CAPITULO 59: ESTOY DISPUESTA, PORQUE TE AMO.Media hora después, Arzen Wolford, el Alfa de la manada "Luna Oscura", trataba de convencer a su luna para que probara una cereza lunar.—Vamos, solo una —dijo, intentando que Scarlett abriera los labios.—No, dicen que te hace ver unicornios rosas en la ducha —respondió ella, con una sonrisa divertida—. Así que no la comeré.—Cariño, estas no son como las que has probado. Si comes una, las querrás todas —Arzen le guiñó un ojo y se la llevó a los labios, acercándose—. Vamos, pruébala.Scarlett contuvo una risa y finalmente cedió. Se inclinó levemente para tomarla de los labios de Arzen, y justo cuando la tenía e iba a apartarse, él sujetó su nuca y la besó.—¡Oye! El beso no era parte del trato —dijo, fingiendo molestia.—Bueno, considéralo un regalo de mi parte.Ambos se miraron y el mundo pareció detenerse para ellos. De hecho, no habían salido de la habitación. Arzen había ordenado que les llevaran varios tipos de platos para desayunar y
CAPÍTULO 60: NO TE AMO, KAEL.―¡Hasta que por fin! ―exclamó Dan, quien estaba esperando a Arzen en el estudio del castillo.El alfa le dio una gran sonrisa y caminó hacia el gran escritorio.—Parece que alguien tuvo una mala noche hace dos noches —se burló Arzen.Dan gruñó por lo bajo.—Claro, búrlate. Seguro te la pasaste todo el día con tu luna amándola.El alfa sonrió aún más y suspiró.—Sí, debo decir que si no hubiera sido por una urgencia, aún estaría con mi mujer. Así que mejor ve al grano, Dan. ¿Para qué querías verme?El beta apretó las manos y dudó un poco antes de hablar con su amigo.—Necesito que me autorices quedarme en las tierras de Grayson.Las cejas de Arzen se fruncieron.—¿Qué? ¿Y para qué?—Porque algo está pasando con Leona. El día de la cena, ella… ella estaba aterrada, Arzen. Algo está pasando y necesito saber qué es.—Dan… entiendo que aún no puedas superarla, pero tienes que hacer el esfuerzo. Ella ya es de otro, ¿qué sentido tiene que insistas?—¡No es insis
CAPITULO 61: UN WEAVERSScarlett sintió un escalofrío recorrerle la espalda ante las palabras de Kael. Sus ojos se llenaron de dudas y miedo, pero intentó mantener la compostura.—Kael, basta. No quiero escucharte más.—Yo solo intento advertirte. ―él negó con la cabeza ―No todo es tan simple como parece.Scarlett apretó los labios, intentando contener las lágrimas. Sabía que debía mantenerse fuerte, pero las palabras de Kael habían sembrado una semilla de incertidumbre en su corazón.—Lo dices porque estás dolido, lo lamento de verdad. Pero ¿no crees que es peor que finja amarte? No siento nada por ti y estar atado a mí es perder la oportunidad de que encuentres a tu verdadera Luna.Kael negó con firmeza.—Mi Luna está delante de mí y como tal solo puedo amarte a ti.El dolor en los ojos del alfa hizo que Scarlett sintiera pena.—¿Cómo estás tan seguro de que soy yo? ¿No debería al menos sentir algo?Kael bajó la mirada y sonrió con tristeza.—Cuando un lobo macho alcanza los 16 en la
CAPÍTULO 62: NO VOY A ESPERAR A LLEGAR A CASA.Scarlett deslizó su mano por la piel tibia y sedosa, sus dedos rozando cada parte.—Oh, cariño, sí… lo haces bien…—¿Tú crees?—Claro que sí, mira cómo lo tienes.—¿Es… placentero?—¿Tú qué crees? —dijo Arzen dándole una sonrisa pícara—. Nada más mira y obtendrás la respuesta.Scarlett se sonrojó.—Confieso que estaba loca por hacerlo, desde que lo vi, fue lo único que estaba en mi mente.—¿Quieres montarlo? —preguntó el Alfa alzando las cejas de forma tentativa.—¿Lo haré bien?—Por supuesto que sí, amor. Además, yo te voy diciendo cómo se hace.Ella lo pensó un instante antes de sonreír en aprobación. Arzen se inclinó y la besó antes de sujetarla por la cintura y subirla sobre el Weavers. Scarlett se sostuvo nerviosa sobre el lomo del animal alado. Los Weavers eran criaturas mágicas aladas, que tenían forma de lobo, sus ojos eran dorados y su pelaje iba desde el negro hasta un vibrante rojo. En este caso, Fyrion era rojo.—No tengas mie
