James se aparta del cuerpo de la mujer, desnudo, y se dirige a la licorera para servirse un trago. La mujer, aún en la cama, sonríe mientras lo observa.— El tiempo no te ha cambiado —dice ella, su voz baja y seductora—. Sigues siendo tan bueno en la intimidad como lo recordaba.James se vuelve hacia ella, su mirada intensa.— Gracias por tus palabras —dice—, pero no estoy aquí para alavar el pasado. Esto es un trabajo.La mujer se sienta en la cama, cubriéndose el cuerpo desnudo con la sábana.— Está bien, hablemos de negocios —dice—. ¿Qué me ofreces?James se sienta en el borde de la cama, bebiendo su trago y encendiendo un cigarrillo.— Mucho dinero —responde.La mujer se acerca a él, su mirada intrigada.— No creo que vaya a resultar —dice.James sonríe, su mirada intensa.— Sí va a resultar —dice—. Tú siempre has sido mi debilidad.La mujer se ríe, su voz provocativa.— Pero él ya tiene pareja —dice.James se vuelve hacia ella, su mirada intensa.— No importa —dice—. Yo sé que no
Ella se sienta enfrente de él, con una sonrisa enigmática en su rostro.—No me invitas a un trago? —pregunta.—Claro que sí, pero necesito que me digas qué es lo que haces aquí —responde él, con los brazos cruzados y una expresión seria.Ella se ríe con una risa ligera y seductora, inclinando la cabeza hacia un lado.—Tú siempre tan directo.—Hay cosas que jamás se pierden —dice con una sonrisa sarcástica.—Como el amor que me tenías —comenta ella, con una mirada intensa.Él se ríe con desdén, su mirada helada.—No, ese tipo de cosas definitivamente se pierden, se olvidan, se desechan y se echan a la basura. Sobre todo esos sentimientos cuando las personas no lo valoran.Ella se ruboriza ligeramente, pero mantiene su sonrisa.—Y yo pensé que habías olvidado el pasado.Él se inclina hacia adelante, sus ojos entrecerrados.—El pasado no se olvida. Solo se aprende de él.Ella se mueve incómoda en su silla, su mirada evitando la de él.—Supongo que tienes razón.Hubo un silencio incómodo
Ángela entra en la oficina de Nikolai, sonriendo, esperando encontrarlo solo. Pero se detiene en seco al ver la escena frente a ella. Nikolai está con Valeria, abrazados, sus rostros cerca el uno del otro.Ángela se siente como si hubiera recibido un golpe en el estómago. Su sonrisa se desvanece, reemplazada por una expresión de shock y confusión. ¿Qué está pasando? ¿Por qué Nikolai está con otra mujer?Valeria, ajena a la presencia de Ángela, sigue hablando, intentando convencer a Nikolai de que todavía lo ama. Pero Nikolai se aparta bruscamente al ver a Ángela, su mirada llena de culpabilidad.—Ángela... —dice Nikolai, intentando explicarse.Ángela se acerca, su voz helada.—¿Qué es esto, Nikolai? —pregunta, su mirada fija en Valeria.Valeria se da cuenta de la presencia de Ángela y se vuelve hacia ella, su rostro pálido.—¿Quién eres tú? —pregunta Valeria, con una voz llena de hostilidad.Nikolai intenta intervenir, pero Ángela lo detiene.—No, Nikolai. Explícamelo tú mismo —dice Á
Ángela abre la puerta de su apartamento, el departamento que había pensado alquilar para vivir con Nikolai en su mansión. Pero ahora, regresa con el corazón destrozado, lleno de dolor y decepción.Se dirige hacia el sofá, se tira sobre él y comienza a llorar desconsoladamente. Su cuerpo aún siente el dolor de la caída de las escaleras, pero es el dolor emocional el que la consume.—¿Cómo pudo hacerme esto? —se repite a sí misma, entre sollozos.Los exámenes médicos habían salido bien, gracias a Dios. Le habían recetado pastillas para el dolor de cabeza, pero no había medicamento que pudiera curar el dolor de su corazón.—Nikolai, ¿cómo pudiste traicionarme de esta manera? —llora, su voz temblorosa.La memoria de su primo James, que también la había traicionado, vuelve a su mente. ¿Por qué los hombres que amaba la lastimaban de esta manera?Se siente vulnerable, débil y estúpida por haber confiado en Nikolai. Su corazón late con dolor, su alma está herida.—Nunca más —dice, entre lágri
