Felipe buscaba todas las formas posibles de asegurarse de que Bolo pagara. Bajo su mano estaba Sativa, la hija de Bolo, quien intentaba escapar. Ella era una de las novias que él había mantenido cerca para controlar a Bolo. Sin embargo, con la boda de Dana, todo había cambiado. Necesitaba mantener a Sativa cerca, ya que ella era la llave hacia su padre. Bolo lo había traicionado, y era probable que su hija lo supiera. Si Bolo la estaba usando para atraerlo, ella pagaría igual que él.Mientras tanto, Dana había estado manejando todo a su manera. Felipe estaba en busca de Bolo, y su plan había marchado a la perfección. Había enviado a Cairo como infiltrado para obtener información, al igual que otro miembro de su equipo. Dana sabía de toda la operación y, consciente de que Felipe era un hombre despiadado, lo usaría como había hecho antes con Valeria, quien había traicionado a Dana para estar con Felipe.Dana aprovechó la ausencia de Felipe en la empresa para involucrar más de sus empresa
“Sí, pero estamos preocupados. ¿Qué está pasando?” preguntó uno de los soldados, su expresión grave.“Tenemos información sobre la reunión de Bolo. Vamos a infiltrarnos y rescatar a Marco,” explicó Valeria, sintiendo que la determinación crecía en su interior.“¿Es seguro?” preguntó otro soldado, su mirada llena de preocupación.“No, pero no tenemos muchas opciones. Debemos actuar rápido,” respondió Felipe, sintiendo que la tensión aumentaba.Mientras discutían el plan, Valeria sintió que la presión aumentaba. “Necesitamos dividirnos en grupos. Algunos deben encargarse de la seguridad exterior, mientras que otros se infiltran en la reunión,” sugirió.“¿Y quién se encargará de rescatar a Marco?” pregunt&oac
__“Necesitamos actuar con rapidez,” __dijo Valeria, mirando a cada uno de sus compañeros. Su voz, aunque firme, traía un matiz de preocupación que resonaba en el aire. __“La reunión de Bolo es nuestra única oportunidad para obtener pruebas de sus operaciones ilegales.”__“¿Cuándo es la reunión?”__ preguntó un soldado, su expresión seria, casi sombría.__“Mañana por la noche. Bolo estará en el viejo hotel donde lo encontramos. Tendremos que infiltrarnos y asegurarnos de que nadie nos vea,” __explicó Felipe, sintiendo que la presión aumentaba a medida que cada palabra salía de su boca.“¿Y cómo vamos a hacerlo?” preguntó Liam, su voz aún débil pero llena de determinación. Cada palabra que pronunciaba era un recordatorio de su fragilidad, pero también de su fuerza interior.“Dividiremos al equipo en dos grupos. Uno se encargará de las distracciones en la entrada, mientras que el otro se infiltra en la reunión,” sugirió Lucas, su mirada fija en el mapa que te
De repente, un sonido ensordecedor resonó en la sala. Uno de los hombres había sacado un arma. “¡Cúbranse!” gritó Felipe, empujando a Lucas hacia un lado. La confusión se desató, y Valeria sintió que el caos la envolvía.El caos se desató mientras los hombres de Bolo comenzaron a disparar. Valeria se lanzó al suelo, sintiendo que la adrenalina la impulsaba. “¡Devuélvanle el fuego!” gritó, buscando cobertura. Su corazón latía con fuerza, y cada disparo resonaba como un tambor en su pecho.Mientras las balas volaban, Valeria sintió que la tensión aumentaba. “¿Dónde está Liam?” gritó, sintiendo que la urgencia la consumía. La preocupación por su amigo la mantenía alerta.“¡No lo sé!” gritó uno de los hombres, su voz temblando de
