—Perfecto, necesitamos pintar las paredes primero —interviene la pelinegra, Katty—.Vamos, ven conmigo a ver las pinturas y a pintar. Ellos se encargarán del resto. 

Voy detrás de ella, y los demás se quedan intentando analizar la situación. 

La rubia lo toma de los hombros y lo saca del lugar. 

Llegamos a una habitación horrible, el color es gris oscuro, ¡Quién pinto este lugar!. Un coraje insoportable empiezo a sentir, porque no soporto estar en un lugar sin estilo, ¡Alguien que me saque de este lugar, ahora, plis! 

—¿Qué m****a haces aquí, Aaron? —pregunta enojada Katty, la abrazo fuerte y una risa sale de sus labios —. No entiendo, viniste por mí, por molestar a Omar, o conoces a esa chica tonta y es tu nuevo juguete. —dice en tono de burla.

Sonrío ampliamente, miro a nuestro alrededor y no hay nadie. Si algo me gustó de Katty, fue su intelig