Al día siguiente y como cada día se despertó se duchó y preparo su desayuno, miró su celular al escucharlo sonar, era una más de tantas llamadas y mensajes recibido de su padre que no contestaba.
Sonó el chillón timbre que tenía, y se dispuso a abrir, jamás se imaginó ver a sus padres parado frente a la puerta de su pequeño departamento.Los miró con indiferencia y se apartó para que pasarán.— ¡Hijo mio! — Dijo su madre abrazando lo y dando un beso en la frente, Donatello respondió a su madre, de la misma forma.Su padre miró el lugar donde vivía su hijo, sintió estrujar su corazón por que sintió que lo llevó a su hijo a los extremos se arrepentía de lo que le hizo y más después de enterarse que su nieto estaba fuera de su radar.— Hijo, vamos a encontrar a mi nieto. — Expreso con pesar, y poniendo su mano en el hombro de Donatello.— ¿Mi nieto? ¿De que nieto hablas papá? ¿Estás diciendo mío sólo por qué la prueba dio positivo?— Hijo .Sus palabras fueron interrumpidas por un Donatello furioso.— ¡No papá! No, déjame que yo encontraré a mi hijo. Tú no tienes nieto, yo no necesite de una prueba para saber que era mi hijo.Tomó sus cosas y salió dejándolos ahí casi con la palabra en la boca.Los días pasaron convirtiéndose en meses, luego en años. Dos años habían pasado, dos años donde los días pasaban sin novedad, tenía el dinero suficiente para buscar a su hijo y así lo encontró .Un año más pasó, tenía ya una mejor posición económica había comprado una mansión en la zona más exclusivo al norte de Roma, Pinciano Parioli.Volver a Roma era empezar nuevamente.Mientras a mil veintiocho kilómetros de distancia Kiara y Rómulo festejaban el cumpleaños número tres del pequeño Salvatore, era una pequeña reunión entre ella su padre, su hijo y los amigos de él Tiago Fernández, Axel Ulloa, Julián Casas y Jisso Koralai Sánchez la mejor amiga de su hijo. Hija de Álvaro Sánchez.— ¿Feliz mi nieto? — Preguntó Rómulo tomando en sus brazos a Salvatore . — Si abuelo, estoy feliz con mi fiesta. — Respondió el pequeño.Lo dejo con sus amigos y fue donde estaba Kiara, se veía muy contenta en compañía de Álvaro.— !Hija!. — llamó su atención— Dime papá. — llamó tu asistente recordándote el viaje de mañana.-- Si papá. No lo olvidé, iré a Madrid a concretar ese negoció.— Yo te acompaño, como gerente de marketing iré.— Por supuesto que me acompañaras Álvaro.Y así pasaron cuatro años, la vida de Kiara era el trabajo, su hijo, su padre y reuniones del trabajo.No tenía vida social, no tenía amigas se negó a sentir y a aceptar el amor de un hombre. ÁlvaroSu hijo tenía siete años y era una versión de Donatello en miniatura. Sus ojos negros, su piel blanca, amaba a su hijo. Le recordaba al hombre que amó sin ser correspondida y que llevaría en lo más profundo de su corazón guardado por siempre.— Mamá. ¿ Donde está mi papá? — Esa pregunta dejo a Kiara fuera de sí, sabía que ese día llegaría, estaba preparada para las preguntas que haría su hijo,— Hijo. ¿sabes que te amo?— Si mamá, lo sé y lo siento. Pero responde me ¿ Donde está mi padre? Todos tienen uno. Por qué es mi abuelo el que está presente en mis actos que es de padres.— Esa pregunta le destrozó el corazón a Kiara— Por que es mi padre, y te ama. — Respondió a medias, sabia que no era suficiente para su hijo.— Eso también lo sé mamá.Kiara nunca imaginó lo difícil que sería decir esa verdad que la atormentaba cada día de su vida— Hijo. Papá viaja mucho mi amor, y pronto vendrá.Lágrimas caían por sus mejillas, abrazó fuerte a su pequeño, y se maldijo mentalmente así misma, su error no solo la castigaba a ella si no también a su pequeño Salvatore." Perdóname hijo, perdóname, soy una mala persona, una mala madre"Cerró sus ojos tan fuerte que deseo desaparecer de ahí. Sus sollozos eran tan fuerte que no pasaron desapercibidos para su padre, que vio la escena a lo lejos, le dolía el corazón verla sufrir tanto en silencio, escucharla llorar. Le dio todo el amor que un padre le da a su hija, pero no era suficiente.Se acercó a ellos, se puso a su altura y los abrazó. Era un abrazo reconfortante para Kiara, su hijo se separó y la miró a los ojos .