Por la noche encerrada en el dormitorio, cogi la tarjeta que me dio la inspectora Salas de mi bolso, y con mi móvil en la mano, marque el numero que habia en esa tarjeta, contestando ella al tercer sonido— Dígame Alexandra ¿le pasa algo? — me dijo— Inspectora Salas, anoche hubo una reunión en la casa de un tal Alonso con varios socios, están esperando un gran cargamento de heroína que viene de México — le dije— Muchas gracias Alex, informese de, en que lo traen y donde lo van a descargar, pero siempre y recuerdelo, tenga mucho cuidado esa gente es muy peligrosa — me dijo— ¿Cómo está mi esposo, lo echo mucho de menos? — le pregunté— Esta muy bien, con lo que usted le dijo el otro dia cuando la llamo, se hundió un poco más, pero sé que se le pasara, Alexandra su marido la ama, nunca he visto a un hombre tan enamorado de su esposa como él, debería perdonarlo, pienselo — me dijo— Yo también estoy enamorada de mi marido y como le he dicho, también lo echo mucho de menos, pero una cos
Le mande el mensaje a la inspectora Salas como me dijo, borrandolo despues marchandome de aquel cuarto de baño, cuando volvi a la mesa donde estaban todos, me percate de que Claire estaba diciéndole algo a Martino al oído, imaginando que sería ella la que entró detrás de mí en aquel cuarto de baño, apartándose de donde estaba con Martino al ver que volvía yo a la mesa. Nos marchamos todos de aquel restaurante, subiendo cada uno a sus coches, volviendo Martino, Alonso y yo a la casa. Alonso y Martino se quedaron en el jardín tomándose un vaso de whisky cada uno, pero yo me marche al dormitorio, deje mi bolso encima del tocador que había, sentandome en la cama para quitarme los zapatos y deseando entrar al cuarto de baño para ducharme, pero antes de entrar empecé a escuchar mi movil, me acerque al tocador y saque de mi bolso el teléfono, contestando enseguida, pues ya sabia quien me llamaba.— Dígame inspectora Salas, ¿recibio mis mensajes? — pregunté— Si Alexandra, pero quiero decirle
Cuando abri la puerta de la casa, me quede inmovil al ver a la persona que habia detras de la puerta.— André qué alegría, pero pasa a la casa por favor — le dije— Gracias Alex, por casualidad Martino ¿está en casa? — preguntó— No creo que tarde en venir, se marchó hace tiempo ?¿Quieres tomar un vino? — pregunté— Si por favor, ¿cuánto tiempo lleváis juntos, Martino y tú? — me dijo— Unos meses — le respondí cuando vine de la cocina y le puse una copa de vino en la mesita, sentandome a su lado— Lo envidio de verdad, encontrar a una mujer tan bella como tu, es muy difícil — me dijo acariciando mi peloDe pronto escuchamos cerrarse la puerta de la casa, apartándose Andre un poco de mi lado, viendo entrar en el salón a Martino.— ¿Qué pasa aquí? — preguntó Martino— Hola Martino, ¿cómo estás amigo? — le dijo Andre, ofreciéndole la mano a Martino— Bien, pero dime ¿qué pasa Andre para que vengas a mi casa? — preguntó— Tenemos un infiltrado Martino, cuando esperaron nuestros sicarios
Una hora antes de tenernos que marchar a la recepción de uno de los socios de Martino, llegó él a la casa con una mujer joven, rubia y muy guapa, entraron los dos en la casa, acercándose Martino a donde yo estaba, ya que estaba en el dormitorio, arreglandome— Alexandra cariño, te presento a Sofía, ella es una muchachita que cuando necesito que me hagan un favor, es la mejor para ello — me dijo — Hola, yo me llamo Alexandra — le dije dándonos las dos un beso en la mejilla Después de vestirse Martino, nos marchamos los tres de la casa, subiendo a la limusina de Martino donde su chofer ya tenía la puerta del vehículo abierta, saludandonos el hombre cuando nos íbamos sentando dentro los tres. El chofer paró la limusina delante de una gran casa, bajamos los tres cogiéndonos las dos mujeres de los brazo de Martino, entramos en la casa acercandonos al anfitrión, ya que yo lo conocía de las reuniones que hacían en Marbella.— Hombre, Martino amigo mío, veo que has venido muy bien acompañad
