Giovani y yo nos marchamos del hotel subiendo a la limusina que nos esperaba en la misma puerta, nada más arrancar el chofer el vehículo, me cogió la mano y puso su otra mano en mi barbilla para que lo mirara, mirándonos los dos muy serios — ¿Te ibas a acostar con Liam? — me preguntó — Giovani, como tu tienes tu vendetta con Claire por el atentado que mató a tu madre, yo tengo mi vendetta con Liam, por la desaparición de mi amiga Bianca, comprendelo — le dije — Te comprendo Alex, pero no quiero que os pase nada ni a mi hijo ni a ti.--- me dijo dándome un precioso beso en los labios Cuando llegamos a la casa, Giovani entró en el salón y sin embargo yo me marche al dormitorio para quitarme el vestido y ponerme ropa más cómoda, deje el bolso encima de la cama y me quite la cremallera del vestido, dejándolo caer al suelo, cuando escuche la melodía de mi movil, cogi enseguida el bolso para coger el móvil ya que no quería que Giovani escuchara que me estaban llamando — ¿Diga? — pregunt
Aún estábamos los tres en el despacho de Fabricio, cuando empecé a escuchar la voz de Giovanni llamándome, viendo como entraba de pronto en el despacho, quedandose de pie inmovil mirandonos a los tres — ¿Qué pasa aquí? — preguntó Giovani — Tu querida esposa Giovani, va a trabajar para mi y estamos negociando, tranquilo amigo no pasa nada — le dijo Fabricio a Giovani — Alexandra está embarazada, ¿lo sabes no? y espero que no pongas en peligro a mi mujer y a mi hijo — contestó Giovani — Querido amigo, eso sabes que nunca lo haría, ¿porque no volvemos a la fiesta?, venga es en vuestro honor, vámonos ya ¿si? — dijo Fabricio poniendo su mano en mi espalda Cuando nos marchamos los cuatro del despacho, Giovani se dio cuenta de la herida que yo tenía en la cara, acercandonos los dos al cuarto de baño para limpiarme la sangre. — Claire quiere que la invite a cenar esta noche, se que es nuestra noche de bodas, pero haré lo que tu me digas cariño — me dijo Giovani — Aunque acabamos de casa
Estaba hablando con Giovani, cuando escuche sonar la melodía en mi móvil, viendo que era un mensaje de Martino, que me avisaba que ya estaba en la entrada de mi casa esperándome. — ¿Es Martino, verdad? — me preguntó Giovani — Si, me tengo que marchar y por favor confía en mí, solamente te amo a ti recuerda, como yo confié ayer en ti, aunque sabía perfectamente que te ibas a acostar con ella ¿vale? Me giré para marcharme del salón, cogiendo mi brazo Giovani acercándome a su cuerpo, apretó sus labios a los míos, mientras su lengua bailaba dentro de mi boca, con lujuria y pasión, cuando apartó su boca de la mía, nos quedamos mirándonos a los ojos — Te amo, los celos me están matando ahora mismo, pero respetare lo que vayas a hacer con Martino, te quiero Alex — me dijo Me marché del salón dirigiendome hacia la salida de la casa, viendo a Martino fuera de su vehículo con la puerta del copiloto abierta, me acerque a él dándonos un beso en la mejilla — Bellisima como siempre — me dijo
Giovani me tenía cogida de la mano haciéndome seguirle hasta una sala dentro de aquel club, cuando entramos cerró la puerta con el cerrojo, enfrentándome — ¿Qué crees que estás haciendo, me case contigo para que no fueras la puta de mis socios y ¿cómo te encuentro? babeandote con ese cabron — me grito — Pero qué pasa contigo, tu puedes acostarte con Claire y yo no puedo besarme con Martino, eso no es lo que hablamos Giovani, por lo menos Liam me respetaba cuando estuve con él y tu que, ¿no eres tu mas cabron que Martino? — le grité, dándome mi marido un bofetón que me hizo golpear mi vientre contra la esquina de una mesa que allí había — Te voy a llevar al aeropuerto, no te consiento que te dejes tocar como si fueras una ramera y menos delante de mí, vámonos ahora mismo al coche para que te deje en el aeropuerto — me dijo cogiéndome el brazo con su mano, sacandome casi arrastrando de aquella sala — Suéltame ahora mismo, no me voy a marchar de aquí, suéltame te digo — le gritaba mie
