—¡Zafiro!

—esas palabras me hicieron volver en sí… pero no pude dar un paso porque sentí como un líquido bajaba por mis piernas.

—mi esposa estaba paralizada, luego dirijo mi mirada hacia sus piernas y todo mi mundo se derrumbó cuando vi que estaba sangrando. Corrí hacia mi esposa y la tomé en brazo, tranquila mi amor, todo va a estar bien.

—no quería hablar porque muy dentro de mí sabía que las cosas no estaban bien, yo no me sentía bien, pero no se lo diría a Adriano, así que guardé silencio y me dejé llevar.

—hoy por primera vez en mi vida conocí el miedo, tuve mucho miedo de perder a mi esposa y ahora de perder a mi hijo, manejé como un loco para llegar al hospital más cercano, abrí la puerta y de inmediato vinieron a ayudarme, coloqué a mi esposa en la silla de ruedas y entramos.

—¿Qué tiene la paciente? —Doctor… hoy me enteré de que estoy embarazada, pasé por una situación de estrés muy fuerte y comencé a sangrar.

—la atenderemos de inmediato, señor necesito que deje sus datos e