La brisa fría del norte soplaba a través de los árboles, llevando consigo el eco de un pasado que Felipe había dejado atrás. La Fortaleza Esmeralda se alzaba imponente ante él, un refugio de secretos y deseos ocultos. Había tomado la decisión de regresar, de alejarse de Valeria y su equipo, y de volver a la calidez de los brazos de Lucia e Isabel. Pero la carga de su elección pesaba en su pecho, como una piedra que no podía lanzar al río.Al cruzar la puerta de la fortaleza, el ambiente cambió. El aire era más cálido, impregnado del aroma a madera y las fragancias de las hierbas que Lucia solía usar en sus pociones. Felipe sintió un nudo en el estómago, una mezcla de alivio y culpa. ¿Era correcto dejar a Valeria? La pregunta lo atormentaba mientras caminaba hacia la sala principal.Lucia lo vio primero. Su cabello oscuro caía en cascada sobre sus hombros, y sus ojos brillaban con una luz que siempre había atraído a Felipe. “Felipe,” dijo, acercándose con una sonrisa qu
_ ¡Cúbranla! _ Retírense es una emboscada!_ Retirada es una emboscada, salgamos de aquí!_ Marcos y Félix salgamos de aquí maldición!_ Teniente Tenemos que salir de aquí, es una emboscada! ¡La llevaremos hasta la esquina, allá está una torre, podemos cubrirla, escondernos y hasta encontrar una salida!_ Cómo fue que sucedió esa maldita emboscada?! ¡Albert nos emboscaron aquí, estamos fuera de territorio! Pero como es que nos encontraron estamos encubiertos qué mierda está pasando?!_ Parece que no estás encubierta en general! ¡O talvez alguien, nos vendió teniente! _ Gritaba Félix mientras protegía a su teniente. Una balacera potente desayuno en las colinas bajas del monte crochet, allí donde la Teniente general Dana Fénix, una chica de gran corazón. Nombrada como una guerrera. Una mujer que ha sido destrozada tantas veces que la convirtió tan dura, al igual que una armadura impenetrable.Corrieron colina abajo, 5 de sus hombres la cubrían. Corriendo hasta poder encontrar un refug
La misión había fallado, habían buscado pista, pero no habían encontrado nada. El mafioso este, el gran Walter, se había marchado, y Dana, no puedo encontrar a sus amigos. Sus dos amigos que fueron al trillado no había encontrado sus cuerpos. Y la tristeza la lleno y volvió con su equipo, estaba desolada, no había completado su misión. Y para empeorar perdió a dos de su escuadrón. Sus personas más cercanas, Felipe y Marcos. Desde que llegó, entrego el sello y se había encerrado en su recámara. Nadie la podía sacar de tal lugar. Salía solo para entrenar. Entrenaba dobles veces más cuando estaba triste. Los chicos buscaban la manera de aliviar su pena, pero esa era Dana fénix. Se culpaba por su incompetencia, y se reusaba a aceptar tarea que involucraba personas. Todas las misiones que le entregaban fueron rechazadas. Todos buscaban la manera de reanimarla y que olvidara lo que sucedió. Esos dos eran sus más cercanos después de Eduardo, Félix, Albert. _ ¿Teniente si se deprime de esta
La mañana había caído, y después del vuelo una brigada llegó directamente a la villa loto dorado.El coche de lujo, que la recogió en el aeropuerto. Llego a la gran villa Fénix. Dana bajo, junto con sus tres amigos, que la acompañaban. Ella, llevaba una gafa oscura para ocultar sus lágrimas, que no paraban de salir. Han pasado tan parido los dos años, en el servicio militar. En su ausencia, han hecho muchos cambio en la villa. Cuando los sirvientes la vieron, todos mantenían la cabeza gacha. Su presencia era poder, y acompañado de sus amigos su fuerza se hacía presente. Ellos le sostenían el brazo. Los demás del batallón, se quedaron en la puerta y Eduardo la siguió junto con Félix, hasta la el gran salón. Cuando entro por la gran puerta. estaban todos los familiares que nunca lo visitaban. Que no sabían de él, que solo aparecían algunos en su cumpleaños. Ella los miró bajo la gafa, y dijo para sí misma «Esas caras de hipócritas, solo vienen porque saben qué hay vienes en juego».