—No me has llamado, ¿qué está sucediendo? —¡No la hemos encontrado, jefe! —Tyler Clement tuvo que elevar su voz por encima del ruido que tenía de fondo: las aspas de un helicóptero. El hombre fornido, de rostro juvenil y de cabello rapado, usando uniforme de escuadrón y llevando su chapa de Inteli
—Me complace muchísimo volver a compartir contigo, Pilar. Esto ha sido bastante pesado, hemos pasado por momentos muy difíciles —decía Leontaris—. El hospital está funcionando muy bien. ¿Las cosas? Viento en popa, pero ya podrás imaginar todo lo que me ha tocado coordinar y bueno, verte, poder conve
—Embert no me inspira algo negativo, al contrario, pero he visto muchas cosas en esta profesión y si tienes algo que decir, yo podré ayudarte... —¿Qué? ¡No! ¿Por qué lo dices? ¿Por qué llegas a esa conclusión? ¿Por no haberle contado que estaba encinta de un hijo suyo?—quiso ella saber—. No soy víc
Él suspiró. Colocó sus manos en jarras y miró a su alrededor, a nada en específico, antes de volver a mirarla. —Pilar, me has gustado desde que te conocí. —Ella detuvo su respiración, un solo segundo nada más—. Tú para mí, eres... —pasó las manos por su cara y se acercó a ella— eres la mujer más va
Peter estaba sentado en un mueble, diagonal izquierda de ella, que apenas podía notar que era de color beige; lugar ubicado en medio de la cama, la cual se encontraba frente a ella, siendo esa la parte derecha de la habitación, y de una mesa de trabajo hecha de bellísima madera con sillas, laptop y
Él se despegó de un níveo beso y mordió sus propios labios, contemplándola. Las costillas de la mujer podían verse gracias a su acelerada respiración. La miró a la cara, colocó sus manos en la pretina del pantalón blanco que ella cargaba puesto y no hizo nada hasta que ella asintió y la larga tela h
Algo acariciaba la nariz de Pilar, pero no parecía ser la única zona de su cuerpo donde ella sentía leves y pequeñas caricias. Olía extraño, pero nada mal. En su duermevela no lograba descifrar qué era. Peter, serio y emocionado por dentro, despierto desde hace más de una hora, volvió a acostarse p
Pilar le miró fijo, manteniendo la ecuanimidad. Sentía una enloquecida emoción en su interior, pero debía manejar las cosas con calma. —Escuché que mencionaste el Parnés —le dijo ella. Él asintió. —Mireya estuvo alojada en un hotel de Menidi, cerca del Parnés. Y no estaba sola. La enfermera pens