CAPÍTULO 70: UNA PROMESA.Scarlett estaba dormida, pero había una sonrisa en sus labios. Un suave gemido escapó de su boca al sentir las ásperas manos de Arzen sobre su piel. El alfa recorrió cada centímetro de su cuerpo, haciendo que se estremeciera mientras dejaba suaves besos acompañados de pequeños lamidos.—¿Estás dormida todavía? —le preguntó con un susurro ronco.Scarlett sonrió y abrió los ojos lentamente, encontrándose con los profundos ojos verdes de Arzen.—No —respondió ella, mientras Arzen se acercaba y plantaba un beso suave sobre sus labios—. Me has despertado hace mucho, solo estaba disfrutando de tus atenciones.El alfa sonrió pícaramente y alzó una ceja.—¿Así que te estabas aprovechando de mí?Scarlett se rió y lo atrajo hacia ella.—Sí… —musitó coquetamente—. Me gusta cuando besas cada parte de mí.Arzen la miró un instante y su pecho se hinchó de emoción. No tenía duda, estaba totalmente obsesionado y enamorado de Scarlett.—Entonces procuraré despertarte así todos
CAPÍTULO 71: LA VERDAD DE LEONA.Dan abrió los ojos y sintió el cuerpo caliente a su lado. Sonrió al saber que ella no se había ido y que había pasado la noche con él. La noche anterior, Leona se había entregado a sus deseos y a su instinto. Dan y ella eran pareja y sus lobos anhelaban estar juntos, así que una cosa llevó a la otra y terminaron amándose. El beta aspiró el aroma de su hembra y su lobo rugió de aprobación. Estaba satisfecho como nunca, como no lo había estado desde hace tres años, el tiempo exacto que Leona lo abandonó por Grayson.La loba abrió los ojos lentamente y sus manos recorrieron el cuerpo caliente y varonil de Dan.—Buenos días —susurró él suavemente, acariciándole el rostro.—Buenos días… —dijo ella casi en un susurro—. Yo… debo irme, Dan.Cuando estaba a punto de levantarse de la cama, Dan la atrajo a sus brazos y la sujetó contra él. Sus miradas coincidieron, mientras sus corazones latían con fuerza.—No te dejaré ir, Leona —sentenció—, ya no.—Dan…—Eres m
CAPÍTULO 72: CACHORROS PERDIDOS.Evelia se encontraba frente al joven guerrero, su mirada fija y determinada.—¿Está todo listo? —le preguntó con firmeza.—Sí, señora… se hizo como ordenó —respondió el joven, inclinando la cabeza en señal de respeto.Después de reunirse con Grayson, Evelia había aceptado el trato y ahora estaba a punto de obtener su retribución.—Bien, entonces ve y encárgate de dar el aviso. Y recuerda, ni una palabra, a mi padre, ¿entendido?—Sí, mi señora —el joven asintió y se retiró.Una vez que estuvo sola, una sonrisa calculadora apareció en los labios de Evelia.—Mi querido Arzen, tú me echaste sin piedad. Pero Scarlett es tu debilidad. Así que no dudaré en usarlo en tu contra.***Mientras tanto, en la manada, Scarlett terminaba de solucionar unos pequeños asuntos sin gran importancia. Lavinia, una de las sirvientas, se acercó a ella con una bandeja de frutas y una copa.—Mi niña, ¿has visto a Janet?—¿Janet? ¿No está en su habitación? —preguntó Scarlett, fru
CAPITULO 73: CALOR CORPORALScarlett y Kael caminaban en silencio, acompañados por el centinela enviado por Evelia. El bosque se cerraba alrededor de ellos, sus sombras largas y amenazantes. El alfa rompió el silencio con una pregunta al guerrero.—¿Dónde fue la última vez que vieron a los cachorros?El centinela respondió, señalando hacia el este.—Por allí, cerca del río.Scarlett frunció el ceño, su preocupación era evidente.—Espero que estén bien —murmuró, mirando a Kael con miedo.—Estarán bien —le aseguró con ternura—. Vamos.Se dirigieron hacia el bosque, pero después de una distancia considerable, el centinela se escabulló sin que Scarlett y Kael se dieran cuenta.Al llegar al río caudaloso, Kael se acercó a Scarlett.—Debemos cruzar. Pero la corriente es demasiado fuerte, tendré que cargarte —dijo con suavidad.Scarlett se sintió incómoda, pero aceptó que la cargara.Después de cruzar, le dio las gracias.—Gracias por acompañarme.Kael sonrió.—Jamás te dejaría sola. Mi deber