— Tranquila mamá, no me hace falta un padre, tengo a mi abuelo soy un De la Rosa y como tal debo actuar soy el hombre de la casa junto con mi abuelo, los dos te cuidaremos.— ¿Verdad abuelo? — Preguntó el pequeño de siete años.— Si mi nieto, yo los cuidaré con mi vida de ser necesario. Ustedes son mi familia. -— Respondió Rómulo con el corazón dolorido de ver la tristeza en Kiara. — Ve a jugar mi vida. — Pidió Kiara a su hijo.— Voy a mi habitación a leer, mamá. — Respondió un Salvatore diferente.Salió del despacho se dispuso a subir la escaleras se detuvo y miró en dirección donde quedó su madre.Pensó entrar nuevamente pero eso que escuchó marcó su vida y selló su destino.— Papá, ¿ Como le digo a mi hijo que su padre me pidió que lo abortara? ¿ Como le digo a mi hijo que sus abuelos lo negaron? Dime. ¿ Que hago para no dañar su corazón con esa verdad tan dolorosa.?— Hija él comprenderá, sabrá entender, pero el tiene derecho a saber la verdad de su padre.— Tengo miedo padre. Tengo miedo que me odie cuando sepa cómo fue concebido, me odiara y se avergonzará de mi. Expresó con tanto dolor en su corazón.— Hija, por favor ya, ya superarlo, vive, tienes todo para ser feliz, viaja disfruta eres mi hija, no una esclava, te has metido tanto en los negocios, no tienes vida.— Padre, el dinero no lo es todo, no es la felicidad, no la mía, es un complemento para darte los gustos y comprar te el mundo si lo deseas, pero no es felicidad. No cuando tienes el alma herida.Rómulo se acercó a ella, le dio un fuerte abrazo que le reconfortó su dolido corazón.Nunca Kiara se imaginó, que cuando cometió semejante locura el tiempo no le perdonaría su traición a su amiga.Nunca dejó de sentirse miserable, llorar no sanaba sus heridas, arrepentirse, no podía, por qué entonces se arrepentiría de su hijo que es lo único bueno que salió de todo aquel desastre.Y después encontrar a un hombre que la quiso y la adopto dándole su amor de padre.— Papá, gracias por ser mi apoyo, no se que hubiera sido mi vida sin ti. Te debo todo lo que soy. — Expresó con dulzura y dando le un beso en la frente a su padre.— ¿Te propongo algo? — Preguntó Rómulo con ideas para sacar a su hija del pozo oscuro del que nunca salió.— ¿Que?. — La curiosidad la invadió.— Deja todo delegado al personal que corresponda y vamos a viajar por el mundo quiero que mi nieto conozca lugares y también, quiero enseñarle a mi hija y mi nieto las maravillas que su padre y abuelo conoce. ¿ Que me dices? ¿Aceptas? — Preguntó esperando una respuesta positiva.Kiara miró a su padre y vio la emoción en sus ojos, ¿Cómo decirle no a su padre, si el vive para hacerlos felices .— Esta bien padre acepto. Iré a dejar todo en orden en las empresa y tú te encargas de decirle a tu nieto.Contesto una sonriente Kiara, pero como siempre, era un dibujo de sonrisa.Kiara olvidó sonreír, se olvidó de sentir, se olvidó del amor, ya no tenía esperanzas en el amor, no porque no existiera, ella cerró toda posibilidad de sentir ese sentimiento.El pequeño Salvatore no olvidaría nunca las palabras que salieron de la boca de su madre con tanto dolor, tanto sentimientos. No olvidaría jamás esas palabras.— Papá. ¿ Como le digo a mi hijo que su padre me pidió que lo abortara? ¿ Como le digo a mi hijo que sus abuelos lo negaron? Dime. ¿ Que hago para no dañar su corazón con esa verdad tan dolorosa.? Cerró sus ojos y se hizo un promesa."Nunca, nadie te volverá hacer sufrir madre, lo prometo>>''Salió a su habitación luego de ducharse y bajó para encontrarse con su madre y su abuelo en la biblioteca.— Hijo, tu madre y yo estamos haciendo un itinerario de viaje por qué nos vamos de vacaciones.