James y Mariana están sentados en la habitación de Mariana, rodeados de cortinas de seda y muebles elegantes. Están sentados en un sofá de color crema, con una mesa de café frente a ellos.Mientras hablan, Mariana juguetea con un anillo en su dedo índice, su mirada fija en James. James se reclina en el sofá, sus brazos cruzados sobre su pecho.—¿Crees que va a funcionar? —pregunta Mariana, su voz suave pero llena de escepticismo.James se encoge de hombros.—Posiblemente —responde.Mariana frunce el ceño.—¿Posiblemente? —repite.James se inclina hacia adelante, su mirada intensa.—Ángela no va a perdonar algo así —dice.Mariana se ríe.—Yo pensé que tu primo era más inteligente —dice.James sonríe.—Igual Valeria es una mujer muy hermosa —dice—. Es casi imposible resistirse a ella.Mariana se sienta más recta, su mirada fulminante.—¿Sí? ¿Qué tan hermosa? —pregunta.James se ríe.—Por favor Mariana, no empieces con tus escenas de celos —dice.Mariana se inclina hacia adelante, su voz
Nikolai pasa la tarde acompañando a Ángela a recibir los productos para su florería. Llegan varios camiones cargados de todo tipo de flores, plantas, macetas, herramientas y suministros necesarios para el negocio.Mientras los camiones descargan su contenido, Ángela se ocupa de dirigir a los trabajadores para organizar los productos en cada puesto. Nikolai, por su parte, atiende su negocio, hablando con su amigo Vladimir por teléfono, pero sin dejar a Ángela sola.Nikolai se asegura de estar cerca de Ángela, observando cómo ella coordina la logística de su florería con eficiencia y dedicación. Él se siente orgulloso de verla trabajar con tanta pasión.Los trabajadores descargan cajas de rosas, tulipanes, lirios y otras flores exóticas, mientras que otros colocan estanterías y vitrinas para exhibir las plantas y los arreglos florales. Ángela inspecciona cada detalle, asegurándose de que todo esté perfecto.Nikolai se acerca a Ángela de vez en cuando, ofreciéndole su ayuda y apoyo. Junt
Nikolai la carga, sacándola de la bañera sin dejar de besarla, y la deposita en la cama, donde la pone boca abajo, comenzando a besarle la espalda con suavidad, mientras Ángela aprieta la sábana con fuerza, sintiendo una oleada de placer que recorre su cuerpo.Mientras Nikolai baja lentamente por su espina dorsal, usando la lengua, los besos y los dientes, Ángela siente que su cuerpo se estremece de placer, su piel se eriza y su corazón late con fuerza, como si estuviera a punto de explotar.Nikolai muerde suavemente la nalga de Ángela, haciéndola gemir de placer, y luego baja lentamente por las piernas, besando y lamiendo cada centímetro de su piel, hasta llegar a sus pies, donde besa y lame cada uno de sus dedos, la planta de los pies, haciéndola sentir una sensación de placer y relajación que nunca había experimentado antes.Ángela se siente envuelta en una nube de pasión y deseo, su cuerpo se entrega completamente a Nikolai, sintiendo que está en un estado de éxtasis, donde nada m
Nikolai entra en ella suavemente, dejando que las paredes de ella lo cubran por completo. las uñas de Angela se le entierran en la espalda con el grosor que la expande y el millonario no deja que se acostumbre iniciando con las estocadas que desatan en ella gemidos de puro éxtasis.—Nik.Al hombre le encanta, lo prende y le fascina que ella le diga de esa manera que lo hace embestir con más fuerza. En una posición normal, Angela siente toda la potencia del hombre que la folla con ganas de partirla en dos, pero que a ella le fascina todo lo que le hace.Su fuerza, sus ganas, el sudor que le cae por la espalda, todo es un sentimiento, una pasión que los envuelve a los dos que sueltan gemidos profundos de placer intenso.El la besa cambiando de posición, dejándola arriba de él, donde se complace viendo como sus senos suben y bajan con las estocadas profundas que no se detienen, por el contrario, llega a un punto que aumentan cada vez más, haciendo jadear a la chica confundida con tanto p