En un restaurante elegante, rodeados de luces cálidas y el aroma de comida gourmet, Nikolai y Ángela se sientan junto a un hombre de mediana edad con gafas y una sonrisa amable, Eric Ryder.—Es un placer conocerlo —dice Nikolai—. He leído su trabajo y estoy impresionado.—Gracias —responde Eric—. Es un placer estar aquí.—Conoces de nosotros—le pregunta Nikolai—Claro que si—responde el chico—. ¿Es cierto que están interesados en publicar su próximo libro?—Por eso estamos tu y yo aqui—dice NikolaiÁngela escucha atentamente, su mirada se cruza con la de Nikolai, que sonríe y le acaricia la pierna bajo la mesa. Ángela se tensa, su corazón late más rápido.—De verdad es lo que estoy pensando—pregunta el chico.Mientras que Angela bebe agua cuando Nikolai sube lentamente por su entrepierna que tocando la tela de sus bragas. Se acalora porque el lugar no es el mejor para esto, sin embargo donde están, es un área privada y Eric no se entera de nada.—Entiendo —dice Nikolai—. Bueno, permít
Ángela y Nikolai siguen cenando en el restaurante, disfrutando de la comida y la conversación. De repente, una mujer de cabello oscuro y ojos verdes se acerca a su mesa.— Kaelyn, llegas justo a tiempo —dice Nikolai, sonriendo.Kaelyn sonríe y besa a Nikolai en la mejilla.— Lo siento, me retrasé —dice.Nikolai se vuelve hacia Ángela.— Ángela, te presento a Kaelyn, una amiga muy querida —dice.— Encantada —dice Ángela, extendiendo la mano.Kaelyn la estrecha.— Igualmente —responde.Ángela se siente un poco confusa y celosa, no entiende quién es esta mujer y por qué Nikolai la presenta con tanta familiaridad.— Kaelyn es una organizadora de bodas —explica Nikolai—. Acaba de iniciar su propia compañía y nosotros vamos a ser los primeros en apoyarla.Ángela se relaja un poco, su rostro se compone y vuelve a sonreír.— ¡Qué emocionante! —dice—. ¿Cuál es el nombre de tu compañía?— Se llama "Amor Eterno" —responde Kaelyn—. Estoy muy emocionada de empezar este nuevo proyecto.Nikolai sonr
James se aparta del cuerpo de la mujer, desnudo, y se dirige a la licorera para servirse un trago. La mujer, aún en la cama, sonríe mientras lo observa.— El tiempo no te ha cambiado —dice ella, su voz baja y seductora—. Sigues siendo tan bueno en la intimidad como lo recordaba.James se vuelve hacia ella, su mirada intensa.— Gracias por tus palabras —dice—, pero no estoy aquí para alavar el pasado. Esto es un trabajo.La mujer se sienta en la cama, cubriéndose el cuerpo desnudo con la sábana.— Está bien, hablemos de negocios —dice—. ¿Qué me ofreces?James se sienta en el borde de la cama, bebiendo su trago y encendiendo un cigarrillo.— Mucho dinero —responde.La mujer se acerca a él, su mirada intrigada.— No creo que vaya a resultar —dice.James sonríe, su mirada intensa.— Sí va a resultar —dice—. Tú siempre has sido mi debilidad.La mujer se ríe, su voz provocativa.— Pero él ya tiene pareja —dice.James se vuelve hacia ella, su mirada intensa.— No importa —dice—. Yo sé que no
Ella se sienta enfrente de él, con una sonrisa enigmática en su rostro.—No me invitas a un trago? —pregunta.—Claro que sí, pero necesito que me digas qué es lo que haces aquí —responde él, con los brazos cruzados y una expresión seria.Ella se ríe con una risa ligera y seductora, inclinando la cabeza hacia un lado.—Tú siempre tan directo.—Hay cosas que jamás se pierden —dice con una sonrisa sarcástica.—Como el amor que me tenías —comenta ella, con una mirada intensa.Él se ríe con desdén, su mirada helada.—No, ese tipo de cosas definitivamente se pierden, se olvidan, se desechan y se echan a la basura. Sobre todo esos sentimientos cuando las personas no lo valoran.Ella se ruboriza ligeramente, pero mantiene su sonrisa.—Y yo pensé que habías olvidado el pasado.Él se inclina hacia adelante, sus ojos entrecerrados.—El pasado no se olvida. Solo se aprende de él.Ella se mueve incómoda en su silla, su mirada evitando la de él.—Supongo que tienes razón.Hubo un silencio incómodo