Estuvimos hablando hasta el alba, me iba ya a marchar insistiendo Adrian en llevarme a la casa de Martino, pero lo pude convencer para que no me llevara él, ya que me apetecia andar un poco, marchandome despues en un taxi. Esperé a que uno de los ascensores acudiera a mi llamada, cuando me taparon de pronto la boca, metiendome en una de las habitaciones, cuando el desconocido me quito su mano y me sentí libre, me gire de pronto viendo a Giuliano delante de mí. Al principio me eche en sus brazos, besándonos los dos como dos colegiales, pero de pronto, me separé de él dandole un fuerte bofeton, inclusive rompiendole el labio, viendole sangrar— Cariño por favor ¿Que te pasa? Alexandra háblame, dime que te he hecho, para que des este bofetón — me dijo— ¿Qué me has hecho, Giovani? eres tan cínico que aún me preguntas, está bien te lo dire, ¿quien es el padre del niño que trae Claire ¿dime? — le respondí— Te lo dije para que no hubiera secretos entre tu y yo, lo siento mucho mi amor, fue
Bajamos los tres por el ascensor hasta llegar a la calle, abriendo el chofer la puerta de la limusina de Armando en cuanto lo vieron salir del edificio a él y a Adrian su hijo, subimos los tres al vehículo, sentandose Adrian enfrente de su padre y de mi, mirándome muy serio. Al parar el vehículo, el chofer abrió la puerta ayudando el chofer a bajar a Armando, bajando despues yo y Adrian, entramos en la casa, fijandome en que no era muy moderna, pero los cuadros, muebles y demás enseres que había dentro deberian de valer una gran fortuna.— Alexandra cielo, te quiero presentar a Fiorella y Catalina, son mi todo, ya que llevan muchos años conmigo y se podría decir que son casi como de la familia — me dijo Armando— Fiorella por favor, pon un cubierto más, la señorita Alexandra se queda a comer con nosotros — le dijo Armando— Perdonen, necesito ir al cuarto de baño, ¿me hacen el favor de indicarme donde está? — pregunté— Yo mismo te acompaño alex, por favor sígueme — me dijo Adrian— A
Nos quedamos mirándonos fijamente a los ojos Giovani y yo, sin saber que decir ya que esos preciosos ojos verdes me tienen tan enamorada aunque me hubiera hecho el daño que me hizo y la humillación que me hizo pasar con Claire, le seguía amando y era solo mio.— Esta bien acepto que Giuliano y yo trabajamos juntos, pero sabes que iran a por ti, te hacen muerto — le dije— Que vengan, estoy preparado para que me maten, aunque sin ti Alex, ya estaba muerto y no me importaba nada morir, si con eso salvo tu vida — me dijo rodeando mi cintura con sus fuertes brazos — Por favor, me gustaría que pasara el aire entre los dos, aun no te he perdonado tu puñalada, tenlo muy claro en la mente Giuliano , ¿nos vamos a la casa? — le preguntéNos marchamos Giuliano y yo de la comisaría, parando el primer taxi que vimos, subimos a él, dándole Giovani al conductor la dirección de su casa, durante el camino no hablamos él y yo, pero me pude dar cuenta, mirándolo por el rabillo de mis ojos, que no cesa
Abri despacio la puerta del dormitorio, sali fuera fijandome en los muebles que había, la gran escalera, bajando despacio encontrándome con un gran salón, lleno de muebles modernos, viendo a Martino sentado en uno de los sofás grandes que había, girando su cuerpo cuando me escucho bajar, cruzando nuestras miradas— ¿Ya te despertaste mi amor?, ven siéntate conmigo, me alegro de verte tan bien ya que has dormido más de ocho horas seguidas — me dijo— Sofía ya puede poner la comida, la señora se despertó — le dijo Martino a una señora que de pronto entró en el salón— ¿Dónde me has traído? ¿Qué hago yo aquí? — pregunté— Estás aquí con tu futuro esposo, acuérdate que aun tenemos que buscar ese bebe que tanto deseo que me des — me dijo— Dime una cosa ¿porque no puedes dejarme en paz de una vez, no te entiendo Martino, sabes que yo no estoy enamorada de ti y que no deseo estar contigo, ¿qué es lo que no comprendes? — le pregunté— Tranquila mi amor, aprenderás a quererme y a respetarme,