Capítulo 22

Mariana siente que sus piernas le tiemblan, frente a ella están todos los culpables de su infelicidad.

Los culpa de la muerte de su cachorro, de la muerte de su hermana, de la tristeza y del desamor.

—¡No es verdad! Tengo que estar soñando.

Mauro se acerca a ella, está temblando como si un fantasma se hubiese atravesado en su camino.

Nicola está paralizado, pálido y temblando, aquella loba imponente que se presenta frente a el, le trae recuerdos, sensaciones Pero sigue sin recordar.

—¿Que sucede? —le cuestiona Marcia al notar su nerviosismo.

—Me Quiero ir, no me siento bien.

Marcia le pide a Alfredo regresar con su esposo, ella se quedará, necesita saber que es lo que pasa.

Nicola sale corriendo, Mariana lo observa irse, aún guardaba la esperanza que él le explicara de una manera convincente lo que sucedió aquel día, pero de nuevo se ha llevado una decepción.

—Estas viva, estás ....

Mauro intenta abrazarla, Mariana le da una fuerte cachetada frente a todos sus invitados

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