Me marché al dormitorio con mi teléfono en mi mano para poder hablar con la policía, ya que eran ellos quien me llamaba y que Martino no pudiera escucharme hablar con ellos, cuando ya entre en el cuarto de baño, espere sentada en el inodoro ya que sabía que volverían a llamarme, lo que ocurrió a los pocos minutos.— Soy Alexandra, buenos días — dije casi susurrando por si Martino estaba escuchando detrás de la puerta— Buenos días, queremos que venga a nuestra comisaría, tenemos algo que decirle de vital importancia para usted ¿puede estar aquí dentro de una hora? — me preguntó el inspector— Lo intentare, tengo que decirle que como usted me dijo, estoy en la casa de Martino, y mañana tiene preparado un viaje a Marbella, pero quiere que vaya con él — respondí— Esta bien Alexandra, cuando venga hablaremos de eso, la esperamos dentro de una hora y asegúrese que el señor Martino no la siga, hasta luego — me dijo terminando los dos la llamada— Alexandra mi amor ¿te encuentras bien? , ne
Me tuve que parar en la misma puerta de la comisaría, al escuchar cómo me llamaba la inspectora Salas, viendo que se acercaba a donde yo estaba— Perdona Alexandra, pero creo que debes perdonar a tu marido y te repito, perdona que me meta en este asunto, supongo que te habrá dolido mucho su confesión hacia a ti, pero piensa que ese hombre te ama y mucho — me dijo— Ya lo sé y le agradezco sus palabras, pero yo ahora mismo necesito tiempo para pensar, por qué tu propio marido, el que te ha hecho engendrar en tu vientre un pequeño ser por amor, te haga luego ver que lo hizo por despecho hacia la mujer que en ese momento el verdaderamente amaba, es muy fuerte e imposible de que se me olvide pronto — le dije— Tiene que ser muy duro para usted, pero mire lo que ha hecho por regresar a su lado, por querer estar con la mujer que él realmente ahora ama, piensenlo por favor, su marido está ahora mismo destrozado y por lo que le he visto, esta muy hundido en su dolor, ¿lo pensara? — me dijo—
Le dije a la sirvienta de Alonso lo que deseaba para desayunar, marchandome desde el salón hacia hacia la terraza, acercándome a Martino y a su amigo— Buenos dias bellisima — me dijo Martino, levantándose de su hamaca y dándome un beso en la mejilla— Veo que anoche se te puso bravo tu hombre, tienes su marca en tu bonita cara y en tu lindo cuello — dijo Alonso, riendo a carcajadas los dos hombres— Eso se ve que es muy normal por aquí — les respondí con cierto sarcasmo— Cuando una morra como tu no abre sus piernas para su hombre cuando este se lo pide, hay que saber educarla y por lo que veo mi amigo, sabe hacerlo muy bien — dijo Alonso.Después de comer, nos sentamos los tres en los sofás que había en el salón para tomar café, cuando de pronto se empezaron a escuchar los motores de varios coches, llegando a la casa, entrando siete personas que no conocía, entrando también la última Claire. Martino me fue presentando a las personas que entraban en la casa, fijandome en el vientre
Al terminar la reunión, la mayoría se marcharon de la casa de Alonso, marchandonos a la terraza Martino y yo para dar un pequeño paseo por los jardines de la casa, que aunque estaba oscuro, la noche era deliciosa.— Sabes una cosa Alexandra, quiero que tengamos un hijo, ver a Claire con la barriga que tiene, me ha hecho pensar en lo feliz que tu me harias si me das un bebe — me dijo— Martino por favor, ahora no podría, recuerda que hace poco perdi a Giovani y antes a mi bebe y no me siento con fuerzas, lo siento — le dije— Alex, tu sabes bien que cojo lo que quiero y cuando quiero y quiero que tengamos un hijo ahora — me dijo cogiendo mi nuca con su mano, apretando después su boca a la mía, separándose cuando comprendió que yo no podía respirar al faltarme el aireDespués de cenar, deje a los invitados que seguían en la casa en el salón con Martino y con Alonso, marchandome al dormitorio, porque realmente estaba muy cansada, entre en el cuarto de baño para cambiarme de ropa, cuando
