Pria la miro con desdén y rabia. ¿Cómo se atrevió una secreta hablarle así? ¿Acaso no sabía ella quién era? Debía darle una lección para calmar su enojo.

_ Como te atreves, no sabes quién soy?

_ Señorita, lamento si la ofendimos, pero el señor Félix, no está en ese momento, no la puede atender!

_ Son tan irrespetuoso, no saben que también soy dueña de esto. Soy Pria fénix, ¿quiénes son ustedes para menospreciarme?

Victoria vio que pria no se dejaría convencer y no le haría las cosas fáciles. La calmo para evitar problemas para su jefe. Pero después no tendría que mostrar compasión.

_ ¡Señorita, de verdad él no está en este momento, si dejas un recado selo pasaré!

_ Lo voy a esperar!

Victoria hizo un gesto, unos guardias la acompañaron a la sala de espera. Ella subió al ascensor y llamó a Félix.

_ Señor, la señorita Pria vino en su búsqueda. ¡Y nos la puso difícil, insiste en esperarlo!

_ Que espere, cuando se canse se marchará!

_ De acuerdo!

Dana sentada en su estudio, pensativa de