cuando terminamos de tener sexo, porque no me provocó acurrucarme. No hay ese sentimiento que tengo hacia Adriano y comprendí que esto no era más que una experiencia sexual que quizás hubiese llegado un poco más lejos si lo hubiese conocido antes, pero mi corazón ya está ocupado, así que volveré a casa y hablaré con mi esposo.

—debo decir que esta es la decisión más difícil que he tomado, juro por Dios que tenía ganas de secuestrarla y no dejarla volver jamás… Pero debía dejarla ir, así que al llegar a su casa bajé del auto, abrí la puerta y dejé que ella bajara con el hombre de seguridad que quería dejarle, hasta luego prec