CAPITULO 73: CALOR CORPORALScarlett y Kael caminaban en silencio, acompañados por el centinela enviado por Evelia. El bosque se cerraba alrededor de ellos, sus sombras largas y amenazantes. El alfa rompió el silencio con una pregunta al guerrero.—¿Dónde fue la última vez que vieron a los cachorros?El centinela respondió, señalando hacia el este.—Por allí, cerca del río.Scarlett frunció el ceño, su preocupación era evidente.—Espero que estén bien —murmuró, mirando a Kael con miedo.—Estarán bien —le aseguró con ternura—. Vamos.Se dirigieron hacia el bosque, pero después de una distancia considerable, el centinela se escabulló sin que Scarlett y Kael se dieran cuenta.Al llegar al río caudaloso, Kael se acercó a Scarlett.—Debemos cruzar. Pero la corriente es demasiado fuerte, tendré que cargarte —dijo con suavidad.Scarlett se sintió incómoda, pero aceptó que la cargara.Después de cruzar, le dio las gracias.—Gracias por acompañarme.Kael sonrió.—Jamás te dejaría sola. Mi deber
CAPITULO 74: MUCHO QUE EXPLICAR. Al día siguiente, la preocupación en la manada crecía con cada minuto que pasaba sin noticias de Scarlett y Kael. Lavinia caminaba de un lado a otro, su rostro reflejando la angustia que sentía. Los miembros de la manada se reunieron alrededor, intercambiando miradas de incertidumbre y miedo. —No puedo creer que no hayan regresado aún —murmuró la vieja omega, apretando los puños. Uno de los guerreros se acercó a ella, tratando de calmarla. —Lavinia, debemos mantener la calma. Seguro que están bien. Pero ella lo miró con desesperación. —¿Cómo puedes estar tan seguro? Kael y ese centinela son fuertes, pero el bosque está lleno de peligros. —suspiró profundamente—. Temo que le haya pasado algo a mi niña. ―Ellos no dejaran que nada le suceda a nuestra luna. Confiemos en que la Diosa cuidara de ellos. Lavinia asintió volvió a mirar en dirección al bosque, sientiendose cada vez mas culpable, ahora estaba convencida de que no debió haberla dejado ir. E
CAPÍTULO 75: EXPLICACIONES IGNORADASLa tensión en el aire era palpable. Arzen tenía el rostro torcido, sus ojos llameaban con una mezcla de ira y celos. Esta vez, su rabia no se limitó a palabras.—No es lo que parece, Arzen —dijo Scarlett, su voz temblando mientras intentaba mantener la calma. Sabía que el malentendido podría tener consecuencias graves—. Estábamos descansando después de luchar contra un drekavac.Arzen levantó una ceja, su tono cargado de sarcasmo.—¿Descansando? —replicó con desdén—. ¿Así es como lo llamas ahora? Parecía otra cosa desde donde yo estaba.Scarlett sintió su ira crecer, su pecho se apretaba con cada palabra de Arzen.—¿Me estás acusando de algo, Arzen? —replicó, su indignación evidente en cada sílaba.Arzen dio un paso adelante, su voz resonando con un tono acusador.—¿Qué se supone que debo hacer cuando te veo abrazada a otro lobo? ¡¿Qué crees que debo pensar?! —gritó—. ¡Te vi abrazada a él!Scarlett alzó las manos, sus ojos suplicantes.—¡Solo le est
CAPÍTULO 76: TU PARTE DEL PLAN.Cuando Arzen, Kael y Scarlett llegaron a la manada, la tensión era palpable. Lavinia, que había estado esperando ansiosamente su regreso, corrió hacia Scarlett con los brazos abiertos, pero se detuvo en seco al ver la expresión llena de furia en el rostro de Arzen.—Scarlett, ve a tu habitación —ordenó con un tono que no admitía discusión, sus ojos aun ardiendo de ira y celos.Scarlett asintió, sus labios apretados en una línea delgada, sin embargo, sus ojos brillaban con una mezcla de tristeza y resignación. Sin decir una palabra, subió las escaleras, sus pasos eran pesados y lentos, seguidos de cerca por Lavinia, mientras los murmullos comenzaban a llenar el aire entre los miembros de la manada.Una vez en la habitación, Lavinia cerró la puerta detrás de ellas y se volvió hacia Scarlett, con el rostro lleno de preocupación.—¿Qué pasó? —preguntó inmediatamente.Scarlett tomó una profunda bocanada de aire, tratando de mantener la calma. Sus manos tembl
