Capítulo 25William se puso pálido, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras veía el rostro infeliz de Luciana.—Yo... Felicidades Luciana —Mariana interrumpió el momento incomodo con unas felicitaciones que estaban lejos de ser verdad.Luciana solo asintió con la cabeza—No me siento bien, quiero ir a mi habitación Alfredo sonrió cínico y monstruoso —Preciosa, creo que deberíamos atender a nuestros invitados, ellos esperan una atención de alta calidad.Mariana negó con la cabeza—Por mi no hay problema, si ella necesita descansar creo que es justo, su embarazo le debe quitar muchas energías.Luciana subió las escaleras, la pobre loba estaba deshecha, el amor de su vida acababa de escuchar que ella estaba embarazada de otro.Marcia con toda la prepotencia del mundo saludo a Mariana, sonrió algo irónica —Nunca pensé que la viuda de Brown fuera una loba de negocios, espero que solo este interesada en más tierras —gruño celosa.—¿En que más podría estar interesada? —Mariana mantenía
Capítulo 26Mariana se quedó paralizada, por un momento la ilusión había regresado a su corazón ¿La recordó?—Nicola ¿Que dijiste? —Marcia empujó a Mariana y tomo las mejillas del Alfa—Tuve una pequeña imagen de mi vida, fui a Luna Esmeralda creo que ha ser testigo de su divorcio, en verdad lo siento, pero tenía razón, la conocí por su esposo.Mariana sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas, pero intento ser fuerte, no le daría el gusto a Marcia que tenía una sonrisa burlona.William subió por la escaleras de la mansión aprovechando la distracción, Luciana lo esperaba.—Mi mamá está dormida, será más fácil de cargar si la sacas por la puerta de atrás del las sirvientas.El lobo no la dejo terminar y le dio un beso en la boca, ella accedió abrumada por todo.—No, no me beses, yo no soy digna de ti, de nadie —Luciana estaba quebrada, había sido la víctima del plan siniestro de Alfredo y Marcia—No digas eso, te amo, no me importa nada de lo que pasó, yo quiero y voy a luchar por t
Capítulo 27Nicola le pregunta por su nombre, pero el pequeño abraza al Alfa, siente un calor paternal y familiar y se presenta como Erick —Por favor, Nicola tenemos que hablar —Marcia lo busca, tiene que convencerlo que ella no es la villana —¿Quien es ese cachorro? ¡Llévatelo de aquí! La loba le grita a la sirvienta enojada, no quiere ver a ese pequeño que de inmediato le causa un repudio que no puede entender.—Dale una habitación en la planta superior y quédate a su lado como su niñera —ordena Nicolá.—¿Arriba? ¿Que te pasa? Si es el bastardo de una sirvienta debe dormir en sus casuchas —refunfuña Marcia.Cuando la sirvienta obedece y se lleva a un llorosos Erick, Nicola mira severo a la loba —Ese cachorro fue abandonado, le daré mi protección, no quiero un solo comentario despectivo para el ¿Lo entiendes?—¡¿Estas loco?! Lo que deberías hacer es tomarme, dejar tu semilla en mi para que te de un heredero, no adoptar a un cachorro de la calle —Marcia enfada.Nicola no quiere esc
Capítulo 28—¿De que tenemos que hablar? Fernando es mi amigo, le envié una carta privada para contarle de mis asuntos.—Por favor, no me digas esas mentiras, las dos sabemos perfectamente que Fernando te quiere como loba, que te ama desde hace mucho y tu regreso me trae problemas.—Lo siento mucho por ti, pero fui clara con el desde el inicio, y no tengo ninguna relación con el.Micaela gruñe, siente que su enemiga es más fuerte de lo que sospecha—¡Aléjate de el! No quiero hacerte daño o perjudicarte.—¿Disculpa? ¿Como podrías hacerme daño?—No voy a permitir que interfieras en la vida de Fernando ni en la mía. Si sigues rondando, haré que el Consejo Lobil se entere de lo inapropiado de tu comportamiento. Una viuda como tú debería respetar su luto.—¿A que te refieres con inapropiado? —Creo que buscar a tu ex amante que ya está casado no sera bien visto por nadie —sonrio.Mariana apretó los labios, sintiendo el peso de la amenaza. Nicola llegaba a la casa para hablar con la loba,
