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CAPÍTULO 1. EL CUMPLEAÑOS

Al final el día más esperado llegó, ¡Mi cumpleaños número 18! ¡Los mejores regalos!. Meses antes mis padres me preguntaron el regalo que deseaba; pedí de manera indirecta, un carro último modelo de color verde para que viaje a todas partes con mis amigos y precioso novio. 

*******

El ruido de la puerta es insoportable, la abro y los veo: A Anna mi madre con un vestido blanco, el cabello recogido con trenzas, en sus manos hermosas girasoles para la cumplañera ¡Yo! El rostro lleno de felicidad, Lucas mi papá peinado tan del siglo 21, vestido con una camisa blanca y pantalón negro, y una torta de chocolate en sus manos, por último a Ale, súper guapo lleva una camisa negra, una bermuda jeans rasgada y sostiene cinco globos rojos de helio, ellos sonríen y empiezan a cantar el famoso Happy Birthday. No importa si solo llevo una pijama color amarilla y el cabello despeinado, los abrazo a los tres y lloro de la felicidad. 

—Gracias los quiero mucho, mucho, mucho. —susurro. Los amo tanto. Desde la infancia he sido la consentida de Lucas: al que más me parezco, debido a que el tiene cabello rubio, ojos verdes, y piel blanca. Si, un físico increíble y mi madre Anna: una mujer de piel morena, ojos café claro, y cabello negro lacio largo. En cuanto a personalidades soy más parecida a mi papá, los dos somos extrovertidos, sentimentales, graciosos. ¿Qué sacaste de tu mamá? El tono de piel y los gustos. Aunque ella es reservada tiene una forma de vestir única a la moda. Soy un poco sarcástica y por último amamos leer. La lectura te lleva a un mundo mágico, te llenas de conocimiento. 

Soy muy feliz gracias a ellos. Nunca escuché discusiones, nunca tuve malos recuerdos. Creo en el amor porque lo veo en mis padres. Amo escuchar su historia de amor, muero de ternura al imaginar cómo fue su click. A pesar de que fueron padres a temprana edad, su amor siempre se reflejo en mí. 

Comemos la torta, Ale se va y sigo disfrutando junto a mis padres cantando músicas que nos sabemos y bailando como locos. Si, los amo. ¡Son los mejores padres del universo!. 

Después quedo en ir junto a Ale a pasar la tarde, mientras que Jane y mi novio organizan la fiesta en mi casa. Aunque anhelaba que fueran mi mejor amigo y novio, no se puede, Sebastián no tolera a Ale, piensa que está enamorado de mí y que debo alejarme. Hemos discutido muchas veces por los celos hacia él. Yo no voy alejarme por mentiras. No de la persona que conozco desde niña y es mi otra mitad. 

Salgo con una camisa blanca, un short negro y converse blancos. El cabello lo recojo en una coleta, no me maquillo. Ale, me recoje vestido con: una camisa transparente blanca que deja ver su perfecto cuerpo trabajado, bermuda jeans ajustada y converse blancos. Y su hermoso cabello está peinado. Me saluda con un abrazo y dos beso en la mejilla. 

Vamos a un parque de diversiones, lo reto a ganar un juego donde hay peluches; me regala dos osos de color café medianos tan cute. Cada vez que gana lo abrazo. Luego, subimos a esos juegos escalofriantes para la mayoría... Reímos, gritamos, y nos tomamos de la mano. El le tiene un poco de miedo a las alturas, así que apreto fuerte su mano para que se olvide del ¿miedo?. Comemos algodón de azúcar y tomamos decenas de fotos; hacemos poses graciosas, muchas, son espectaculares. Las personas que pasan a nuestro alrededor susurran un “mira, que lindo son los tortolitos”. No, no, somos mejores amigos. 

La tarde se pasa rápido, nos depedimos y llego exactamente a las 6:00 pm. Mis padres no están porque tienen que viajar para una reunión de trabajo muy importante, pero, les pedí permiso para organizar una fiesta y aceptaron, ¡Yupi!. 

