Una semana después, Kiara aterrizaba en su jet privado en Roma.
Ya el personal la esperaba para llevarla a uno de los hoteles de su padre.En el trayecto a su destino, sus recuerdos no la dejaron ni un momento.Llegó al hotel, recibió su llave electrónica, tomó el ascensor que la llevó a su suites, cogió su celular y llamó al detective par pedir que envíen la información de sus amigos.Fue al baño y bajo la lluvia artificial los recuerdo llegaron.Flash backLlevo la copa a Donatello con el contenido, el corazón me retumba en mi pecho, mi cuerpo tiembla, un ápice de arrepentimiento llega a mi conciencia cuando veo a Pierina estar mal.Dejo la copa en la mesa y salgo a tratar de que ella no se caiga, la llevo a uno de los camarotes para que descanse, la dejo en la cama y voy para traer a Donatello y dejarlos juntos, veo a Alessandro dirigirse a esta dirección, lo miro y es como que no me viera, mi conciencia me recrimina, el recuerdo de nuestro momentos compartidos llegan a mi mente.Llego a donde está Donatello, lo tomo del brazo para llevarlo al camarote junto a Pierina.Lo que veo me deja de piedra, Pierina en brazos de Alessandro, retrocedo y empujo a Donatello para que no vea la escena en esa habitación.— Esta, está ocupada ven te dejo en el otro camarote.Lo llevo a la habitación, trato de recostar lo en la cama y este me lleva junto a él.Sus palabras me dejan en shock, no creo lo que escucho.— Te amo Kiara, me di cuenta de que eres tú la mujer de mi vida, te amo. Nunca amé a Pierina, siempre fuiste tú mi amor. Odio cuando coquetas con otros.— No digas eso Donatello, y perdóname por lo que te hice. Descansa.Trato de alejarme de su cercanía, es peligrosa para mí. " Dios, esto no está pasando todo se volvió un desastre sin control."Me levanté para salir de la habitación y es cuando siento su agarre.— Kiara te amo. No lo olvides nuncaUne sus labios a los míos, ese sabor a menta y whisky, es embriagador. "Dios perdóname" - Pensó ella.— Te amo Kiara. — Decía Donatello entre susurros en los labios de Kiara. Sí sabía a quien le hacía el amor aquella noche.Kiara se dejó llevar por el amor que sentía por Donatello, se olvidó del mundo y se entregó.—Kiara eres mía solo mía. — Su entrega fue total era el primer hombre en su vida, le entregó su pureza y el la arrastró al infierno.Al día siguiente, la realidad le golpeó a la cara. Por que al despertar, se rompió la magia de aquella entrega, Donatello no recuerda nada.— ¡Kiara! ¿ Que demonios haces aquí?No recuerdo nada.Toma su ropa se viste y está por salir lo agarra del brazo.— ¡Espera! no me puedes dejar así.— No recuerdo nada Kiara.Dice y sale como un rayo de la habitación..Me meto al baño tomo una ducha lo mas rápido que puedo, mis lágrimas ruedan, me siento la mujer más estúpida y miserable del mundo. Salgo me cambio lo más rápido que pueda, tengo que llegar a las cámaras de seguridad para eliminar toda evidencia que me culpe...lo cual logro hacer...El corazón martilla en mi pecho, el dolor que siento de haber sido utilizada, por que Donatello me mintió, creí por un momento que estaba en plena lucidez, mi corazón se acelera tanto que siento que se me sale, no creo todo lo que a sucedido, salgo para marcharme del lugar y me encuentro con la cara desencajada de Donatello.— ¿Todavía estás aquí? Pensé te hacías ido con tu novia. — La rabie bulle dentro de mí. "Eres un grandísimo imbécil Donatello sabrás con quien pasó la noche tu novia santa." - PensóSiento que mi alma está rota y me maldigo por hacerle caso al mi lado malo. Descargo nuevamente de mi celular lo que quiero que el vea, lo dejo todo listo y me marcho.— Quiero saber todo lo que pasó anoche, no recuerdo nada, estoy hecho un lío Kiara.— ¿Porqué me pides a mí explicaciones? Tú me has utilizado, ve y busca las cámaras y verás lo que tanto quieres saber y mientras descubres y aclaras, me marcho, buena suerte con eso.salí del lugar con las piernas temblando, subí a mi auto y salí.Fin Flash Back.— Dios dame fuerzas por qué las necesito, no será fácil pararme frente a ellos.Kiara sentía esa presión en el pecho, no era nada comparado a una preocupación cualquiera.Cerró sus ojos y la oscuridad del sueño la arrastró.Al día siguiente los rayos del sol invadían la habitación, se removió entre sus sábanas.Tomó su teléfono y llamó a su hijo Salvatore y a su padre.— ¡Hola Padre! ¿Cómo está todo por allá? ¿ Como estás tu y mi hijo?— Bien hija, estamos bien y. ¿Tú? ¿Estás bien? Dime que me necesitas allá y salgo enseguida para estar contigo.— Padre, te prometo que en cuanto te necesite, te llamaré, no lo dudes.