CAPÍTULO 29Mariana miró fijamente a Nicola, intentando encontrar las palabras correctas. Era el momento de la verdad. Tal vez, si se lo contaba todo, si le hablaba de su amor y del hijo que perdieron, él recordaría. La posibilidad la llenaba de esperanza, pero también de temor. ¿Y si reaccionaba mal? ¿Y si su memoria regresaba de golpe y el impacto lo destrozaba? —Nicola... Hubo algo muy fuerte entre nosotros —dijo ella, su voz temblorosa—. No puedo seguir ocultándotelo. Nicola la observaba con intensidad, sus ojos buscando alguna chispa de reconocimiento. Algo en él parecía querer alcanzar esa verdad, pero a la vez había una tensión que lo contenía, como un lobo a punto de saltar pero sin saber hacia dónde. Mariana dio un paso más cerca, dispuesta a revelar todo. —Tú y yo… —comenzó a decir, pero la expresión de Nicola cambió de repente. El Alfa se llevó una mano a la cabeza, frunciendo el ceño, como si una oleada de imágenes confusas lo golpeara. Sus ojos se oscurecieron, y
Capítulo 30Aquella mañana la vida parecía darle una oportunidad de recuperar la esperanza, . Mariana, todavía aferrada a la carta, trataba de calmar su mente, pero el mensaje de Jennifer resonaba en su cabeza como un eco interminable. ¿Mi bebé está vivo? Cada latido en su pecho era una mezcla de esperanza y desesperación ¿Dónde estaba su bebé?Luis se acercó, preocupado por el temblor que recorría el cuerpo de Mariana. —¿Estás segura de que quieres buscar a Jennifer? —preguntó con cautela—.Esa lo ba no tiene límites, podría estar jugando contigo, sabes que te ha hecho daño en el pasado con sus mentiras.Mariana asintió, su mirada más decidida que nunca. —Tengo que hacerlo, Luis. Si hay siquiera una posibilidad de que mi cachorro esté vivo, no me voy a detener. Luis suspiró. Sabía que no podría detenerla, así que se inclinó hacia ella con una mirada seria. —Bien. Te ayudaré. Pero debemos ser cuidadosos. Si lo que me has dicho de esa loba es verdad, no te dejará el camino fácil
Capítulo 31Mariana luchó por liberarse, pero la fuerza de Mauro era abrumadora. Su mente trabajaba a toda velocidad, buscando una forma de escapar. —¡Déjame ir! —gritó, su voz cargada de rabia y desesperación. Antes de que Mauro pudiera reaccionar, la puerta se abrió con violencia, y Fernando apareció en el umbral. —¡Suéltala ahora mismo! Mauro vaciló por un instante, pero fue suficiente para que Mariana se zafara y corriera hacia Fernando.—¡Lárgate de mis tierras! No he terminado —Mauro estaba enojado, su furia al ver a Mariana en brazos del que siempre fue su pretendiente le hizo enervar la sangre.—No me puedes echar, creo que aún no te ha llegado el comunicado, Pero yo soy el nuevo concejero, del concejo lobil supremo, así quee debes obediencia.Fernando le pregunto a Mariana sobre su estado, pero la loba solo quería irse rápidamente de allí.—Esto no ha terminado, Mariana —advirtió Mauro con una sonrisa cruel. —Vamos —dijo Fernando sujetándola con firmeza—No estás sol
Capítulo 32Mariana observaba el paisaje a través de la ventana del carruaje mientras Fernando tomaba su mano. El silencio entre ellos era incómodo, Mariana sentía culpa por la prometida de Fernándo, Micaela había Sido muy agresiva el día que fue a su casa a ponerla en su lugar.—¿Puedo quedarme un par de días contigo? Se que tienes planes pero las amenazas de Mauro, además de la carta de Jennifer, me hacen sentir la necesidad de protegerte.Fernando siempre había tenido esa necesidad de cuidar de Mariana, y ahora más que nunca ese instinto había despertado.—Sabes que eres bienvenido en mi casa, y para mí sería un honor tenerte a mi lado —Mariana sabia que el apoyo de Fernando era fundamental.—¿Estás segura de esto? —preguntó Fernando, con una leve sonrisa —No quiero causarte más problemas, en especial en tu reconquista con Nicola.—No se si eso suceda, además entre Nicola y yo no hay nada, el no me recuerda y a veces creo que es lo mejor —Mariana respiro profundo para contener las