CAPÍTULO 63: NO VOY A ESPERAR PARA LLEGAR A CASA (II)Scarlett no pudo responder, pero su breve inhalación y sus jadeos fueron todo lo que Arzen necesitó. Él jugó con su clítoris y abrió los labios de su coño, entrando en ella y masajeando su canal con su dedo. El mundo de Scarlett giró y el orgasmo llegó rápido. El Alfa gruñó y retiró la mano. Antes de que ella pudiera quejarse, él habló.—Necesito tenerte ahora —dijo con una maldición baja. La llevó contra uno de los árboles y la presionó contra él—. Debo tenerte ahora.La agarró por la cintura y le subió el vestido hasta la cintura. Scarlett lo rodeó con sus piernas y Arzen abrió su pantalón con suma rapidez.—¿Lo haremos aquí? —Scarlett miró a su alrededor, pero su cuerpo tenía vida propia y lo acomodó mientras Arzen hacía sus bragas a un lado y empujaba su longitud dentro de ella.—No hay nadie aquí más que nosotros —respondió él, empujando hacia arriba y bajando su corpiño para liberar sus pechos.Cuando él bajó la boca hacia su
CAPÍTULO 64: ¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ?Dentro del castillo, Scarlett se sumergía en el cálido baño que Lavinia había preparado. El agua perfumada y las suaves manos de su nana ayudaban a relajar sus músculos tensos. Sin embargo, una sensación inquietante la recorrió, como si algo oscuro estuviera acechando en las sombras.—¿Estás bien, mi niña? —preguntó Lavinia, notando la expresión pensativa de Scarlett.—Sí, solo… solo estoy un poco cansada —respondió Scarlett, tratando de sonreír.—Entiendo. El día ha sido largo. ―la vieja omega comenzó a lavarle el cabello ―Descansa un poco antes de la cena.Scarlett asintió y cerró los ojos, dejándose llevar por el calor del agua y la suave caricia de su nana. Pero en el fondo de su mente, no podía sacudirse la conversación que había tenido con Kael y lo que había conversado con Arzen.―Nana…―¿Sí, mi niña?―¿Crees que una loba puede tener dos mates?La vieja omega frunció las cejas y respondió.―Solo he escuchado algunos casos y es muy poco común
CAPÍTULO 65: ELLA MIENTE.—¿¡QUÉ RAYOS ESTÁ PASANDO AQUÍ!?Scarlett, con la respiración agitada y el cabello desordenado, se giró hacia su compañero, sus ojos brillaban con furia.—Esta mujer —dijo señalando a Evelia, que yacía en el suelo— me atacó de la nada. Yo solo me defendí.Arzen dejó las flores sobre la mesa y se acercó rápidamente a Scarlett, preocupándose por su bienestar.—¿Estás bien? —le preguntó, envolviéndola en sus brazos.Scarlett se refugió en su pecho, sintiendo la calidez de su abrazo.—No quería golpearla —dijo con suavidad—, pero ella empezó todo.Arzen se giró y miró a Evelia con ojos fríos y le exigió una explicación.—Evelia, ¿qué tienes que decir?La otra loba, adolorida, se puso de pie con dificultad.—Arzen, tienes que saber la verdad. Vine aquí para desenmascarar a Scarlett delante de ti.El alfa frunció el ceño, confundido.—¿Qué verdad?Scarlett se tensó y rápidamente miró a Lavinia, sabiendo que tenía que actuar rápido antes de que Evelia hablara.—Está
CAPITULO 66: LA PIEDRA MÁGICA. Dos días después, Scarlett estaba en la biblioteca del castillo, rodeada de libros antiguos. Lavinia estaba a su lado, ayudándola a revisar algunos. —¿Qué es lo que buscamos exactamente, mi niña? —preguntó la omega, con una expresión preocupada. —Alguna información sobre una Luna con dos almas gemelas —respondió, su voz cargada de frustración, mientras seguía revisando las páginas amarillentas De repente, recordó lo que Kael había dicho sobre las lobas hijas de la diosa. Se detuvo un momento, pensativa. —Lavinia, ¿has oído hablar alguna vez de las lobas hijas de la diosa? ―No, mi niña, ¿por qué? ―Bueno, es que Kael mencionó algo sobre eso y además está mi sueño. ―Scarlett suspiró mientras tomaba otro libro. ―Creo que yo soy una hija de la diosa. ―¡¿En serio?! ―la sorpresa en Lavinia era palpable. ―Sí. En mi sueño mi madre dijo que tenía un gran poder y Kael dijo lo mismo, son muchas coincidencias, ¿no crees? ―A decir verdad, sí. Lo que no me exp