¡Gracias por seguir esta historia! es muy importante para mi, ¡los amo!, me hace muy feliz poder entregarles mis histoiras y todavia mas importante que a ustedes les guste.
—Te juro que no fue mi intensión lastimarte..— Me dice y yo asiento—Pero lo hiciste.— Le respondo, no tengo fuerza para empujarlo en este momento, me siento muy mal.Los chicos entran con las pizzas en una bandeja, huelen a quemado…Aron las recibe—Están deliciosas.— Le miente lo sé.—Qué bueno que te gusten papa, me encargare de la cena a partir de ahora, por estas tres semanas- que me quedan en casa.— Dice Ariadna y a pesar del dolor de cabeza y los mareos abro los ojos para encontrarme con la mirada consternada de mi esposo, no aguanto y suelto una carcajada.—¡Mamá qué bueno que te sientes mejor, para que te comas tu pizza la hicimos con mucho amor.— Me dice ella—Y masa, peperoni, salsa, queso…—Dice Luis y ella lo interrumpe—Tonto, mejor vamos a sacar las nuestras antes que se quemen.—Dice ella y ambos se van, Aron escupe lo que tenía en la boca y yo me sigo riendo.—Creo que estas semanas llegare tarde del trabajo.— Le digo olvidándome de que estoy molesta con él.—Podríamos c
Aron MorganPienso que Elizabeth se volvió completamente loca al momento que me dirijo a ver como esta Camila y su hijo a la clínica.—Buenas tardes ¿me podría indicar la habitación de la señora Camila Alves?.— Cuestiono en recepción, la chica me mira como si fuese un pedazo de carne, se el efecto que sigo causando en las mujeres, puedo tener a la que quiera a mis pies pero solo quiero una a mi lado a mi esposa a si este ella un poco loca.—Habitación doscientos tres papacito.— Me dice ella mordiéndose los labios.—Gracias.— Respondo dando media vuelta.—Espera, toma.— Me dice dándome una tarjeta con su número de teléfono, pro educación lo recibo pero apenas entro a la habitación lo coloco en la papelera——¿Cómo estás?.— Le pregunto apenas entro, viéndola con su bebe en los brazos—He estado mejor, siento que me paso una aplanadora por encima, me dijeron que la señora Morgan me rescato¿ Podría agradecerle de mi parte?.— Pregunta ella con normalidad.—Claro, pero ahora mismo ella esta f
—La ceremonia es emotiva, todo es perfecto, hacen el primer baile y Aron tiene el descaro de venir y ofrecerme su mano.La acepto, porque hay muchas personas viendo y no quiero hacer un espectáculo y menos en la fiesta de bodas de mi hija— Estas hermosa—. Me dice el pegándome a su duro torso, mi cuerpo de inmediato lo reconoce y me estremezco como siempre.—Gracias. —Musito—Te extraño. — Me dice—Que descarado eres. — Susurro molesta, viendo en todas direcciones por si hay alguna persona captado el momento incomodo.— ¿Por decirte que te extraño y que quiero arrancarte ese vestido del cuerpo desde que te vi?—— Sabes que no puedo hacer eso, suéltame. — Le digo entre dientes, pero él no me suelta me sujeta contra su cuerpo de tal manera que ni empujando lograría soltarme.— ¿Quiere volverme loco?, ¿Cómo se te ocurre ponerte ese vestido?— Me reclama…El vestido tiene cuello alto, pero la espalda y una pierna al descubierto.— ¿Qué haces?— Pregunto alarmada, cuando me sdaca por una puert
Elizabeth MorganMi hija se va de luna de miel y yo regreso con un bebe pequeño en los brazos, recuerdo perfectamente lo que es ser madre, enseguida llamo una agencia de niñeras para que me envíen una, Aron llega a casa con sus maletas en el mismo instante que llega Michael.—¿Qué hace este hombre aquí?.— Dice mi novio.—Cuidando de nuestro hijo ¿verdad mi amor?— Le responde Aron, sin camisa y con el bebe en los brazos.—Te puedo explicar todo. — Le digo desesperada al ver la cara de Michael decepcionada.—No puedo creer que jugaras conmigo todo este tiempo. — Me dice con los dientes apretados.—Te juro que no lo hice con esa intensión, por favor tienes que creerme. — Le digo y el sacude la cabeza de forma negativa.—Me negaba a creer todo lo que decían de ti, para mí todo era mentira, pero ahora sé que todo es verdad. — Me dice el asqueado.— ¿Quién ha estado hablando mal de mi mujer?— Pregunta molesto Aron con las fosas nasales dilatadas y la cara roja.—Debes ser una mujer horrible
