Ángela camina por el desierto, su cuerpo exhausto y sediento. Ha escapado de sus secuestradores después de días de cautiverio, pero ahora se enfrenta a un nuevo desafío: sobrevivir en el desierto.El sol ardiente brilla sobre ella, haciendo que su piel sude y su garganta se reseque. No hay árboles ni sombra alguna para refugiarse. Solo el desierto infinito, con sus dunas de arena y rocas escarpadas.Ángela mira a su alrededor, buscando cualquier señal de vida o civilización. Pero no hay nada. Solo el silencio y la soledad.Comienza a caminar, sin saber hacia dónde va. Solo sabe que debe seguir adelante, alejarse de sus secuestradores y encontrar ayuda.El desierto parece interminable. Ángela camina durante horas, su cuerpo dolorido y su sed aumentando. No hay agua ni comida, solo la arena y el sol.De repente, escucha un ruido detrás de ella. Se detiene y se gira, su corazón latiendo con miedo. ¿Son sus secuestradores? ¿La han encontrado?Pero no hay nadie. Solo una serpiente que se d
Nikolai conduce con urgencia, su corazón latiendo con desesperación mientras se dirige hacia la gasolinera "Desierto Verde". Ha estado buscando a Ángela durante lo que parece ser una eternidad, y finalmente tiene una pista sobre su paradero.—Vamos, vamos —le dice al investigador, apurándolo a ir más rápido—. No podemos perder un minuto más.El investigador asiente y acelera el vehículo. Nikolai puede sentir su ansiedad creciendo con cada kilómetro que recorren.Finalmente, ven la gasolinera en el horizonte. Nikolai se siente aliviado y emocionado al mismo tiempo. Se baja del vehículo antes de que se detenga completamente y comienza a gritar el nombre de Ángela.—¡Ángela! ¡Ángela!En ese momento, Ángela sale de la tienda, su rostro iluminado por la luz del sol. Ve a Nikolai y su corazón se detiene. Corre hacia él con lágrimas en los ojos.Nikolai la ve y se siente abrumado por la emoción. Corre hacia ella, la toma en sus brazos y la estrecha con fuerza.—¡Ángela, mi amor! —exclama, li
La mañana siguiente, Nikolai y Ángela se despiertan envueltos en una atmósfera de tranquilidad y amor. Después de una noche de sueño reparador, Ángela se siente renovada y lista para enfrentar el día.Nikolai, siempre atento a sus necesidades, sugiere un baño relajante para ayudarla a olvidar los traumas del pasado. Ángela acepta con gratitud y se dirige al baño, donde Nikolai ya ha preparado la tina con agua caliente y sales relajantes.Nikolai la ayuda a entrar en la tina y se sienta detrás de ella, rodeándola con sus brazos. Comienza a lavarle el cabello con suavidad, masajeando su cuero cabelludo con dedos expertos.Ángela se relaja completamente, dejando que el calor del agua y el tacto de Nikolai la envuelvan en una sensación de bienestar. Nikolai continúa lavándole el cuerpo, suaves caricias que la hacen sentir amada y protegida.Mientras el agua caliente se desliza sobre su piel, Ángela se siente transportada a un mundo de paz y tranquilidad. Nikolai la lava con cuidado, como
Ángela se encuentra en la cama de Nikolai, después de días de secuestro y tensión. Aunque inicialmente se sintió incómoda, la seguridad y la protección que Nikolai le ofrece la han hecho sentirse más tranquila.Ella está acostada boca abajo, su rostro hundido en la almohada. Nikolai se acerca a la cama, su mirada fija en la espalda de Ángela.—Estás segura —dice Nikolai, su voz baja y suave—. Estás a salvo conmigo.Ángela asiente, su respiración agitada. Siente cómo Nikolai se acerca a ella, su cuerpo cercano al suyo.Nikolai toma un cubo de hielo de la copa de wiski que dejó en la mesita de noche. Lo sostiene en su mano, sintiendo el frío que emana de él.—Quiero que te sientas viva —dice Nikolai, su sonrisa seductora—. Quiero que te sientas mía.Ángela siente un estremecimiento cuando el hielo toca su espalda. Nikolai la acaricia con suavidad, trazando líneas que recorren su columna vertebral. Luego, desliza el hielo por sus nalgas, y Ángela siente un escalofrío de placer.Nikolai c
