Peter escuchaba a Jaya sobre el informe que ella había realizado con respecto a los últimos acontecimientos sobre todas las cosas y tareas que investigaba la agencia, pero el más importante y en el que Peter prefirió enfocarse fue en el análisis de la llamada entre Pilar y Mireya, siendo una joya pa
La conexión con el agente Jarr, quien ahora se encontraba en Grecia, no se hizo esperar. —Jefe. —¿Cómo has encontrado a las autoridades de Varna? —Nada sospechosas, apoyan. —¿Qué hiciste con los empleados de la mansión? —La policía local se ha encargado de ellos luego de que se los entregué. Te
—¿Qué ocurre? Jaya compartió un video con su jefe, enviándolo a su dispositivo, B.J se lo acababa de pasar. Peter lo vio y enderezó todo su cuerpo. Su franela de mangas cortas de color negro se apretó al rededor de sus antebrazos al inclinarse hacia delante, apoyando la Tablet en la mesa, observand
(Hace más de ocho años). Peter se despertó solo en su cama. Estaba completamente desnudo y mientras se desperezaba, frunció el ceño al no encontrar a Pilar al lado suyo. Erguido su cuerpo, sonrió de medio lado al escuchar algo de música, lejana melodía, provenir desde la cocina. La sonrisa mayorme
—Buenos días —dijo él. Ella emitió una ligera risa. —Si así serán los buenos días entre nosotros... —Serán así, nena. Durante toda nuestra vida juntos, así nos saludaremos por las mañanas. Ella perdió un poco su sonrisa, tragando grueso. "Durante toda nuestra vida juntos...", la frase repicó en
—¿Peter? Él quiso decirle que volvía a preguntarse qué habría pasado si ella hubiese contado todo sobre su hermana en los años de casados o en la época de noviazgo; qué habría sucedido si él hubiese descubierto ese secreto. Ella, al ver que él no hablaba, decidió caminar hasta la mesa de la esquina
Pilar dejó de respirar. —¿Perdón? Peter se mantuvo serio, aunque al mismo tiempo resignado porque tarde o temprano él debía contarle ese detalle. —¿Ella fue quien te enseñó las fotos? —quiso corroborar, sintiendo un amargo sabor en su lengua. Él asintió. Pilar lo miraba. —¿Ella siempre supo qu
—Jefe, el hombre ha salido de la residencia, llevaba una maleta consigo. Ha salido solo. La señora Mireya no se ha ido junto a él. Peter escuchó el reporte, extrañado por lo que oía. —¿La ha dejado sola? —Es lo que puedo ver —anunció B.J. —Síganlo, pero mantengan la distancia, a menos que vean