El aire frío de la noche los hizo sentir bien —¡Vamos a volar!—dijo Dominik Desplegó sus alas, las abrazo y volaron hacia el cielo, los que estaban afuera vieron ese espectáculo y miraban con la boca abierta, jamás en su vida habían visto nada de eso. Volaban encima de las nubes con sus manos, tocaban las nubes, se acordaron de que ellas también tienen alas y las desplegaron, Dominik estaba feliz, ahora volaban juntos haciendo piruetas, subían y bajaban en picada, se escuchaban sus risas. Bajaron en un claro, se acostaron un rato mirando las estrellas, besándose a cada momento, se escucharon unos gruñidos, Dominik vio que eran lobos y no le dio importancia, se acercaron algunos, pero se levantó y los correteo a vista de sus esposas, que se reían como corrían los lobos, se fueron y Dominik venía saltando y aullando riéndose, se volvió a acostar y ellas lo acariciaban contentas. Se levantaron y empezaron a caminar, jugueteando entre los árboles, pero otra vez los gruñidos, y Dominik
Lucius, el rey licano indago con cautela —¿Puedo acercarme a ti Dianne? —¡No quiero!, no me toques—dijo Dianne —Pero Dianne, quisiera que, sintieras mi aroma de alma gemela Dianne lo miro y frunció el ceño enojada —¡No quiero oler nada de ti!, no quiero, ¡me encanta el aroma de Dominik!, es mi esposo y lo amo, ¡aléjate de mí! Lucius escucho eso y se sintió triste del rechazo, se hizo para atrás y se sentó en la cama agachada la cabeza, mientras Dianne se recostó encima de la mesa y sentada en la silla, mirándolo enojada y llorosa. —Dominik, ¡sálvame!—dijo bajito Dianne y sollozo. En Transilvania, Dominik estaba intranquilo, caminaba de aquí hacia allá —No quiero que la toque, es mía, mi esposa, mi mundo, ¡maldito Lucius! Tocaron en la puerta, la abrió, era su hermana Laila, lo abrazo diciendo —Me enteré de lo que paso, y estoy segura de que Lucius no tocara a Dianne, mientras ella no quiera —¿Por qué estás segura, Laila? —Los Lycans jamás fuerzan a su pareja de vida, esper
Mientras en el reino, Alexander hacía planes con Adrién, para ir al aquelarre, pero decidieron no llevar a Dominik, iban a aprovechar del don que tenía Adrién que podía entrar en cualquier parte siendo invisible y hacía invisible quien este junto a Él, nada ni nadie podía sentir su energía ni presencia. Llevaría a Sacristo un guerrero que era el más veloz del reino, solo Dominik lo superaba, era el encargado de ir matando a las brujas, también se llevaba a varios Nigromantes, esperaron que Dominik se duerma, y emprendieron su camino. Se teletransportaron hasta los linderos del campamento de las Brujas y se camuflaron bajo el manto de Adrién. Entraron sigilosamente y de tienda en tienda fueron masacrando a las brujas, prácticamente más de la mitad estaban ya muertas, no se escuchaba ruido alguno, cuando de repente empezaron a escucharse gritos de alarma, todos se miraron extrañados, todo lo estaban haciendo sigilosamente. La Reina del Aquelarre salió de su tienda gritando —¡Ya viene
Dominik comprendió, regreso a ser el mismo de siempre, se acercó a Lucius y le dio la mano y después lo abrazo diciendo. —Bienvenido a la familia, cuñado Alexander escuchó eso y miro a un sonriente Adrién —¿Qué dijiste Dominik?, ¿cuñado…? ¿Cu… ñado? —Si papá, su pareja de vida realmente es Laila mi hermana Alexander miró a Lucius, sonrió, lo abrazo y se carcajeó —Jajajaja, ¡mi hija Laila!, jajaja, mi hija Dianne corrió a abrazar a Dominik llorando de felicidad —Dominik, mi amor, viniste por mí, ¡te amo, te extrañé! —Yo te extrañé más, casi muero por no verte, ¡te amo demasiado! La abrazo y la beso con tanto amor y Dianne a Él lo amaba tanto —Vamos a casa Dominik, quiero ver a mi hermana, la extrañé también y mucho, Dominik se despidió de todos y Lucius le pidió que espere un momento, se acercó a Dianne —¡Perdóname Dianne!, estaba equivocado, te hice asustar sin querer —¡Ya pasó Lucius!, nunca me faltaste al respeto y te lo agradezco, amo a mi esposo y hubiera preferido mo
