CAPÍTULO 55: NO VAS A DORMIR AQUÍ.Scarlett estaba furiosa. Apenas Arzen cerró la puerta de la habitación, ella le gritó:―¡¿Cómo te atreves a anunciar algo así sin consultarme?! ¡¿Te volviste loco?!Arzen la miró y escuchó en silencio. Sabía que todo se había dado muy rápido y que no había hablado con ella sobre la decisión del consejo.―Scarlett, tienes derecho a estar enojada, pero…―¡Por supuesto que lo tengo! ―exclamó ella, mirándolo con ojos furiosos ―No tienes ningún derecho a tomar decisiones por mí, Arzen. No soy tu propiedad. Además… ―Scarlett se cruzó de brazos. ―Tú mismo lo dejaste muy claro. No estoy calificada para llevar a tus hijos. ¿Lo olvidaste? Es mi hermana quien tiene ese privilegio.Arzen bajó la mirada, reconociendo su error. En ese momento estaba lejos de sentir lo que sentía ahora, o al menos no lo admitía. Pero ahora, no se trataba únicamente de tener un hijo para tranquilizar a la manada; se trataba de que quería estar con ella y formar una familia. Se trata
CAPÍTULO 56: TE ELIJO A TI.Scarlett se quedó paralizada por un momento, sorprendida por la audacia de Arzen.—Tú… ¿qué estás haciendo aquí? ¡Te dije que te fueras!Arzen se acercó más, con una mirada intensa que prometía mucho más que palabras.—No podía irme sin que me escucharas. Sé que estás enojada y tienes todo el derecho a estarlo, pero necesito que entiendas lo que siento por ti.Ella lo miró con incredulidad.—¿Tus sentimientos? ¿Desde cuándo tienes sentimientos, Arzen?—Desde siempre —respondió él, arrodillándose junto a la bañera, su mirada fija en la suya—. Solo que fui un idiota y no supe cómo demostrarte lo que realmente hay en mi corazón.Scarlett sintió un nudo en la garganta. Quería rechazarlo, gritarle que se fuera, pero la intensidad de su mirada la detuvo.—¿Y ahora qué? ¿Esperas que simplemente te perdone y acepte tener un hijo contigo?—No, no espero eso —dijo Arzen suavemente, acercándose más—. Solo quiero una oportunidad para mostrarte que realmente te amo y qu
CAPÍTULO 57: AÚN NO. Scarlett jadeó cuando sintió la lengua de Arzen recorrer la entrada de su coño. Y sin querer, un espasmo recorrió su cuerpo, pero el alfa la sujetó con firmeza por el trasero. —Tienes un sabor delicioso, mi dulce compañera —dijo, lamiéndola de nuevo, esta vez con más fuerza. Y ella dejó escapar un gemido placentero. ―Como si estuviera disfrutando de la más exquisita crema. Arzen la miró un momento y sonrió malvado. —Voy a devorarte entera —anunció. Scarlett se sentía como si hubiera muerto y hubiera ido al Valhalla de la lujuria. Arzen la había hecho perder la razón al besarla por todo el cuerpo y aún no tenía intenciones de detenerse. Volvió a mirarlo y su cabellera oscura aún estaba entre sus piernas. Había perdido la cuenta de las veces que la había hecho correrse. El torrente de placer que él desató dentro de ella la hizo gemir su nombre e hizo que su cuerpo prácticamente convulsionara de placer. —Arzen —gritó una y otra vez, incapaz de contener las fuerz
CAPÍTULO 58: MI COMPAÑERA, MI MUJER.Scarlett abrió la puerta del baño y caminó hacia el espejo. Su reflejo mostraba a una mujer que había sido amada intensamente toda la noche. Arzen se había encargado de dejar recuerdos en su piel, pero no había dejado la marca más importante, esa que la uniría a él hasta el final de los tiempos. Se tocó la unión entre sus hombros y el cuello, y miró el leve moretón que adornaba su piel. Cerró los ojos y recordó las muchas veces que él había intentado hacerlo y las mismas veces que se había contenido. Una sola pregunta retumbaba en su cabeza: ¿Por qué?Su estómago se apretó al pensar que todo lo que pasó solo hubiera sido cuestión de una noche. No creía ser capaz de soportar tal humillación. Suspiró y caminó hacia la gran tina de cobre, abrió la llave, ajustó el rocío y luego se metió para dejar que el agua lavara su cuerpo. Volvió a cerrar los ojos mientras la imagen de Arzen tomándola una y otra vez se repetía en su mente. Una sonrisa vagó por su