Ángela entra en la oficina de Nikolai, sonriendo, esperando encontrarlo solo. Pero se detiene en seco al ver la escena frente a ella. Nikolai está con Valeria, abrazados, sus rostros cerca el uno del otro.Ángela se siente como si hubiera recibido un golpe en el estómago. Su sonrisa se desvanece, reemplazada por una expresión de shock y confusión. ¿Qué está pasando? ¿Por qué Nikolai está con otra mujer?Valeria, ajena a la presencia de Ángela, sigue hablando, intentando convencer a Nikolai de que todavía lo ama. Pero Nikolai se aparta bruscamente al ver a Ángela, su mirada llena de culpabilidad.—Ángela... —dice Nikolai, intentando explicarse.Ángela se acerca, su voz helada.—¿Qué es esto, Nikolai? —pregunta, su mirada fija en Valeria.Valeria se da cuenta de la presencia de Ángela y se vuelve hacia ella, su rostro pálido.—¿Quién eres tú? —pregunta Valeria, con una voz llena de hostilidad.Nikolai intenta intervenir, pero Ángela lo detiene.—No, Nikolai. Explícamelo tú mismo —dice Á
Ángela abre la puerta de su apartamento, el departamento que había pensado alquilar para vivir con Nikolai en su mansión. Pero ahora, regresa con el corazón destrozado, lleno de dolor y decepción.Se dirige hacia el sofá, se tira sobre él y comienza a llorar desconsoladamente. Su cuerpo aún siente el dolor de la caída de las escaleras, pero es el dolor emocional el que la consume.—¿Cómo pudo hacerme esto? —se repite a sí misma, entre sollozos.Los exámenes médicos habían salido bien, gracias a Dios. Le habían recetado pastillas para el dolor de cabeza, pero no había medicamento que pudiera curar el dolor de su corazón.—Nikolai, ¿cómo pudiste traicionarme de esta manera? —llora, su voz temblorosa.La memoria de su primo James, que también la había traicionado, vuelve a su mente. ¿Por qué los hombres que amaba la lastimaban de esta manera?Se siente vulnerable, débil y estúpida por haber confiado en Nikolai. Su corazón late con dolor, su alma está herida.—Nunca más —dice, entre lágri
James y Mariana están sentados en la habitación de Mariana, rodeados de cortinas de seda y muebles elegantes. Están sentados en un sofá de color crema, con una mesa de café frente a ellos.Mientras hablan, Mariana juguetea con un anillo en su dedo índice, su mirada fija en James. James se reclina en el sofá, sus brazos cruzados sobre su pecho.—¿Crees que va a funcionar? —pregunta Mariana, su voz suave pero llena de escepticismo.James se encoge de hombros.—Posiblemente —responde.Mariana frunce el ceño.—¿Posiblemente? —repite.James se inclina hacia adelante, su mirada intensa.—Ángela no va a perdonar algo así —dice.Mariana se ríe.—Yo pensé que tu primo era más inteligente —dice.James sonríe.—Igual Valeria es una mujer muy hermosa —dice—. Es casi imposible resistirse a ella.Mariana se sienta más recta, su mirada fulminante.—¿Sí? ¿Qué tan hermosa? —pregunta.James se ríe.—Por favor Mariana, no empieces con tus escenas de celos —dice.Mariana se inclina hacia adelante, su voz
Nikolai pasa la tarde acompañando a Ángela a recibir los productos para su florería. Llegan varios camiones cargados de todo tipo de flores, plantas, macetas, herramientas y suministros necesarios para el negocio.Mientras los camiones descargan su contenido, Ángela se ocupa de dirigir a los trabajadores para organizar los productos en cada puesto. Nikolai, por su parte, atiende su negocio, hablando con su amigo Vladimir por teléfono, pero sin dejar a Ángela sola.Nikolai se asegura de estar cerca de Ángela, observando cómo ella coordina la logística de su florería con eficiencia y dedicación. Él se siente orgulloso de verla trabajar con tanta pasión.Los trabajadores descargan cajas de rosas, tulipanes, lirios y otras flores exóticas, mientras que otros colocan estanterías y vitrinas para exhibir las plantas y los arreglos florales. Ángela inspecciona cada detalle, asegurándose de que todo esté perfecto.Nikolai se acerca a Ángela de vez en cuando, ofreciéndole su ayuda y apoyo. Junt