Los demás llegaron a la Disco, muchas personas conocían a Alexander le hacían la venia, los demás al ver eso empezaron a hacerle también la venia y Él respondía el saludo. Se sentaron en una mesa y los atendieron prontamente, estaban conversando y a Mircela le gusto una canción y salió a bailar con Adrién, Lilia y Lucius también salieron a bailar. Alexander estaba solo y se le acercó una hermosa rubia de ojos verdes y dijo —Su majestad, ¿podría bailar conmigo esta canción? Alexander la miro, era una hermosa joven, accedió, se levantó y empezaron a bailar y la chica se quedó anonadada de ver bailar al padre del rey en esa forma, se sabía pasos modernos de baile y ella le siguió el compás. Término la canción, le agradeció la chica y se fue, comenzó otra rola bailable de hip hop, y una morenaza se le acercó y le pidió que baile con ella, Alexander se levantó y cuando empezó a bailar le hicieron un ruedo, porque bailaban espectacular, al terminar los aplaudieron. Alexander fue hacia
Dominik estaba despertando todo perezoso —¡Auuumm que sueño!, oh están aquí, ¿qué paso que me dormí? —Dominik vas a ser padre El Rey las miraba sonriente y dijo —¿Qué cosa?, ¿qué dijeron? —Que estamos embarazadas Dominik salto de la cama, feliz se puso a bailar —Papá, voy a ser papáaaa, jajajaja, a ver dejen escuchar Se agachó y puso su oído en el vientre de las dos y dijo —Alice tienes dos, tienes dos, jajaja, Dianne, a ver quiero escuchar también Se acercó, puso su oído en el vientre de Dianne, se alzó, se la quedo viendo —Dianne, también hay dos, jajajaja, ¡cuatro hijos!, jajajaja Paro el baile y las miro —Que estoy diciendo… ¿Cuatro?, ¿cuatro hijos? Y se volvió a desmayar a las risotadas de las gemelas. —jajajaja, mira, jajajaja, ¡otra vez!,jajajaja.—dijo Alice —Y ahora quién nos ayuda a acostarlo, jajaja—dijo Dianne Se escuchó un barullo y se abrió la puerta —Nietas queridas… eh, pero que hace Dominik en el suelo… ¿Qué paso? —Hijo, ¿qué paso? —¡Hermano otra vez
—Oigan y quisiera que me ayudaran a pensar los nombres de mis hijos son varones y son 4 —Cuatro varones, ¿y cómo sabes eso, hermano? —Ya escuche y mire sus vientres —Hija, nosotros sabemos cuantos y que son en el vientre —Entonces a pensar. Dimitri Demian Hadrien Alexander Bien, están hermosos y ¿el segundo nombre? Se miraban todos y pensaban Dimitri Eduard Demian Laurent Hadrien Alexander Alexander Kylie —Me gustan los nombres, sí, ¿qué les parece amores? —¡Si nos gusta! —Bien, ya tenemos los nombres —Papá, entonces ¿cuándo te casas? —Creo que en un mes, antes del nacimiento de mis nietos —Bien, entonces debemos hacer los preparativos —Si ya quiero casarme con ese bombón —Papá, quien te escucha, el gruñón de la familia se casa y ahora es gracioso, jeje —Hijo, respeta a tu padre, jejeje. —Alexander, voy a ser bisabuelo, no soy tan viejo —No eres viejo amor, para nada, Adrién. —Gracias, amor. —No porque nosotros, también tendremos descendencia —Oh, Mircela, j
La tomo de las manos y se las besó, sus lágrimas mojaban sus arrugadas manos —Perdóname Agatha yo… creí que te habías ido por… ¡Lo que hicimos! —¡Lloré tu partida!, lloré demasiado, mi dolor fue tan grande, me culpé por ello —Tú no tenías culpa de nada, ¡fue el destino! —¿Por qué te ocultaste?, porque me hiciste pensar que habías muerto, ¿por qué? —Fue por tu bien, tenía enemigos, querían matarme y a todos los que estaban conmigo, yo no quería perderte, mande un emisario y me informo que te habías ido del Reino —¿Un emisario?, a mí me dijo que estabas muerto, por eso me quede, porque sirviendo a tu hijo, te veía a ti —Yo recibí información de tu partida, por eso me fui y no regrese jamás acá —¿Qué motivo tenía ese hombre para mentirme? —Pues lo sabremos ahora mismo, ya lo sentí, espera un momento Y Drácula desapareció, todos se miraban entre sí y Alexander dijo —Agatha, ¿tuviste algo con mi padre? Agatha lo miro y se le llenaron sus ojos de lágrimas —Sí, majestad, fue desp