—¿¡Señora Maylene?! —Roxxie lleva a Hannah hacia sus brazos, y la mira con los ojos abiertos. Intenta acercarse—, ¿Está todo bien?—¿Hace cuánto? —mientras tiene oculta a Hayley en su cuello, Maylene gira completamente el cuerpo hacia Roxxie. Por un instante siente sus manos temblando al sostener a
—Muéstrame los vídeos de las cámaras por favor —deja a las niñas en el suelo. Pero el error fue confiar en que podía controlar a ambas. Hayley jala su pantalón con llanto para que vuelva a levantarla—, dame tan sólo un segundo, mi amor —le pide en voz baja, sosteniendo su mano.—Claro, señora. Sígam
Marca su número.“¿Bueno?”No es la voz de Declan.—Amy —pronuncia, aliviada también—, soy yo.“Maylene, gracias por llamar. Declan está en la habitación de mamá y dejó el teléfono. De seguro ya regresa porque se fue hace media hora.”—¿Cómo sigue la señora Ellison?“Todavía no despierta” la decepci
—Ya estamos cerca de llegar al hospital, señora —Fred acelera lo más que puede. Y expresa éstas palabras porque sus lágrimas silenciosas son una cascada que no tiene final.Maylene mueve la cabeza como puede, pero las fuerzas están alejadas de ella, no las consigue. Y las tiene en su cuerpo sólo par
—Te juro por Dios que ella estará bien —Declan toma su rostro. Sus dos manos acarician las mejillas que acoplan las lágrimas de Maylene—, necesitamos esperar, está en buenas manos.—Mi bebé —como si su corazón no pudiese comprender la desesperación que está sintiendo Maylene no controla sus lágrimas
Maylene se pasa las dos manos por el rostro cuando Declan no se sienta a su lado. Al abrir los ojos, Declan toma su tobillo sin ejercer tanta presión. Le coloca un primer zapato. Dios, se había olvidado que salió en pijamas y descalza de la casa.—Tendrás un resfriado con todo éste frío —Declan colo
Declan sostiene con fuerza la cintura de Maylene, y parece que ha quedado en un estado de shock porque no responde o no procesa lo que el doctor acaba de decir.—¿Es grave? —es él quien pregunta al doctor. Maylene se tapa la boca con una mano, con los ojos abiertos.—Entiendo que esto puede sonar al
—¿Síndrome? —Maylene se descubre el rostro, confundida en el dolor—, ¿Cómo que síndrome? Hayley es una niña sana…ninguno en nuestra familia sufre de esa enfermedad.—Debes saber que a ésta edad los niños se enferman más. No voy a dejar que nada le falte a tu hija, Maylene. Y estaremos los dos al pen