— ¿¡En verdad!? Que bien mamita abuelo, quiero ir a conocer los volcanes de Kilimanjaro, ¿Iremos? ¿Podemos ir abuelo?.Pregunto con una emoción que no sentía, todo fuera por ver feliz su madre.Donatello era dueño de un imperio, una de las cadena de hoteles de lujos en toda Italia, y pronto sus horizonte se abrirían a toda Francia y EspañaAl igual que una enorme red de centros comerciales en diferentes ciudades de Italia y España, y por último lo que le ayudó a tener lo que tiene, la grande empresa de exportación de alimentos. Pronto tendría una reunión con los socios de España, desplazaría una sucursal de su principal empresa de alimentos.— Señor la reunión se confirma para la próxima semana. — Le comunicó Lara, su asistente.— Perfecto comuníquese con el departamento de marketing, para que prepare una nueva estrategia para presentar el día de la reunión con los ejecutivos españoles.— ¿Algo más señor? Comunicarme con Alex Marco, que tenga preparado los contrato para presentar.— Ya está en eso señor Rinaldi.Así eran los días de Donatello, metido de lleno en su trabajo, muy pocas ocasiones salía con su amigo Alex Marco a un bar.Al igual que Kiara, su vida se reducía al
Una semana después, Kiara aterrizaba en su jet privado en Roma.Ya el personal la esperaba para llevarla a uno de los hoteles de su padre.En el trayecto a su destino, sus recuerdos no la dejaron ni un momento.Llegó al hotel, recibió su llave electrónica, tomó el ascensor que la llevó a su suites, cogió su celular y llamó al detective par pedir que envíen la información de sus amigos.Fue al baño y bajo la lluvia artificial los recuerdo llegaron.Flash backLlevo la copa a Donatello con el contenido, el corazón me retumba en mi pecho, mi cuerpo tiembla, un ápice de arrepentimiento llega a mi conciencia cuando veo a Pierina estar mal. Dejo la copa en la mesa y salgo a tratar de que ella no se caiga, la llevo a uno de los camarotes para que descanse, la dejo en la cama y voy para traer a Donatello y dejarlos juntos, veo a Alessandro dirigirse a esta dirección, lo miro y es como que no me viera, mi conciencia me recrimina, el recuerdo de nuestro momentos compartidos llegan a mi mente.L
Donatello viajó a Andalucía, fue recibido por Álvaro Sánchez, se reunieron en la sala de juntas en el piso número treinta situado en uno de los edificios más lujosos de la ciudad y con letras grandes plateadas JAMCADROS. CORP. Era la sede del imperio de los De la Rosa,Donatello presentó la propuesta del proyecto, fue analizado y aprobado, cerraron y firmaron los contratos.Regresó a Roma, ya con un nuevo camino que recorrer. España.Volvió a Roma.Pasaron los días sin imaginar que el tiempo lo estaba llevando al día que dejó en el olvido por buscar a Kiara y a su hijo.El encuentro con ese pasado tan doloroso.Sin pensar que una extraña que llegó para ocupar un lugar de trabajo en su residencia, traería arrastrando ese pasado con ella.Greta Lee, la nueva empleada los llevo a reunirse en el mismo sitios a él, y sus dos amigos Alessandro y Pierina, los tres, frente a frente para darse cuenta y confirmar que su amistad estaba fracturada, rota, tendrían que dejarla o trabajar para res
Estar frente a Pierina después de tanto tiempo, verla bajando las escaleras, con ese porte y ese expresión fría hizo que mi cuerpo se estremezca. — Tanto tempo, Kiara Rossi.Dijo con un tono frío fuerte, que me heló la sangre. — Pierina. — las palabras se atragantaban en mi garganta, sentía mis piernas flaquear. —¿ Cuanto tiempo? Kiara, pensé que no tendrías el valor de pararte frente a mi.Esas palabras me carcome el alma. Si supiera que me falta valor, para decir todo lo que tenía en mente y no, no lo tengo. Casi en un susurro pronuncio.— Pieri, Pierina, yo. Voy hablar sin rodeos. Yo estoy aquí para... yo vine a pedirte perdón. Perdóname por ser la peor de las amigas, yo sé que no lo merezco, pero sentía la necesidad de pedirte perdón, de querer olvidar....¡No! Olvidar no, jamás podre olvidar que fui ruin con nuestra amistad....de..— Kiara, tal vez ya te perdoné, no lo sé, no siento rencor hacia ti. Pero jamás podré verte como una amiga, eres desconocida para mí. — Sus pal