Elizabeth MorganEn horas de la mañana me permiten ver a Aron, aun no reacciona y está conectado a varios aparatos que se encargan de revisar que sus funciones vitales se encuentren estables.El sonido de su corazón inunda todo el espacio, me acerco y tomo su mano fría, siempre he sido una mujer fuerte, o por lo menos eso es lo que trato de aparentar delante de la gente.—No se te ocurra dejarme sola en este momento, después de darme semejante paquete. — Comienzo a decir, el está acostumbrado a que le hable así.Estoy vieja para estar cuidando un bebe de nuevo y vienes tu y te dejas disparar de esa forma. —Continúo sin escuchar una respuesta de vuelta.—No te puedes quedar aquí durmiendo tan tranquilo, porque no me voy a estar haciendo cargo de tu otra empresa— Advierto, siento que es inútil tratar de provocarlo de esa forma.Luego comienzo a gimotear—No puedes aparecer con vida solo para irte de nuevo, no lo acepto, no quiero volver a vivir de luto, como si estuviese muerta en vida.—
Elizabeth Morgan Tuvimos que contratar un CEO, para que esté al frente del grupo Morgan, mi esposo está convaleciente y no hay nada más importante para mí que él y mis hijos. — Mi suegra y mi suegro vienen con frecuencia a ver a su hijo, Elena no deja de verme con esos aires de superioridad que siempre la ha caracterizada, los acepto en casa porque son los padres de Aron, pero yo a esa señora la mastico pero no la termino de tragar. Más de treinta años conociéndome y viendo de lo que soy capaz, y continua menospreciándome. —Ignórala, no vale la pena. — Me susurra mi hija en la cocina, donde me encerré una vez llego mi campante suegra. —Eso intento hace más de veinte años cuando me case con tu padre, parece que es una cruz con la que debo cargar. — Le respondo. —No entiendo como ustedes, siendo como son tuvieron unas madres tan terribles. — Me dice ella. —Mi madre ha estado llamándome otra vez por ayuda, que mi hermano necesita una operación—Hago una mueca— Es mentira ya averigüe
Elizabeth MorganEl secreto mejor guardado de mi esposo me deja con la boca abierta, lo peor es que no puedo desahogarme con nadie.— ¿Un agente secreto? ¿Como un espía?— Cuestiono viéndolo a la cara para que no tenga oportunidad de mentir.Exactamente. — Me responde si evadir mi mirada.—Por Dios ¿Alguien más lo sabe?— Le pregunto, sentadome con la mirada un poco perdida, ese era el motivo por el que a veces inventaba viajes de negocios, estaba en misiones arriesgando su cuello a cambio de dinero como un mercenario.—Solo Albert, él es uno de los más nuevos ingresos del grupo, por eso sé que era de los nuestros, por eso siempre apoye la relación que tiene con mi hija.— ¿Por qué no me lo dijiste antes?— Le pregunto molesta, estoy casada con James Bond y no lo sabia.—Es confidencial, además no quería que vivieras angustiada, pensando si volvería de la siguiente misión. — Me dice él.—Dime que estas retirado por favor. — Le digo mordiéndome los labios.—No exactamente. — Me responde
Brian Morgan.Me escapo de la casa de mi hermano, en el momento que él se va a su trabajo, no entiendo como puede ser mi hermano, es la persona más aburrida que conozco en mi vida.No entiendo porque mi madre y mi padre no podían llevarme con ellos a ese viaje, estoy molesto con ellos por eso, en la escuela se han burlado de mi, mi mama en lugar de parecer mi mamá parece mi abuela, todos los niños tienen madres jóvenes a excepción de mi, por eso me molestan todo el tiempo por eso estoy harto.Por eso y por otras cosas más, solo se la pasa trabajando con mi papá y no tiene tiempo para mi, cuando voy a hablar con mis padres todo el tiempo están cansados.. Estoy jugando con mis amigos del parque como todas las tardes a la pelota y un tonto la bota lejos, voy por ella y me sorprendo que un señor mayor y elegante me la devuelva en las manos.—Gracias. — Le digo y doy media vuelta.—Brian, quiero hablar contigo. — Me dice él, y yo lo ignoro y sigo caminando a donde están los demás.— ¿No m