Mientras comiamos lo que Martino pidio a domicilio, me explicaba en qué consistia lo que estaban haciendo en su empresa, los viajes que hacía y donde iba, cuales eran sus clientes, hasta que escuche la melodía de mi móvil, sabiendo que me estaban llamando, pero sin saber quien era hasta que lo cogi de mi bolso y vi en la pantalla el número privado que casi siempre me llamaba.Me disculpe con Martino marchandome a la cocina para poder hablar tranquilamente — ¿Diga? — pregunte — Alexandra supongo que ya me conoce, necesito verla, tenemos que hablar de un asunto que le concierne a usted y a nosotros — me dijo la inspectora Salas — De acuerdo, dígame donde y yo iré — respondí — ¿En su casa hay alguien a parte de usted? — pregunto — Está mi ama de llaves, que es como una madre para mi — le dije — No, es mejor que nadie de su entorno nos vea juntas, hay una cafetería en el centro de la ciudad, vaya usted dentro de dos horas y espereme en una fuente grande que hay enfrente, está atenta a
Después de comer me marché a mi dormitorio para descansar un poco y seguir pensando que es lo que iba a decidir con el trato que la inspectora me dijo, me estaba quedando dormida, cuando escuche el motor de un coche parándose delante de mi casa, me levanté enseguida de la cama, asomándome a la ventana, fijandome que era Martino el que bajaba de aquel automóvil. Enseguida me marché de mi dormitorio para acercarme hasta la entrada de mi casa, ya que no quería que Martino intentará nada conmigo en la cama donde Giovanni y yo nos amábamos en nuestras noches locas de amor. — Hola ¿qué haces en mi casa? no te esperaba — le dije a Martino — Como te he llamado varias veces y no me contestabas, he venido a tu casa para saber como estas — me respondió — Estoy bien como ya ves, pero por favor pasa, no te quedes en la puerta — le dije Entramos en el salón, acercándome al mueble, sacando una copa y la botella de whisky, dejándola en la mesita que tenia enfrente del sofá para que Martino se sirv
Terminamos de comer y de tomar el café marchandonos de aquel restaurante, volviendo a subir al vehículo, Martino ya sin preguntarme nada me llevó a su empresa, ya que tenía según él, una reunión urgente con unos hombres muy importantes de su empresa. Dejó el vehículo en el parking, subiendo los dos a uno de los ascensores, para ir a la planta donde tenía su despacho. Salimos los dos dirigiéndose Martino a su secretaria, quedando yo un poco rezagada, — Ven Alex, entra en el despacho conmigo — me dijo — ¿Me quedo aquí hasta que vuelvas? — le pregunté — Si tranquila, intentaré acabar pronto la reunión para estar otra vez contigo — me dijo Martino abrió uno de los cajones de su mesa, cogió varios documentos, volviendo a cerrar el cajón pero con llave, se acercó a mí, puso sus dedos en mi barbilla para que lo mirara acercando su boca a la mia, dandome un beso tierno antes de marcharse de su despacho Cuando ya me quedé completamente sola en ese despacho, busqué datos en todos los docu
Nos dormimos Martino y yo cerca de el alba, después de comernos toda la pizza que hizo y tomarnos dos botellas de vino más. Me desperté al escuchar un móvil sonar sin cesar, me levanté de la cama mareada y con un fuerte dolor de cabeza, tapandome con la colcha de la cama, viendo dormir a Martino en la cama completamente desnudo, me fui del dormitorio como pude hasta el salón donde estaba mi bolso, saqué mi móvil mirando quien me llamaba, dándome cuenta de que era un numero privado, me senté en el sofá para responder la llamada, ya que no podía mantenerme en pie. — ¿Dígame? — pregunté cerrando los ojos ya que parecía que alguien me estuviera dando en la cabeza con un martillo — Alexandra buenos dias, las fotos que nos mando, nos ha servido para controlar un poco más a la señora Claire y al señor Martino, consigamos por favor algo más contundente, ya que la información que nos mando, nos mantiene en alerta, pero no es suficiente, busque por la casa, por el despacho, por donde pueda, pe