Por la noche encerrada en el dormitorio, cogi la tarjeta que me dio la inspectora Salas de mi bolso, y con mi móvil en la mano, marque el numero que habia en esa tarjeta, contestando ella al tercer sonido— Dígame Alexandra ¿le pasa algo? — me dijo— Inspectora Salas, anoche hubo una reunión en la casa de un tal Alonso con varios socios, están esperando un gran cargamento de heroína que viene de México — le dije— Muchas gracias Alex, informese de, en que lo traen y donde lo van a descargar, pero siempre y recuerdelo, tenga mucho cuidado esa gente es muy peligrosa — me dijo— ¿Cómo está mi esposo, lo echo mucho de menos? — le pregunté— Esta muy bien, con lo que usted le dijo el otro dia cuando la llamo, se hundió un poco más, pero sé que se le pasara, Alexandra su marido la ama, nunca he visto a un hombre tan enamorado de su esposa como él, debería perdonarlo, pienselo — me dijo— Yo también estoy enamorada de mi marido y como le he dicho, también lo echo mucho de menos, pero una cos
Le mande el mensaje a la inspectora Salas como me dijo, borrandolo despues marchandome de aquel cuarto de baño, cuando volvi a la mesa donde estaban todos, me percate de que Claire estaba diciéndole algo a Martino al oído, imaginando que sería ella la que entró detrás de mí en aquel cuarto de baño, apartándose de donde estaba con Martino al ver que volvía yo a la mesa. Nos marchamos todos de aquel restaurante, subiendo cada uno a sus coches, volviendo Martino, Alonso y yo a la casa. Alonso y Martino se quedaron en el jardín tomándose un vaso de whisky cada uno, pero yo me marche al dormitorio, deje mi bolso encima del tocador que había, sentandome en la cama para quitarme los zapatos y deseando entrar al cuarto de baño para ducharme, pero antes de entrar empecé a escuchar mi movil, me acerque al tocador y saque de mi bolso el teléfono, contestando enseguida, pues ya sabia quien me llamaba.— Dígame inspectora Salas, ¿recibio mis mensajes? — pregunté— Si Alexandra, pero quiero decirle
Cuando abri la puerta de la casa, me quede inmovil al ver a la persona que habia detras de la puerta.— André qué alegría, pero pasa a la casa por favor — le dije— Gracias Alex, por casualidad Martino ¿está en casa? — preguntó— No creo que tarde en venir, se marchó hace tiempo ?¿Quieres tomar un vino? — pregunté— Si por favor, ¿cuánto tiempo lleváis juntos, Martino y tú? — me dijo— Unos meses — le respondí cuando vine de la cocina y le puse una copa de vino en la mesita, sentandome a su lado— Lo envidio de verdad, encontrar a una mujer tan bella como tu, es muy difícil — me dijo acariciando mi peloDe pronto escuchamos cerrarse la puerta de la casa, apartándose Andre un poco de mi lado, viendo entrar en el salón a Martino.— ¿Qué pasa aquí? — preguntó Martino— Hola Martino, ¿cómo estás amigo? — le dijo Andre, ofreciéndole la mano a Martino— Bien, pero dime ¿qué pasa Andre para que vengas a mi casa? — preguntó— Tenemos un infiltrado Martino, cuando esperaron nuestros sicarios
Una hora antes de tenernos que marchar a la recepción de uno de los socios de Martino, llegó él a la casa con una mujer joven, rubia y muy guapa, entraron los dos en la casa, acercándose Martino a donde yo estaba, ya que estaba en el dormitorio, arreglandome— Alexandra cariño, te presento a Sofía, ella es una muchachita que cuando necesito que me hagan un favor, es la mejor para ello — me dijo — Hola, yo me llamo Alexandra — le dije dándonos las dos un beso en la mejilla Después de vestirse Martino, nos marchamos los tres de la casa, subiendo a la limusina de Martino donde su chofer ya tenía la puerta del vehículo abierta, saludandonos el hombre cuando nos íbamos sentando dentro los tres. El chofer paró la limusina delante de una gran casa, bajamos los tres cogiéndonos las dos mujeres de los brazo de Martino, entramos en la casa acercandonos al anfitrión, ya que yo lo conocía de las reuniones que hacían en Marbella.— Hombre, Martino amigo mío, veo que has venido muy bien acompañad