Ángela se encuentra en el baño, terminando de maquillarse para la noche. Su cabello rubio cae en suaves ondas sobre sus hombros. Lleva puesto un vestido rojo intenso, ceñido a su cuerpo, que resalta su figura elegante. Se enfoca en definir sus ojos con un lápiz negro y aplicar una capa fina de gloss en sus labios.Mientras tanto, Nikolai está en la habitación, ajustándose la camisa blanca y el pantalón negro. Se asegura de que su corbata esté perfectamente colocada y su reloj esté en su lugar. Se pasa la mano por su cabello oscuro, peinándolo hacia atrás.Ángela piensa en la noche que se avecina y se pregunta qué planes tendrán Mariana y James. Siente una ligera inquietud, pero se concentra en su apariencia para distraerse.Ángela sale del baño, radiante en su vestido rojo intenso. Su cabello rubio brilla bajo la luz de la habitación. Nikolai la mira y no puede evitar sentirse impresionado.— Estás absolutamente hermosa, Ángela — dice Nikolai, sonriendo.— Tú tampoco estás mal — respo
La cena continúa, con Ángela sonriendo mientras observa a sus invitados disfrutar de la comida que preparó. Mariana, sin embargo, parece incómoda, y su mirada se fija en Sofía.— ¿Desde cuándo se conocen? — pregunta Mariana, intentando sonar casual.Sofía sonríe y mira a James, que está visiblemente tenso.— Nos conocimos en la universidad — responde Sofía. — Éramos buenos amigos.Mariana se inclina hacia adelante, su voz ligeramente crispada.— ¿Solamente amigos? — pregunta.Sofía asiente, sin dejar de mirar a James.— Sí, solamente amigos.James interviene, intentando calmar a Mariana.— Mariana, por favor...Ángela se apresura a intervenir.— Tranquila, Mariana. Está hostigando a nuestra invitada.Sofía se apresura a tranquilizar a Mariana.— No hay ningún problema. No tengo problema en responder tus preguntas.Mariana se inclina hacia adelante, su voz ligeramente acusadora.— Ven, ella no tiene ningún tipo de problema... pero no sé si tus preguntas vienen desde algún tipo de inseg
—Maravilloso postre—comenta Mariana después de un largo silencio.—James debe amar mucho a Mariana para casarse con ella—.James mira a Sofía, que está sentada a su lado, cerrando los ojos por un momento, pero no responde.Mariana, sintiendo celos al ver cómo James se queda viendo a Sofía, interviene —¿Y tú cómo lo sabes? — le pregunta.—Yo le conté—, responde Nikolai—¿Por qué tienes que contarle tus intimidades? —, pregunta Mariana.—Es normal, somos buenos amigos—, explica Sofía —Los amigos se cuentan todo—.—¿Sí? ¿Y qué más hacen los amigos? —, pregunta Mariana con ironía.Angela interviene Ángela—Los amigos pueden hacer cualquier cosa, menos meterse con la pareja de su mejor amigo.Sofía mira a Mariana con una sonrisa discreta, mientras James sigue callado, evitando el conflicto. La tensión en el comedor es palpable, y la conversación parece haber llegado a un punto de no retorno.Sofía insistió, su voz llena de curiosidad.—Entonces, ¿no me has dicho si amas demasiado a Mariana
—Mariana está muy tensa. Parece que está luchando por mantener la fachada. Y James... —pausó, pensativa—. James parece que está dividido. Hay algo en él que no cuadra.Nikolai se inclinó hacia adelante, interesado.—¿Qué quieres decir?Sofía se recostó en el sofá.—James parece que está fingiendo, pero no completamente. Hay una parte de él que sigue conectada a mí. Pude verlo en la forma en que me miraba.Ángela se acercó, intrigada.—¿Y Mariana? ¿Crees que ella sospecha algo?Sofía asintió.—Sí, Mariana sospecha. Pero no sabe qué es exactamente. Está buscando pistas, tratando de descubrir qué hay entre James y yo.Nikolai se río suavemente.—Pobre Mariana. No sabe en qué se ha metido.Sofía sonrió, misteriosa.—Todavía no hemos visto el final de esta historia.—¿Notaste algo más? —pregunta Angela interesada.Sofía asintió, pensativa.—Sí,noté algunas cosas interesantes.—¿Como qué? —preguntó Ángela.Sofía se recostó en el sofá.—Por ejemplo, cuando le pregunté a James si quería a Mar