Kiara salió de la mansión D'Alessio rotan en mil pedazos, se olvidó de la cita que tenía con Donatello, ordenó a Chemo fueran directo al aeropuerto para regresar a España.Subió al jets llamó a Christian su jefe de seguridad y le ordenó eliminar todo rastro de ella.Mientras el avión levantó el vuelo, Donatello estalla en furia por la segunda desaparición de Kiara.Tres horas después Kiara estaba de camino a la mansión De la Rosa, su padre la esperaba Cristian ya le había enviado mensajes de cómo iba Kiara.Rómulo envío a Salvatore de paseo para que no viera a su madre en ese estado, se le partió el corazón verla derrumbada nuevamente.— Hija mIa ¿Como te fue? — Se acercó Rómulo al momento en que ella bajó del carro.— Mal, padre, muy mal, me lo merecía, me lo merezco padre.El llanto y sollozos de Kiara eran inevitables su padre pidió a Christian que la tomé en brazos, y la lleve a su habitación, la dejó en la cama, Rómulo quitó sus zapatos y la dejó que llorará todo lo que tenía qu
Los meses pasaron, Kiara con la ayuda profesional logró salir de su depresión, continuó nuevamente su vida, esta vez con la certeza que que jamás volvería a pisar suelo romano. Su vida en Italia pasaría al olvido, incluyendo al padre de su hijo.Aun qué tuviera que confesar tan dolorosa verdad a su hijo, ya estaba y se sentía fuerte para enfrentar esa verdad ante él. El pequeño Salvatore, siguió a su madre durante ese proceso, al igual que Rómulo.— Abuelo, quiero ir a estudiar a Londres.— ¿Nos abandonará siendo muy chico mi nieto?— Nunca abuelo, nunca te abandonaría, eres mi abuelo, mi padre, aunque por mi sistema no tenga tu ADN aquí — Dijo poniéndose la mano en el lado del corazón. Y continuó — Aquí eres mi abuelo, mi familia y te amo Abuelo.Rómulo sintió su corazón estrujar se de la emoción, valió la pena aquel día acercarse a Kiara, ganó una hija y un nieto, una lágrima rebelde rodó por sus mejillas, Salvatore la enjugó y se unieron en un abrazo. — Te amo, nieto mío.— Graci
Álvaro y Kiara abandonaron el restaurante después de un incómodo almuerzo.Se despidieron sin antes que Donatello pidiera cita con ella para hablar.— ¿Será que la presidente de la corporación me puede dar una cita para hablar con ella?Kiara tragó el nudo en su garganta, miró fijamente a Donatello y luego a Álvaro.— Pues pídale a mi asistente que le dé una, no llevo el orden de mi agenda.Salieron con destino a las empresas a terminar los pendientes. Aquellos que quedaron en el olvido por Kiara, pues estaba en las nebulosas solo de imaginar los escenarios con Donatello.El resto de la tarde paso entre llamadas y una que otra entrevista.La hora de la salida estaba próxima.— Álvaro ¿Será que me puedes acompañar a la cena con el señor Rinaldi?— Claro que sí Hermosa. Pero antes me dirás ¿Quién es Donatello Rinaldi en tu vida?Kirara tensó su cuerpo ante esa pregunta. ¿Como decir que es el padre su hijo? ¿Como revelar tan dolorosa verdad? Su mirada se nubló y la expresión de triste
Donatello miró salir a Kiara, todo lo que presenció fue una escena de amor entre Álvaro y Kiara.No podía creer lo que veia. ¿Lo olvidó a él? Sus nudillos se tornaron blancos por la presión de sus puños apretados, sus dientes presionado marcaban su quijada y su mirada profunda y oscura ocultaba el dolor que sentía en su pecho, caminó al estacionamiento subió a su auto y salió de ahí como si cientos de demonios lo persiguiera.Kiara subió a su auto y salieron del lugar.Los días pasaron convirtiéndose en semanas y estás en meses, y Donatello nuevamente estaba en la oficina dirección general del high school, donde estudiaba Salvatore.— Señor director vengo nuevamente, por el joven Salvatore De la Rosa.— Se le envío aviso de que usted estaría aquí, pero no sé por qué aún no llega.Con esa respuesta Donatello sabía que nuevamente ese día, se marcharía sin ver a su hijo.Salió de la oficina del director, caminó por los pasillos y de pronto un joven colisionó con él.— ¡Disculpe señor! N