BASTIAN—Buenas noches, señor Jackson, es un placer por fin conocerlo, su hijo me ha hablado mucho de usted.—Me gustaría decir lo mismo.—¿Disculpe?—Nada, tranquila, vamos a la sala mientras sirven la cena y así conversamos— Mi padre le dice nada, si como no, claro que lo escuche, ruedo los ojos sintiendo la tensión del ambiente, no puedo creer que mi padre se porte como un chiquillo tiene más de sesenta años, debería madurar.—Amor, te traeré algo de beber— Le doy un casto beso y me marcho, espero que mi padre se porte a la altura. —Nanita, me das un vaso de refresco para mi novia.—Supongo que es parte de mi trabajo.—¿Qué sucede? Tú no eres así, cuéntale a tu niño bonito como me decías de pequeño.—Esa mujer no me cae, no se tiene algo que no puedo definir— Yo muevo la cabeza y me doy un golpe contra la frente con la palma abierta. Será cosas de viejos, supongo— Ya te lo dije, ahora sí, le serviré un vaso de refresco.—Nanita, tienes que aceptarla, pronto me casaré con ella.—¿Có
SEMANAS DESPUÉSVICTORIA—¿Qué le pasa al hombre de mi vida? —Inclinándome hacia él, que intenta atarse las agujetas de manera inútil, él es muy independiente y quiere aprender a hacer las cosas solo.—No me sale, a Travis le enseñó su papá y, como yo no tengo, debo aprender solito— Sus palabras hacen meollo en el medio del pecho, sabía que tarde o temprano él lo necesitaría, pero no sé cómo hacer para arreglar el desastre que cause.—Pero tienes una madre que te puede enseñar, mi amor, no todos los niños tienen padre.—Y el mío, ¿es ese señor de la foto? Él tiene el cabello blanco.—Él es una persona que, mami, quiso mucho, pero no es tu papi.—¿Quién es mi papi? Mami, yo quiero tener un papi. ¿Dónde está el mío?Dicen que la verdad duele y esta me está golpeando con fuerza. Siento un nudo en la garganta, como si las palabras no pudieran salir de él, mis ojos empiezan a arder.—Angelito, tu heladoGrita la nana, yo suspiro de alivio y a la vez ese dolor sigue ahí. Mi niño corre feli
BASTIAN—Tienes QUE IR Por tu traje, mi amor— Me dice ella, siendo melosa y gateando como una gatita salvaje en la cama, está en ropa interior, acabamos de tener sexo, y la verdad no tengo ganas de repetir, es como si le faltara algo, como si algo en ella no terminara de convencerme de que es lo mejor.—Está bien.—Mi cielo, quédate un poco más, aún estás a tiempo.—No puedo con esto de la boda, tengo que arreglar unos asuntos antes de la luna de miel —dejo un beso sobre su frente y me voy tomando mi maletín en el camino. Ni siquiera me quedo a tomar desayuno con ella. Ayer vine de frente de trabajar hacia acá, no había sido un buen día, ayer fue un día de mierda, recordé tantas cosas, ni siquiera puedo pronunciar su nombre en voz alta porque duele.Decido caminar un poco por la ciudad y tal vez tomar un café cerca a la empresa, no suelo hacer eso, porque siempre estoy ocupado, al punto que tampoco tengo tiempo para mis amigos, no los visito porque siempre están con la cantaleta, q
VICTORIALa Cabeza me da vueltas, siento que estoy a punto de una crisis nerviosa, él no pudo haberme olvidado de así de fácil.—¿Qué te pasa? Fui a buscarte a la empresa y no te encontré — Me dice Valery, mientras deja su bolso y camina hacia mí, no puedo negar, estoy como en estado de shock, ni siquiera he podido dormir, solo me obligue a mí misma a estar cuerda por mi hijo, para mandarlo a la escuela.—Se va a casar, Bastian se va a casar, Valéry, él se va a casar.— A ver, Victoria, ¿qué querías? Que te esperara toda la vida, es un hombre atractivo, millonario, maduro, de casi cuarenta años, ¿qué es lo que un hombre así quisiera?, una familia, casarse y perdóname hasta tener hijos, él no iba a esperar eternamente a que te dieras cuenta lo que sientes por él, lo que acabas de descubrir es algo que tarde o temprano iba a pasar.Nadie me entiende, ni siquiera mi mejor amiga, saberlo en brazos de otra mujer, quema, arde como si el dolor me estuviera carcomiendo, soy egoísta, lo sé, so