CAPÍTULO 77: UN PLAN CONSUMADO.Arzen estaba en su estudio, bebiendo su quinta copa de hidromiel. La rabia y los celos aún ardían en su interior, y cada sorbo parecía avivar más el fuego. Iba a servirse la sexta copa cuando un golpe en la puerta interrumpió su aislamiento.—¿Quién es? —preguntó con brusquedad.—Señor, soy yo, Dorian —respondió un sirviente desde el otro lado de la puerta—. Hay una situación que necesita su atención.Arzen dejó la copa con desdén, su paciencia al límite.—¿Acaso no puedo tener un momento de paz desde que llegué? —gruñó, su tono lleno de irritación.El sirviente, asustado, titubeó antes de responder.—Lamento molestarlo, señor, pero dado que se trata de la señorita Evelia, pensé que debería saberlo.El nombre de Evelia llamó la atención de Arzen de inmediato. Así que se levantó rápidamente y abrió la puerta.—¿Qué pasa con Evelia?—Ella acaba de llegar, toda golpeada y con el rostro lleno de sangre —dijo el sirviente, muy nervioso por el aura furiosa de
CAPÍTULO 78: NADA MAS QUE MÍAArzen salió de la cabaña de Uriel con una furia desbordante. La traición y el dolor lo consumían, y cada paso que daba parecía avivar más su ira. De repente, un pensamiento lo azotó: ¿y si Scarlett intentaba huir con Kael? La idea lo llenó de una nueva ola de furia.Sin perder tiempo, se dirigió hacia el cuartel donde sus hombres estaban reunidos.—¡Encuentren a Kael y tráiganlo aquí bajo custodia! —rugió.Los hombres, sorprendidos por la ira de su alfa, se miraron entre sí antes de apresurarse a cumplir la orden. No se atrevieron a cuestionar a su líder en ese estado. Mientras tanto, Arzen caminaba de un lado a otro, sus pensamientos un torbellino de traición y venganza.Minutos después, dos de sus hombres regresaron, arrastrando a Kael, quien tenía una expresión de confusión y preocupación en su rostro.—¿Qué está pasando, Arzen? —preguntó Kael, tratando de mantener la calma—. Primero me dices que me vaya y ahora esto. ¿A qué juegas?El alfa no se contuv
CAPÍTULO 79: NO LO OLVIDES.Scarlett retrocedió, chocando con el borde de la cama. Su mente buscaba desesperadamente una salida, una forma de escapar de aquella situación.—Por favor, Arzen... —suplicó, con lágrimas comenzando a llenar sus ojos.Él se detuvo un momento, observándola con una mezcla de frustración y deseo.—Deja de resistirte, Scarlett. Esto es inevitable —dijo, acercándose aún más.Scarlett aprovechó un momento de descuido de Arzen y salió de la cama, caminando hacia la puerta, buscando desesperadamente escapar. Sin embargo, Arzen la miró profundamente y se acercó a ella lentamente.—¿A dónde crees que vas, amor? —preguntó, sus ojos verdes fijos en los azules de Scarlett.Ella pudo ver la letalidad en su mirada, comparable a un desastre natural, como una guerra, todo junto. No había otra palabra para describirlo que no fuera intenso, y ella estaba en medio de su locura, en el ojo de la tormenta.—¿Quieres escucharme solo un momento? —murmuró, tratando de mantenerse en
CAPITULO 80: MENTIROSA, LO DESEAS.A pesar de que su cuerpo seguía gritando por la necesidad, sus emociones encontradas la tenían sacudiendo la cabeza.—¡No! ¡Déjame ir! No deseo esto.Arzen se echó a reír y se acercó a su boca.—Mentirosa —susurró—. Sí, lo quieres. Puedo oler tu deseo. Estás dolorida por mí, me necesitas para llenar el vacío dentro de ti. Niégalo si quieres, pero ambos sabemos la verdad.Arqueando la espalda y girando hacia él, Scarlett luchó por liberarse a pesar de las olas de calor bañándola de pies a cabeza. Arzen tenía razón. Ella quería gritar que la tomara, que la llenara con su polla caliente y palpitante, nada más sería suficiente.Arzen se acostó sobre ella y hundió la cara en su cuello, mientras el peso de su cuerpo la inmovilizaba y la dejaba impotente. Su mano áspera y caliente la acarició lentamente, estimulando cada célula de su cuerpo.—Tenemos que solucionar esto, amor… —dijo mientras le mordisqueaba y lamía la unión del cuello y el hombro, el cuerpo