Justo cuándo estoy entrando a la sala, visualizo a mi novio muy cerca del rostro de Jane: tiene la piel blanca, cabello negro, ojos azules, y cuerpo fenómenal. ¿Qué sucede aquí? Me acerco rápido frente a ellos sintiendo mi corazón latir y muchas dudas. De inmediato se alejan. El lleva puesto un traje azul que le queda perfecto, y ella un vestido rojo subido más de lo que debe estar, tiene el cabello despeinado. Ok. Es por arreglar me digo a mi misma. 

—¿ Ya llegaste?... Hola, le estaba contando sobre él regalo que tengo para ti. Amor, solo es eso. — habla calmado. Se acerca y me rodea, estampa sus labios con los míos. Siento que vuelo el me lleva al cielo.—Debes ir ya a arreglarte, en pocos minutos llegan los invitados y la reyna de la fiesta tiene que estar presente. ¡Feliz cumpleaños!. — interrumpe nuestro beso Jane y luego se va a seguir arreglando. 

—Amor, voy a ponerme divina. Gracias por organizar esto con Jane, son los mejores. —le digo feliz y subo a mi habitación rápido. 

Me visto con lo más elegante y sensual que encuentro en mi armario: un vestido corto dorado manga larga; con la espalda descubierta y tacos negros cortos. El cabello lo ondulo, en la cara me aplico base de mi tono, sombras negras en los ojos; resaltan más mis ojos verdes. Por último pinto mis labios de color rojo. Y el resultado es una hermosa reyna, digna de ser la chica más codiciada de mi país, todos mueren por mí. Sin embargo, solo tengo ojos para un chico, Sebastián mi novio y futuro prometido.

La música se escucha alta, empiezo a saludar a los invitados, recibo muchos regalos y algunos ya traen tragos. En el transcurso la paso bien, bailo con mi novio y luego va a conversar con sus amigos. Quedo con Jane hablando y tomando un poco. 

—Eres la chica más ingenua que conozco... Happy Birthday. Sabes envidio tú amor de película con Sebastián, les deseo lo mejor. ¡Salud! —dice alegre y chocamos las copas. Ella se ve un poco ebria, un chico moreno, ojos café claros, bastante alto, la saca a bailar. 

Sigo conversando con los que se me acercan, que son más chicas. Ya se imaginan la respuesta ¿cierto?. Es por mi novio celoso, imagino su "Estás invitado a la fiesta pero no te le acerques, lleva a una chica". El ambiente se descontrola cuándo ponen música electrónica. Si, amo bailar... Lo hago con todos a mi alrededor, yo soy el centro de atención. Escucho aplausos, decido intentar bailar con mi novio, le hago señas para que se acerque, pero, no lo hace. ¡¿Por qué!?. 

Las ganas de bailar se me quitan, intento sonreír pero no sale. Algunos siguen bailando y muy pocos se dan cuenta del shows. 

Doy por terminado el querer bailar. Solo que en un abrir y cerrar de ojos aparece Ale. ¡Si, gracias! ¡Te amoooo!. Se lo ve elegante; lleva puesto una camisa manga larga ajustada, pantalón jeans, y zapatos de cuero café. Las chicas gritan, babean, suspiran, las hormonas se encienden. 

—Hola, te ves hermosa... vamos a bailar. Después te daré el regalo. –susurra y besa mi frente. —Le doy un abrazo y empezamos a bailar como locos. Me siento feliz...después la canción cambia a una romántica, muy lenta. El toma mi cintura con delicadeza, siento sus dedos cálidos. Decido poner las manos en su hombros. Bailamos bien, los dos sonreímos y nos burlamos de algunas parejas. Hasta que lo veo a mi novio bailando con mi amiga Jane. No importa, son amigos así que borro las falsas ideas en mi cabeza. 

—Te he dicho lo hermosa que te ves con este vestido. Eres la reyna de la fiesta. Feliz cumpleaños... Eres muy especial para mi y siempre te voy a desear lo mejor. Mucha felicidad y éxitos. Esos ojos tan lindos merecen reflejar felicidad. —susurra en mi oreja. Me río un poco, pero, una gran sonrisa se forma en mi cara. 