BASTIANLos días han pasado muy rápido, hoy es mi boda, uniré mi vida para siempre con la de Natasha, quise salir a celebrar un día antes, pero ninguno de mis mejores amigos aceptó. Dicen que mi boda no es algo que haya que celebrar, solo bebí unos tragos con unos viejos conocidos y eso fue todo.—¡Hasta que por fin aparecen! —les digo llevando los brazos al cielo en señal dramática.—Somos los padrinos y se supone que debemos estar aquí, date por bien servido.—Deberían dejar de portarse como un par de niños, me voy a casar, acepten que uniré mi vida a la de Natasha hasta puede que me dé hijos, por ende, sus sobrinos.La cara de disgusto que ambos ponen me exasperan, parecen par de mocosos haciendo berrinche.—Solo dinos dónde nos paramos, qué hacemos o qué decimos, estamos cumpliendo por los años de amistad, pero no quiere decir que estemos de acuerdo con tu locura, solo quisiera que pasara un milagro y...—Vamos, que debo entrar con ustedes —les digo tratando de zanjar el tema y qu
VICTORIALa ciudad está muy fría, pero es hermosa a la vez, es como estar en una película de navidad.—Mami, esto es Rusia —me dice mi pequeñín, que tengo de mi mano, mira hacia todos lados, al igual que yo. Cuando de pronto veo a un hombre vestido de traje, con un letrero donde está mi nombre, le hago una señal con la mano y viene hacia mí, ayudándome con las maletas. Su inglés no es muy ¡bueno, pero logro entenderlo.—Al hotel, ¿verdad, señora?—No, a una iglesia— Miro el móvil que he ajustado la hora y mis manos tiemblan, mis piernas no dejan de moverse, no sé si llegare a tiempo, el vuelo tuvo retrasos, me imaginé mil y un escenarios, llegando hacía ese lugar y haciéndolo desistir de esa locura, sin embargo, sé que falta poco para que la ceremonia termine, si tengo que interrumpir en esa iglesia y gritarle que no se case entonces lo haré, tengo que dejar la vergüenza a un lado, debo pensar en que lo amo y que él debe entenderme.Le doy la dirección y me dice que está un poco lejos
BASTIANCuando cargué a mi hijo entre mis brazos, sentí un millón de sensaciones, lo miré expectante, su pequeña nariz, sus hermosos ojos. Claro que veía en él a mí, de pequeño, él también no dejaba de observarme.—¿Te puedo decir, papá? — Su tierna voz, llega hasta lo más profundo de mi pecho, solo somos él y yo, no hay nadie más a nuestro alrededor.—Claro, si soy eso, tu papáMi mirada se posa en la mujer que me oculto la verdad tanto tiempo, no entiendo por qué guardó un secreto de este tipo así, como fue capaz de hacer algo tan monstruoso como eso, ocultarme su existencia, hacer que me pierda los momentos más importantes de su vida, no puedo evitar que una lágrima corra por mi rostro, pero él con sus pequeños pulgares la seca.—No llores, papi, yo te voy a cuidarBeso, su mejilla, con todo el amor que jamás pensé que mi corazón pudiera albergar por alguien, pero luego recuerdo que delante de nosotros está la mujer que me apartó de mi hijo y que a la vez es la única mujer que alg
VICTORIAMi corazón se me quiere salir del pecho, debo sostenerme el torax para poder controlarme. Sé que debo calmarme, porque de lo contrario esto no acabará bien. Dicen que uno no debe arrepentirse de las decisiones que tomas porque eso te hacen quien eres, pero daría lo que fuera por regresar el tiempo y no dejarme dominar por la depresión, por la tristeza de la perdida, dañe a quien menos culpa tenía en todo esto, mi pequeño Ángel, su inocencia, además está él, me odia, desprecia y con toda la justa razón, les robe a ambos lo que pudo ser algo maravilloso—¡Cómo pudiste! — Me grita y sé que tiene toda la razón, las lágrimas salen de mis ojos, como cascadas. Esto es mucho peor de lo que pensé que sería, me sentía fuerte, valiente y capaz de enfrentarlo, pero no puedo ni mirarlo a la cara.—Por favor, no me grites, no me siento bien.—Encima, con objeciones, muy bien, Victoria, con toda la paciencia del mundo, pue des ex pli car me ¡qué mierda hiciste! No seas tan cínica en pedir p