Me marché al dormitorio con mi teléfono en mi mano para poder hablar con la policía, ya que eran ellos quien me llamaba y que Martino no pudiera escucharme hablar con ellos, cuando ya entre en el cuarto de baño, espere sentada en el inodoro ya que sabía que volverían a llamarme, lo que ocurrió a los pocos minutos.— Soy Alexandra, buenos días — dije casi susurrando por si Martino estaba escuchando detrás de la puerta— Buenos días, queremos que venga a nuestra comisaría, tenemos algo que decirle de vital importancia para usted ¿puede estar aquí dentro de una hora? — me preguntó el inspector— Lo intentare, tengo que decirle que como usted me dijo, estoy en la casa de Martino, y mañana tiene preparado un viaje a Marbella, pero quiere que vaya con él — respondí— Esta bien Alexandra, cuando venga hablaremos de eso, la esperamos dentro de una hora y asegúrese que el señor Martino no la siga, hasta luego — me dijo terminando los dos la llamada— Alexandra mi amor ¿te encuentras bien? , ne
Me tuve que parar en la misma puerta de la comisaría, al escuchar cómo me llamaba la inspectora Salas, viendo que se acercaba a donde yo estaba— Perdona Alexandra, pero creo que debes perdonar a tu marido y te repito, perdona que me meta en este asunto, supongo que te habrá dolido mucho su confesión hacia a ti, pero piensa que ese hombre te ama y mucho — me dijo— Ya lo sé y le agradezco sus palabras, pero yo ahora mismo necesito tiempo para pensar, por qué tu propio marido, el que te ha hecho engendrar en tu vientre un pequeño ser por amor, te haga luego ver que lo hizo por despecho hacia la mujer que en ese momento el verdaderamente amaba, es muy fuerte e imposible de que se me olvide pronto — le dije— Tiene que ser muy duro para usted, pero mire lo que ha hecho por regresar a su lado, por querer estar con la mujer que él realmente ahora ama, piensenlo por favor, su marido está ahora mismo destrozado y por lo que le he visto, esta muy hundido en su dolor, ¿lo pensara? — me dijo—
Le dije a la sirvienta de Alonso lo que deseaba para desayunar, marchandome desde el salón hacia hacia la terraza, acercándome a Martino y a su amigo— Buenos dias bellisima — me dijo Martino, levantándose de su hamaca y dándome un beso en la mejilla— Veo que anoche se te puso bravo tu hombre, tienes su marca en tu bonita cara y en tu lindo cuello — dijo Alonso, riendo a carcajadas los dos hombres— Eso se ve que es muy normal por aquí — les respondí con cierto sarcasmo— Cuando una morra como tu no abre sus piernas para su hombre cuando este se lo pide, hay que saber educarla y por lo que veo mi amigo, sabe hacerlo muy bien — dijo Alonso.Después de comer, nos sentamos los tres en los sofás que había en el salón para tomar café, cuando de pronto se empezaron a escuchar los motores de varios coches, llegando a la casa, entrando siete personas que no conocía, entrando también la última Claire. Martino me fue presentando a las personas que entraban en la casa, fijandome en el vientre
Al terminar la reunión, la mayoría se marcharon de la casa de Alonso, marchandonos a la terraza Martino y yo para dar un pequeño paseo por los jardines de la casa, que aunque estaba oscuro, la noche era deliciosa.— Sabes una cosa Alexandra, quiero que tengamos un hijo, ver a Claire con la barriga que tiene, me ha hecho pensar en lo feliz que tu me harias si me das un bebe — me dijo— Martino por favor, ahora no podría, recuerda que hace poco perdi a Giovani y antes a mi bebe y no me siento con fuerzas, lo siento — le dije— Alex, tu sabes bien que cojo lo que quiero y cuando quiero y quiero que tengamos un hijo ahora — me dijo cogiendo mi nuca con su mano, apretando después su boca a la mía, separándose cuando comprendió que yo no podía respirar al faltarme el aireDespués de cenar, deje a los invitados que seguían en la casa en el salón con Martino y con Alonso, marchandome al dormitorio, porque realmente estaba muy cansada, entre en el cuarto de baño para cambiarme de ropa, cuando