CAPITULO 74: MUCHO QUE EXPLICAR. Al día siguiente, la preocupación en la manada crecía con cada minuto que pasaba sin noticias de Scarlett y Kael. Lavinia caminaba de un lado a otro, su rostro reflejando la angustia que sentía. Los miembros de la manada se reunieron alrededor, intercambiando miradas de incertidumbre y miedo. —No puedo creer que no hayan regresado aún —murmuró la vieja omega, apretando los puños. Uno de los guerreros se acercó a ella, tratando de calmarla. —Lavinia, debemos mantener la calma. Seguro que están bien. Pero ella lo miró con desesperación. —¿Cómo puedes estar tan seguro? Kael y ese centinela son fuertes, pero el bosque está lleno de peligros. —suspiró profundamente—. Temo que le haya pasado algo a mi niña. ―Ellos no dejaran que nada le suceda a nuestra luna. Confiemos en que la Diosa cuidara de ellos. Lavinia asintió volvió a mirar en dirección al bosque, sientiendose cada vez mas culpable, ahora estaba convencida de que no debió haberla dejado ir. E
CAPÍTULO 75: EXPLICACIONES IGNORADASLa tensión en el aire era palpable. Arzen tenía el rostro torcido, sus ojos llameaban con una mezcla de ira y celos. Esta vez, su rabia no se limitó a palabras.—No es lo que parece, Arzen —dijo Scarlett, su voz temblando mientras intentaba mantener la calma. Sabía que el malentendido podría tener consecuencias graves—. Estábamos descansando después de luchar contra un drekavac.Arzen levantó una ceja, su tono cargado de sarcasmo.—¿Descansando? —replicó con desdén—. ¿Así es como lo llamas ahora? Parecía otra cosa desde donde yo estaba.Scarlett sintió su ira crecer, su pecho se apretaba con cada palabra de Arzen.—¿Me estás acusando de algo, Arzen? —replicó, su indignación evidente en cada sílaba.Arzen dio un paso adelante, su voz resonando con un tono acusador.—¿Qué se supone que debo hacer cuando te veo abrazada a otro lobo? ¡¿Qué crees que debo pensar?! —gritó—. ¡Te vi abrazada a él!Scarlett alzó las manos, sus ojos suplicantes.—¡Solo le est
CAPÍTULO 76: TU PARTE DEL PLAN.Cuando Arzen, Kael y Scarlett llegaron a la manada, la tensión era palpable. Lavinia, que había estado esperando ansiosamente su regreso, corrió hacia Scarlett con los brazos abiertos, pero se detuvo en seco al ver la expresión llena de furia en el rostro de Arzen.—Scarlett, ve a tu habitación —ordenó con un tono que no admitía discusión, sus ojos aun ardiendo de ira y celos.Scarlett asintió, sus labios apretados en una línea delgada, sin embargo, sus ojos brillaban con una mezcla de tristeza y resignación. Sin decir una palabra, subió las escaleras, sus pasos eran pesados y lentos, seguidos de cerca por Lavinia, mientras los murmullos comenzaban a llenar el aire entre los miembros de la manada.Una vez en la habitación, Lavinia cerró la puerta detrás de ellas y se volvió hacia Scarlett, con el rostro lleno de preocupación.—¿Qué pasó? —preguntó inmediatamente.Scarlett tomó una profunda bocanada de aire, tratando de mantener la calma. Sus manos tembl
CAPÍTULO 77: UN PLAN CONSUMADO.Arzen estaba en su estudio, bebiendo su quinta copa de hidromiel. La rabia y los celos aún ardían en su interior, y cada sorbo parecía avivar más el fuego. Iba a servirse la sexta copa cuando un golpe en la puerta interrumpió su aislamiento.—¿Quién es? —preguntó con brusquedad.—Señor, soy yo, Dorian —respondió un sirviente desde el otro lado de la puerta—. Hay una situación que necesita su atención.Arzen dejó la copa con desdén, su paciencia al límite.—¿Acaso no puedo tener un momento de paz desde que llegué? —gruñó, su tono lleno de irritación.El sirviente, asustado, titubeó antes de responder.—Lamento molestarlo, señor, pero dado que se trata de la señorita Evelia, pensé que debería saberlo.El nombre de Evelia llamó la atención de Arzen de inmediato. Así que se levantó rápidamente y abrió la puerta.—¿Qué pasa con Evelia?—Ella acaba de llegar, toda golpeada y con el rostro lleno de sangre —dijo el sirviente, muy nervioso por el aura furiosa de