—Eres mi otra mitad, te quiero demasiado, gracias por darme un increíble día. —admito y lo abrazo. —Eres un chico muy dulce y nunca me arrepentiré de haberte conocido. 

Se ríe tímidamente y sus ojos brillan al igual que los míos de... felicidad. —Quiero... —intenta hablar pero Sebastián aparece en nuestro espacio. La sonrisa se nos borra, sus gestos son de coraje al máximo explendor, y yo... no sé que decir o hacer. 

—Amor...te parece si vamos a tomar algo. Quiero tener un momento a solas contigo. — masculla claramente enojado mi novio. Rápidamente me separo de Ale y voy a hablar cuando me interrumpen. 

—Oh enserio, justo ahora que estabamos bailando apareces. No parece que estes atento de tu novia. Porque mejor no regresas por donde viniste, amigo. —contesta irritado Ale. Lo conozco tan bien, va a provocar a Sebastián y luego, se retirara como si nada hubiera pasado. Es tan... ¿problemático? ¿Sarcástico?. 

—Chi-cos...—intento hablar y no me dejan. Estoy enojada. Sin paciencia. Tengo derecho a decir mi punto de vista. O mejor dicho la verdad. Suspiro llena de frustración y me acerco a mi novio a intentar calmarlo. De los dos, Sebastián es el más impulsivo. 

—Ella es mi novia, tú eres el mejor amigo enamorado tontamente. Al que ama soy yo. El que la besa soy yo. No confundas las cosas. Hay cosas que no puedes esperar a que se hagan realidad.—escupe con rudeza y siento un poco de coraje al escuchar sus palabras, es demasiado duro con Ale. 

—Nunca lo he hecho, se bien cuál es mi lugar. ¿ Eres su novio? ¿ La amas? ¿ Siempre has sido un imbécil?. Los dejo, iré a seguir disfrutando la fiesta de esta hermosa chica. —le responde lanzando besos en mi dirección. Aunque intente ocultar molestia, es notable, yo lo noto. 

—Porqué bailas con ese idiota, ya es suficiente con aguantar su presencia. Dime, ¿ Te gusta? ¿ Qué hicieron en la tarde?. —cuestiona enojado y su mandíbula se tensa. 

—Amor solo fuimos al parque de diversión. Ya deja los dramas. Te he dicho miles de veces que somos mejores amigos y nada más. —respondo enojada. 

—Si... Claro. Tú regalo son dos entrada al concierto de el cantante ****. Espero que lo disfrutes. —murmura. Intenta sonreír pero no sale más que una sonrisa fingida. Lo abrazo a esperar que me bese pero no lo hace. 

—Amor ¿estás enojado?, hoy es mi cumpleaños debes consentirme y darme muchos besos. Gracias por el regalo. Nos divertiremos mucho los dos... Juntos, bailando y besándonos. Te amo. — le susurro en la oreja, me besa y apreta con posesión mi cintura. Disfruto el sabor de sus labios a menta y alcohol. Sujeto su cabello suave, empiezo a sentir el fuego y se detiene. 

—Ya es tarde, disfruta tú fiesta, solo no te excedas y vayas a terminar con el imbécil de Ale en la cama. Y piensa bien lo que te dije. ¿Quieres terminar conmigo, o alejarte de él?. —se aleja de mí y quedo sola. 

Suspiro y me froto la sien. En vez de pasarla bien me estreso. No puedo, no quiero, terminar con Sebastián me va a destrozar. Elijo la segunda opción. Tal vez, pueda lidiar con eso. Cierto, ¡Maldición!. 

A partir del problema, bebo muchas copas y pierdo la cuenta. Estoy en la piscina sentada, sin tacos con los pies en el agua, pensando, evitando llorar. Los dos son importantes en mi vida, he ignorado varias veces las palabras de Sebastián, pero, esta vez fue claro. 

