Llego a famoso garaje, al verla la examino con la mirada, se ve hermosa y a la vez sencilla. Es hermosa y me fascina. ¡Al carajo su novio! Voy a ser lo que he contenido por tanto tiempo, por culpa de mi cabeza y de la situación en la que la pondré. Sin embargo, quiero hacerlo. Por primera vez dejaré el miedo atrás. 

Su vestido blanco floreado le queda hermoso, lleva el cabello suelto y los zapatos que le regalé. Sonrío y me acerco despacio a ella, mientras termina de hablar con el señor que cuida los autos y el le indica cuál auto es. 

El señor se despide y le regala una sonrisa. 

—Hola, ¿cómo estás? —la saludo a Briana, y la abrazo fuertemente. Una vez más se tensa pero no me aleja. Me separo después de 1 minuto, el mejor minuto de mi vida. 

—Estoy bien, pensé que no vendrías, o que llegarías tarde. Me equivoqué —responde Briana y me río tan alto, que