Terminamos nuestro refresco, le pagamos al camarero, quedando en verse a la noche mi amiga y él, intercambiando los dos los números de teléfono. Nos marchamos de allí fijándonos en unos carteles que habían pegados en la calle, donde promocionan en una discoteca a un grupo, mi amiga anotó en un papel donde era, marchandonos a la casa de su tía, ya que era la hora de comer. Por la tarde y después de acostarnos a dormir la siesta, nos levantamos las dos, duchandonos primero una y luego la otra, poniéndonos los vestidos que nos compramos en una de las tiendas de la ciudad. ya arregladas nos despedimos de Lupita, marchandonos a la dirección que apuntó mi amiga de la discoteca donde iban a tocar el grupo que promocionan. Entramos dentro fijándonos en toda la gente que había, acercándose a nosotras el camarero que nos atendió en la cafetería y otro chico más. —------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ — Hola ¿cómo está
Me levanté del suelo como me dijo y subí al vehículo que me iba a llevar o a mi libertad o a mi muerte, sentandome en él asiento del conductor .Nada más sentarme en el vehículo y ponerme el cinturón de seguridad mire el GPS que tenia el vehiculo, dándome cuenta de que tenía que pasar la frontera hacia los estados unidos, Arranque el vehículo marchandome de aquel lugar, hacia mi destino, ya llevaba unos kilómetros recorridos cuando vi enfrente de mi, un retén de la policía colombiana, mis manos temblaban, temiendo a que me detuvieran, pero lo unico que tenia en mente, era salvar a mi amiga Bianca, que en ese momento era lo único que me importaba. Después de pararse uno de los policías y tener que darle la documentación del vehículo temblando las manos, me preguntaron dónde iba, respondiendoles tartamudeando, diciéndoles que iba de turista. Cuando me dijo el policía que siguiera mi camino, no sabía si llorar o gritar por la suerte que tenia, ya que temía que me registraran y con toda la
Estuvimos andando mientras me fijaba en todo para poder huir de aquellos hombres, viendo y contando los hombres que habían, las alarmas que habían y las vallas de pinchos que tenían rodeada aquella casa. — ¿Has disparado alguna vez? — me preguntó Liam — Nunca y tampoco me interesa aprender, las armas no me gustan ´— respondí — ¿Siempre has sido tan respondona?, aunque te he de confesar una cosa, me gustan las mujeres con iniciativas propias — dijo Seguimos paseando por los alrededores de la casa, cuando de pronto se abrieron los portones que guardaban aquella casa, entrando un todo terreno negro con las lunas tintadas para que no se viera quien venida dentro — Vete a la casa y encierrate en el dormitorio, Maria te llamará para almorzar — me dijo, mientras se marchaba de donde estábamos y me dejaba en ese lugar sola. Ya era muy tarde cuando escuché tocar a la puerta de mi dormitorio. Como estaba sentada en una de las sillas de la terraza, me levante de ella para acercarme a la pue
Ya con el equipaje en la entrada, el chofer de Liam cogió nuestras maletas metiéndolo en el maletero de la limusina, nos sentamos dentro del vehículo Liam y yo, esperando a que el chofer el vehículo para irnos al aeropuerto donde Liam tenía su avión privado. Cuando llegamos, bajamos de la limusina, siendo las azafatas en ese momento las que recogieron nuestros equipajes del coche para introducirlas en el avión. Una vez que aterrizo, bajamos por las escalinatas, dirigiéndonos a un vehículo todo terreno y con las lunas tintadas que ya nos esperaba en la misma pista de aterrizaje. — ¿Dónde estamos? — le pregunté a Liam — En Marbella, aquí tengo varios negocios, y Giovani ya nos espera en el hotel — me respondió Subimos al todo terreno, dirigiéndose el chofer hacia el hotel de la ciudad, mientras yo miraba por la ventanilla del coche las maravillas de esa ciudad. — ¿Te gusta Marbella? — me preguntó Liam — Es preciosa, digna de vivir aquí, parece que no le falta de nada a esta ciudad