En mi campo de visión aparece Ale sin camisa. Esboza una sonrisa y se burla de mi estado. Se sienta junto a mí. 

—¿ Y tú novio gruñón? —pregunta con tono burlón. Doy un golpe fuerte en su brazo izquierdo. Da un grito exagerado y me lanza a la piscina. 

—¡¿Qué te pasa?! ¡Ale! —grito enojada. La ebriedad se me quita y lo jalo fuerte. 

Se cae en el agua y gruñe furioso. Los dos empezamos a mojarnos. 

—Lo siento... Fue por una buena causa. Te vi ebria y quise ayudarte. 

—Rayos, gracias por tu ayuda. Mírame, estoy totalmente mojada, arruinaste mi maquillaje. —suelto fingiendo estar enojada. De su boca solo sale risas. 

Observo a algunas parejas cerca de nosotros, pero a una distancia cómoda para que no escuchen lo que hablemos. Intento no pensar en Sebastián y lo mal que actúa. 

Justo cuándo va a hablar. Se escuchan los juegos pirotécnicos en el cielo, lo que ven mis ojos es una maravilla. Es mi nombre «Briana» con flores de color amarilla mis favoritas. Una risa sale de mis labios. ¿Quién lo hizo? Es un detalle significativo, tiene un gran valor. 

—¡Feliz cumpleaños!. Es el primer regalo. Lo demás está en tú habitación.

—¡Gracias, te amo! —exclamo feliz lanzandome a sus brazos sin importar que nos vean. 

—Alguna vez te he dicho lo hermosa que eres... —habla cambiando a un tema serio, finjo no darme cuenta por donde va la conversación. ¡No puede ser! ¡Es una broma!... Sebastián no se equivoco. 

Quito mi agarre y quedamos frente a frente. 

—Tú... me gustas... mucho. ¡Créeme que he intentado reprimir lo que siento por ti, pero no puedo!. A lo mejor arruine la amistad. A lo mejor no son correspondidos. —se peina el cabello para atrás de manera brusca y se acerca más a mi... quedando a centímetros de mi rostro. —Te amo y nunca te voy a lastimar, ¿aceptas mis sentimientos?... 

Ya sé la razón del porqué no tiene novia. «Lo amo y estimo como mejor amigo, no lo he visto más allá de esa relación»

—Lo amo a él... Tú eres mi mejor amigo y siempre lo serás. —afirmo con el corazón latiendo fuerte, mi mirada se conecta con la suya. En su rostro se ve que mis palabras le afectan, y sus hermosos ojos se nublan. Muerdo mis labios de los nervios, un nudo en mi garganta se forma. Quisiera volver a decir de una manera más sutil, simplemente soy torpe. 

—Te equivocas, el no te ama como yo si lo hago. Recuerda esto: Llamas novio al chico que nisiquiera te entiende, no le importas, te utiliza a su manera. Y para el colmo, nunca serás su prioridad.—susurra en mis labios. Intento pensar en sus palabras pero no puedo, la cercanía de nuestros labios... Me confunde. 

—Basta... Decido acabar con nuestra amistad. —suelto tajante, retrocediendo con lágrimas en los ojos. 

—Perfecto, esperaba más de ti. Tal vez, "dame tiempo para pensar o saber cuál de los dos me merece". —se relame los labios y sonríe. —Adiós Briana. Cometiste un error.

Da la vuelta y se pierde de mi campo de visión. 

El cumpleaños más hermoso y a la vez horrible. Las ganas de disfrutar se desaparecen, les indico que acabo la fiesta y se retiran. A la 1:00 am se van todos ebrios, riendo. Hablo con las chicas de limpieza para que hagan su trabajo y subo a mi habitación a bañarme y poder descansar. 

Amo estar con Ale, disfruto y me siento yo misma. Sin embargo, el dueño de mi corazón es Sebastián. Por el, siento amor y pasión. Nunca le di señales falsas, siempre fui sincera. 

¿Tome la decisión correcta? Si, aveces el corazón elije lo que cree correcto. 

Mi corazón tomo una decisión, quedarme con el amor de mi vida.

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