Nikolai se sienta en su oficina, detrás de su escritorio de madera oscura.—Señor Nikolai, tengo información actualizada sobre la búsqueda de James y Mariana —dice el investigador, su voz seria.Nikolai se inclina hacia adelante, su mirada fija en el investigador.—¿Qué han encontrado? —pregunta Nikolai, su voz llena de anticipación.—Desafortunadamente, ambos escapan —informa el investigador—. Nuestros hombres buscan en todos los lugares posibles, pero no los han encontrado.Nikolai frunce el ceño, su mente trabajando a toda velocidad.—¿Cómo es posible? —pregunta Nikolai—. ¿No tenemos vigilancia en los aeropuertos y estaciones de tren?—Sí, señor —responde el investigador—. Pero parece que encuentran una forma de evadir la vigilancia. Estamos revisando las grabaciones de seguridad y no hay rastro de ellos en ningún lugar.Nikolai se levanta de su silla y comienza a caminar alrededor de la habitación, su mente en ebullición.—¿Y qué hay de los informantes? —pregunta Nikolai—. ¿Alguie
La noche cae sobre la ciudad, y el apartamento de Nikolai está bañado en una suave luz tenue. La habitación está en silencio, solo interrumpido por el sonido del agua que corre en la bañera. Nikolai y Ángela están sumergidos en el agua caliente, rodeados de espuma de jabón que huele a lavanda.Ángela frota los hombros de Nikolai con suavidad, haciendo que se relaje bajo su tacto. La luz de la luna se refleja en el agua, creando un efecto hipnótico que parece hacer que el tiempo se detenga.—¿Qué piensas hacer ahora? —pregunta Ángela, su voz suave y preocupada.—Lo único que me preocupa es mi abuelo —responde Nikolai, su voz baja y pensativa—. El impacto que va a recibir al saber que su propio hijo... el hijo que adoptó... mató a su hijo de sangre.Ángela sigue frotando sus hombros, intentando aliviar la tensión que se acumula en su cuerpo.—Es horrible —dice—. No puedo imaginar cómo se sentirá al descubrir que James es capaz de algo así.—Además —continúa Nikolai—, James resultó ser u
Después de una horrible noche, Mariana yacía destrozada sobre la cama, llorando desconsoladamente. Su cuerpo estaba cubierto de moretones y su alma estaba llena de dolor. Pensaba en James y cómo había sido capaz de dejarla con ese monstruo.De repente, la puerta se abrió y James ingresó a la habitación. Mariana se cubrió la cara con las manos, incapaz de mirarlo.—No me toques —dijo, su voz temblorosa—. No me toques nunca más.James se acercó a ella, intentando abrazarla, pero Mariana se apartó.—¿Cómo pudiste hacerme esto? —gritó—. ¿Cómo pudiste dejarlo hacerme eso?James se miró las manos, como si no supiera qué decir.—Me violó —dijo Mariana, su voz llena de dolor—. Me violó por tu culpa. Tú necesitas nada para detenerlo.James se miró a Mariana, su rostro lleno de culpa.—Lo siento, Mariana —dijo—. Lo siento mucho. Pero tuve que dejarlo hacerlo. Nos amenazó con llamar a la policía y tú sabes el problema en el que estamos metidos.Mariana se rió, una risa amarga y llena de dolor.—
Nikolai se apoya en el marco de la puerta de la cocina, observando a Angela mientras mueve con destreza los utensilios y sartenes. La luz de la luna que entra por la ventana ilumina su cabello oscuro y destaca la serenidad de su rostro. El aroma de verduras frescas y especias llena el aire.— ¿Qué estás haciendo? —pregunta Nikolai, rompiendo el silencio.Angela se vuelve hacia él, sonriendo ligeramente.— Estoy preparando algo para Mariana —responde—. Necesita nutrientes para recuperarse.Nikolai se acerca a ella, observando la habilidad con que corta las verduras.— Tú eres increíble —dice Nikolai, con admiración.Angela se detiene un momento, mirándolo con curiosidad.— ¿Por qué lo dices? —pregunta.— Es increíble que estés haciendo esto por Mariana, después de todo lo que te hizo —explica Nikolai—. Secuestro, abuso... podría entender si la odiaras.Angela vuelve a cocinar, su expresión pensativa.— Mariana es la única amiga que siempre he tenido —dice—. A pesar de todo, nunca le he