Liam se acercó hasta donde yo estaba sonriendo, mientras yo miraba por todo el hall para ver si veía a mi marido, sorprendiéndome al no verlo por ninguna parte. — Alexandra, estaba a punto de subir a tu habitación, me gustaría que me acompañaras a mi club, si no te importa, claro — me dijo — No claro que no me importa, pero ¿has visto a Giovani? hace un momento estaba conmigo en la habitación, pero cuando he salido del cuarto de baño ya no estaba — le dije — Estará hablando con alguno de los socios que también han venido, pero olvídate de él, vámonos del hotel, mi chofer nos espera en mi coche — me dijo ofreciéndome su mano. Nos marchamos Liam y yo del hotel, subiendo al todo terreno que estaba aparcado en la puerta donde el chofer ya tenía la puerta del mismo abierta. llegamos a los pocos minutos a un lugar cerca de donde estaba la playa, parando el vehículo el chofer y abriéndonos la puerta nos bajamos los dos. Entramos en un local fijándome en lo grande que era y la cantidad de
Me desperté por la noche encontrándome sola en la cama, encendí la luz de la lamparita que había en la mesita y me levanté de la cama, mirando a todas partes buscando a mi marido, entre corriendo al cuarto de baño ya que las nauseas no me dejaban tranquila, cuando me estaba refrescando la boca, escuché golpear la puerta de la habitación, me marché del baño y me acerque despacio a la puerta — ¿Quién es? — pregunté — Alexandra, abreme tengo que hablar contigo — escuche hablar a Liam detrás de la puerta — ¿Que quieres Liam?, es muy tarde ya y mi marido puede llegar en cualquier momento — le respondí — Ya lo sé y perdona, pero tengo que decirte una cosa muy importante, es sobre tu amiga Bianca — me respondió Enseguida abri la puerta de la habitación, viendo a Liam de pie tras la puerta, apestando a alcohol y a colonia barata de mujer — ¿Tú te has visto como estas? apestas a whisky — le dije — Pues Giovani está peor que yo y además está durmiendo en mi cama con una fulana — me dijo
Como le dije a mi padre, el pobre hombre llamó al médico que no tardo en personarse en nuestra casa, mientras yo me quede tumbada en mi cama, notando como ese líquido rojizo seguía cayendo entre mis piernas. — Hola Alexandra, ¿Qué te pasa, cielo? tu padre me ha llamado muy preocupado — me pregunto el medico, cuando entró en el dormitorio donde yo me encontraba — Me está cayendo un líquido rojizo por mis piernas doctor — respondí — ¿Estás embarazada mi niña? — Creo que sí, aunque no me he hecho ninguna prueba — le dije — Entonces te la haré yo ahora y por cierto ¿dónde está tu marido? que aquí no lo veo y creo que esta no es su casa — preguntó el médico — Está de viaje, ya sabe cómo eso de ser un importante CEO doctor Después de hacerme varias pruebas y dar positivo en el test de embarazo, el doctor llamó a una ambulancia para llevarme al hospital ya que había riesgo de que abortara a mi hijo, pero aunque me negué una y otra vez, entre mi padre y el doctor me obligaron a subir
Tres días estuve ingresada en la clínica, cuando me dieron el alta, Giovani fue a recogerme y escoltados por sus sicarios nos marchamos de allí. Subimos a la limusina que nos esperaba fuera, sentandonos en los asientos de cuero negro. La llegada a nuestra casa fue como un festejo para Felisa que ya nos esperaba en la puerta de la casa. — Que alegría volver a verte cariño — me dijo Felisa — Yo también me alegro de volver a la casa de mi marido — le respondí muy seria, ya que echaba mucho de menos a mi padre y a mi verdadera casa — Felisa acompaña a mi esposa a nuestro dormitorio y que se tumbe en la cama, aún está débil — dijo mi esposo Felisa me ayudó como si estuviera verdaderamente enferma hasta llegar al dormitorio, no quise tumbarme en la cama ya que llevaba varios días en la clínica y necesitaba ducharme para quitarme el olor a medicamentos y otros enseres de la clínica. Entre en el cuarto de baño, abri los grifos dejando que el agua corriera como a mi me gustaba, me quite la