Cuando el médico se marchó de la habitación, cerré los ojos para intentar dormir un poco, pero escuche abrirse la puerta, al mirar me pareció ver la inspectora Salas, pero como llevaba bata blanca y el pelo muy recogido, me confundi hasta que esa mujer habló — Hola Alexandra, soy la inspectora Salas he venido para saber como se encuentra — me dijo — Pues ya ve donde estoy, he perdido a mi bebe por eso estoy aquí, pero ya mañana me marcho a mi casa — le respondí — Alexandra ¿sabe usted dónde tiene el móvil que le dimos? se lo voy a cambiar por otro con mas tecnologia, y cuando pueda por favor, necesitamos todo lo que Fabricio Bassi tiene en su computadora — me dijo — Creo que el movil esta en mi bolso, hay en el armario y no se preocupe, en cuanto pueda intentaré grabar lo que ese hombre tiene en su computadora — le dije La inspectora abrió el armario que había en la habitación, cogió mi bolso sacando de dentro el móvil que me dieron. — ¿Saben algo ya de mi amiga y de mi padre? —
Giovani se marchó de la casa muy pronto, ya que cuando me desperté me encontré sola en la cama, me levante y entre en el cuarto de baño, me mire al espejo viendo como caían las lágrimas por mis mejillas ya que me sentía confundida y no dejaba de preguntarme si había hecho bien en dejar que mi marido que se fuera a pasar unos días con esa mujer, además de preguntarme si había hecho bien o mal, una vez que me duche, volví al dormitorio, me vesti, marchandome del dormitorio hacia la cocina para desayunar, — Buenos días, ¿me pones Felisa, por favor una taza de café? — le dije — Claro que sí cariño, no te veo muy bien Alex, tu esposo se marchó de la casa casi de madrugada — me dijo Pasaron ya dos semanas desde que Giovani se marchó de nuestra casa, mientras que la policía me llamaba de vez en cuando para pedirme información. Una informacion que solo Martino me podia dar, Martino venia a mi casa de vez en cuando, nos íbamos a cenar o pasaba los días en mi casa, marchandose por la noche a
Dándole las gracias a Felisa, me fui hasta mi dormitorio, entre en el cuarto de baño para ducharme, al entrar en la ducha y cerrar las mamparas, me fui arrastrando por los azulejos hasta quedar de rodillas en el suelo, poniéndome a llorar sin consuelo, pensando en qué le diría a mi esposo cuando llegara, ya que el saber dónde y con quien estaba durante esos meses, me estaban volviendo loca y por la otra parte, al dormir con Martino y enterarme cuando me dijo que hicimos el amor en su cama, me sentía sucia y no sabia si decírselo a Giovani o dejar que pasara como si no hubiera ocurrido nada.entre Martino y yo. Ya era de noche y Giovani no había venido, llame a Martino para preguntarle si él sabía algo, pero cuanto lo llamaba no me cogia el telefono, ya era de madrugada cuando escuche la melodia de mi movil, enseguida cogi mi teléfono ya que lo tenía encima de la mesita del dormitorio, mire la pequeña pantalla viendo un número privado — ¿Quién es? — pregunté muy nerviosa — Alexandra, s
Mientras comiamos lo que Martino pidio a domicilio, me explicaba en qué consistia lo que estaban haciendo en su empresa, los viajes que hacía y donde iba, cuales eran sus clientes, hasta que escuche la melodía de mi móvil, sabiendo que me estaban llamando, pero sin saber quien era hasta que lo cogi de mi bolso y vi en la pantalla el número privado que casi siempre me llamaba.Me disculpe con Martino marchandome a la cocina para poder hablar tranquilamente — ¿Diga? — pregunte — Alexandra supongo que ya me conoce, necesito verla, tenemos que hablar de un asunto que le concierne a usted y a nosotros — me dijo la inspectora Salas — De acuerdo, dígame donde y yo iré — respondí — ¿En su casa hay alguien a parte de usted? — pregunto — Está mi ama de llaves, que es como una madre para mi — le dije — No, es mejor que nadie de su entorno nos vea juntas, hay una cafetería en el centro de la ciudad, vaya usted dentro de dos horas y espereme en una fuente grande que hay enfrente, está atenta a