En un restaurante elegante, rodeados de luces cálidas y el aroma de comida gourmet, Nikolai y Ángela se sientan junto a un hombre de mediana edad con gafas y una sonrisa amable, Eric Ryder.—Es un placer conocerlo —dice Nikolai—. He leído su trabajo y estoy impresionado.—Gracias —responde Eric—. Es un placer estar aquí.—Conoces de nosotros—le pregunta Nikolai—Claro que si—responde el chico—. ¿Es cierto que están interesados en publicar su próximo libro?—Por eso estamos tu y yo aqui—dice NikolaiÁngela escucha atentamente, su mirada se cruza con la de Nikolai, que sonríe y le acaricia la pierna bajo la mesa. Ángela se tensa, su corazón late más rápido.—De verdad es lo que estoy pensando—pregunta el chico.Mientras que Angela bebe agua cuando Nikolai sube lentamente por su entrepierna que tocando la tela de sus bragas. Se acalora porque el lugar no es el mejor para esto, sin embargo donde están, es un área privada y Eric no se entera de nada.—Entiendo —dice Nikolai—. Bueno, permít
Ángela y Nikolai siguen cenando en el restaurante, disfrutando de la comida y la conversación. De repente, una mujer de cabello oscuro y ojos verdes se acerca a su mesa.— Kaelyn, llegas justo a tiempo —dice Nikolai, sonriendo.Kaelyn sonríe y besa a Nikolai en la mejilla.— Lo siento, me retrasé —dice.Nikolai se vuelve hacia Ángela.— Ángela, te presento a Kaelyn, una amiga muy querida —dice.— Encantada —dice Ángela, extendiendo la mano.Kaelyn la estrecha.— Igualmente —responde.Ángela se siente un poco confusa y celosa, no entiende quién es esta mujer y por qué Nikolai la presenta con tanta familiaridad.— Kaelyn es una organizadora de bodas —explica Nikolai—. Acaba de iniciar su propia compañía y nosotros vamos a ser los primeros en apoyarla.Ángela se relaja un poco, su rostro se compone y vuelve a sonreír.— ¡Qué emocionante! —dice—. ¿Cuál es el nombre de tu compañía?— Se llama "Amor Eterno" —responde Kaelyn—. Estoy muy emocionada de empezar este nuevo proyecto.Nikolai sonr
James se aparta del cuerpo de la mujer, desnudo, y se dirige a la licorera para servirse un trago. La mujer, aún en la cama, sonríe mientras lo observa.— El tiempo no te ha cambiado —dice ella, su voz baja y seductora—. Sigues siendo tan bueno en la intimidad como lo recordaba.James se vuelve hacia ella, su mirada intensa.— Gracias por tus palabras —dice—, pero no estoy aquí para alavar el pasado. Esto es un trabajo.La mujer se sienta en la cama, cubriéndose el cuerpo desnudo con la sábana.— Está bien, hablemos de negocios —dice—. ¿Qué me ofreces?James se sienta en el borde de la cama, bebiendo su trago y encendiendo un cigarrillo.— Mucho dinero —responde.La mujer se acerca a él, su mirada intrigada.— No creo que vaya a resultar —dice.James sonríe, su mirada intensa.— Sí va a resultar —dice—. Tú siempre has sido mi debilidad.La mujer se ríe, su voz provocativa.— Pero él ya tiene pareja —dice.James se vuelve hacia ella, su mirada intensa.— No importa —dice—. Yo sé que no
Ella se sienta enfrente de él, con una sonrisa enigmática en su rostro.—No me invitas a un trago? —pregunta.—Claro que sí, pero necesito que me digas qué es lo que haces aquí —responde él, con los brazos cruzados y una expresión seria.Ella se ríe con una risa ligera y seductora, inclinando la cabeza hacia un lado.—Tú siempre tan directo.—Hay cosas que jamás se pierden —dice con una sonrisa sarcástica.—Como el amor que me tenías —comenta ella, con una mirada intensa.Él se ríe con desdén, su mirada helada.—No, ese tipo de cosas definitivamente se pierden, se olvidan, se desechan y se echan a la basura. Sobre todo esos sentimientos cuando las personas no lo valoran.Ella se ruboriza ligeramente, pero mantiene su sonrisa.—Y yo pensé que habías olvidado el pasado.Él se inclina hacia adelante, sus ojos entrecerrados.—El pasado no se olvida. Solo se aprende de él.Ella se mueve incómoda en su silla, su mirada evitando la de él.—Supongo que tienes razón.Hubo un silencio incómodo