CAPITULO 59: ESTOY DISPUESTA, PORQUE TE AMO.Media hora después, Arzen Wolford, el Alfa de la manada "Luna Oscura", trataba de convencer a su luna para que probara una cereza lunar.—Vamos, solo una —dijo, intentando que Scarlett abriera los labios.—No, dicen que te hace ver unicornios rosas en la ducha —respondió ella, con una sonrisa divertida—. Así que no la comeré.—Cariño, estas no son como las que has probado. Si comes una, las querrás todas —Arzen le guiñó un ojo y se la llevó a los labios, acercándose—. Vamos, pruébala.Scarlett contuvo una risa y finalmente cedió. Se inclinó levemente para tomarla de los labios de Arzen, y justo cuando la tenía e iba a apartarse, él sujetó su nuca y la besó.—¡Oye! El beso no era parte del trato —dijo, fingiendo molestia.—Bueno, considéralo un regalo de mi parte.Ambos se miraron y el mundo pareció detenerse para ellos. De hecho, no habían salido de la habitación. Arzen había ordenado que les llevaran varios tipos de platos para desayunar y
CAPÍTULO 60: NO TE AMO, KAEL.―¡Hasta que por fin! ―exclamó Dan, quien estaba esperando a Arzen en el estudio del castillo.El alfa le dio una gran sonrisa y caminó hacia el gran escritorio.—Parece que alguien tuvo una mala noche hace dos noches —se burló Arzen.Dan gruñó por lo bajo.—Claro, búrlate. Seguro te la pasaste todo el día con tu luna amándola.El alfa sonrió aún más y suspiró.—Sí, debo decir que si no hubiera sido por una urgencia, aún estaría con mi mujer. Así que mejor ve al grano, Dan. ¿Para qué querías verme?El beta apretó las manos y dudó un poco antes de hablar con su amigo.—Necesito que me autorices quedarme en las tierras de Grayson.Las cejas de Arzen se fruncieron.—¿Qué? ¿Y para qué?—Porque algo está pasando con Leona. El día de la cena, ella… ella estaba aterrada, Arzen. Algo está pasando y necesito saber qué es.—Dan… entiendo que aún no puedas superarla, pero tienes que hacer el esfuerzo. Ella ya es de otro, ¿qué sentido tiene que insistas?—¡No es insis
CAPITULO 61: UN WEAVERSScarlett sintió un escalofrío recorrerle la espalda ante las palabras de Kael. Sus ojos se llenaron de dudas y miedo, pero intentó mantener la compostura.—Kael, basta. No quiero escucharte más.—Yo solo intento advertirte. ―él negó con la cabeza ―No todo es tan simple como parece.Scarlett apretó los labios, intentando contener las lágrimas. Sabía que debía mantenerse fuerte, pero las palabras de Kael habían sembrado una semilla de incertidumbre en su corazón.—Lo dices porque estás dolido, lo lamento de verdad. Pero ¿no crees que es peor que finja amarte? No siento nada por ti y estar atado a mí es perder la oportunidad de que encuentres a tu verdadera Luna.Kael negó con firmeza.—Mi Luna está delante de mí y como tal solo puedo amarte a ti.El dolor en los ojos del alfa hizo que Scarlett sintiera pena.—¿Cómo estás tan seguro de que soy yo? ¿No debería al menos sentir algo?Kael bajó la mirada y sonrió con tristeza.—Cuando un lobo macho alcanza los 16 en la
CAPÍTULO 62: NO VOY A ESPERAR A LLEGAR A CASA.Scarlett deslizó su mano por la piel tibia y sedosa, sus dedos rozando cada parte.—Oh, cariño, sí… lo haces bien…—¿Tú crees?—Claro que sí, mira cómo lo tienes.—¿Es… placentero?—¿Tú qué crees? —dijo Arzen dándole una sonrisa pícara—. Nada más mira y obtendrás la respuesta.Scarlett se sonrojó.—Confieso que estaba loca por hacerlo, desde que lo vi, fue lo único que estaba en mi mente.—¿Quieres montarlo? —preguntó el Alfa alzando las cejas de forma tentativa.—¿Lo haré bien?—Por supuesto que sí, amor. Además, yo te voy diciendo cómo se hace.Ella lo pensó un instante antes de sonreír en aprobación. Arzen se inclinó y la besó antes de sujetarla por la cintura y subirla sobre el Weavers. Scarlett se sostuvo nerviosa sobre el lomo del animal alado. Los Weavers eran criaturas mágicas aladas, que tenían forma de lobo, sus ojos eran dorados y su pelaje iba desde el negro hasta un vibrante rojo. En este caso, Fyrion era rojo.—No tengas mie