— Está bien hija, cuida te y por favor te necesito fuerte y empoderada como mi hija que eres.Se despidió de su padre y le llamó a su hijo.— ¡Hola madre! Me da gusto escuchar tu voz.— ¡Hijo! ¿Todo bien mi pequeño?— Si madre, hoy iremos con mi abuelo a Granada para ver cómo van los esturiones.— Disfruta tu paseo hijo cuídense.— Cuida te tu también madre, y si me necesitas solo llama y estaremos allí.— Lo sé hijo mío, ustedes dos son mi fuerza.Colgó la llamada y se dispuso a empezar su día, era el día más difícil de su vida, hoy enfrentaría a sus amigos, o a los que alguna vez fueron sus amigos.Se levantó y fue a la ducha, se tomó su tiempo, se puso su mejor traje, un maquillaje natural, se miró al espejo.— Hoy es el día Kiara, hoy volvió Kiara Rossi, para enfrentar sus demonios.Tomó sus pertenencias personales y bajó al restaurante del hotel para tomar su desayuno.Nunca se imaginó que el primero en encontrarse sería al padre de su hijo.Su cuerpo de tensó al escuchar su nombre en boca de Donatello. Una sensación de estremecimiento recorrió su cuerpo, cerró los ojos suspiró profundo y giró sobre sus talones.— ¿¡Kiara!?.Kiara se puso de pie, sus pensamientos estaban en blanco, se giró muy despacio, jamás se imaginó que ahí se encontraría con Donatello Rinaldi, no sería al primero que tendría que ver, pero ahí estaban, frente a frente se encontraron cada uno en esos ojos, sus corazones latían tan fuerte que parecía salir del pecho. En un Susurro pudo pronunciar.— ¡Donatello!— ¡ Kiara!Donatello rompió la distancia entre ellos, se acercó tanto cómo se lo permitió Kiara. Tomó su rostro entre sus manos .— No tienes idea de cuánto te busqué mujer. ¿Por qué te fuiste? ¿dónde estuviste todo este tiempo? ¿Dónde está mi hijo? Kiara, no tienes idea de mi tortura cada día sin saber de ustedes.Donatello miraba como se le humedecieron sus ojos, pasó sus dedos por sus mejillas.— ¡No! No llores Kiara, tenemos que hablar. Tengo mucho que decirte.— No ahora, no es el momento Don.Por un momento dudó, pero ya decidida a dejar todo atrás decidió que era hora de seguir,— Don. Ya no hay vuelta atrás, el hubiera no existe, tu la amabas a ella, y.. Donatello deslizó su mano por el rostro de Kiara acarició sus labios ella se dejó hacer, cerró los ojos sintió esa corriente recorrer su cuerpo y Donatello no estaba lejos de sentir lo mismo, sintió su cuerpo ser recorrido por esa sensación de haber encontrado su hogar.— ¡Kiara! Ese día quise decirte muchas cosas, quise decirte que...— Don, este no es el momento por favor, tengo que hablar con ellos y luego contigo.— Kiara, tenemos que hablar, por favor, por nuestro hijo. Se lo debemos, me lo debes ¿Lo sabes verdad.?Kiara miró a los ojos al hombre que amaba, su corazón dolió al imaginar que jamás sería correspondida.Pero le debía la presencia en la vida de su hijo, y a su hijo la presencia de su padre.Se despidieron con la promesa de encontrarse ahí, sin saber que aún no era su tiempo.- Volveré y hablaremos de nuestro hijo, ahora tengo que ir con ella.- Te estaré esperando Kiara.Kiara sonrió y salió para dirigirse a la mansión D'Alessio, Pierina sería su primer objetivo.El paisaje corría a través de la venta del auto lo miró mientras en su cabeza se ideas miles de diálogos.¿ Que diría? ¿ Como empezaría? ¿La recibirá? Todas esas preguntas tenia, pero no tenía para responderse las ella misma, quien le daría esas respuestas era su amiga en el momento de que la tuviera de frente.Donatello viajó a Andalucía, fue recibido por Álvaro Sánchez, se reunieron en la sala de juntas en el piso número treinta situado en uno de los edificios más lujosos de la ciudad y con letras grandes plateadas JAMCADROS. CORP. Era la sede del imperio de los De la Rosa,Donatello presentó la propuesta del proyecto, fue analizado y aprobado, cerraron y firmaron los contratos.Regresó a Roma, ya con un nuevo camino que recorrer. España.Volvió a Roma.Pasaron los días sin imaginar que el tiempo lo estaba llevando al día que dejó en el olvido por buscar a Kiara y a su hijo.El encuentro con ese pasado tan doloroso.Sin pensar que una extraña que llegó para ocupar un lugar de trabajo en su residencia, traería arrastrando ese pasado con ella.Greta Lee, la nueva empleada los llevo a reunirse en el mismo sitios a él, y sus dos amigos Alessandro y Pierina, los tres, frente a frente para darse cuenta y confirmar que su amistad estaba fracturada, rota, tendrían que dejarla o trabajar para res
Estar frente a Pierina después de tanto tiempo, verla bajando las escaleras, con ese porte y ese expresión fría hizo que mi cuerpo se estremezca. — Tanto tempo, Kiara Rossi.Dijo con un tono frío fuerte, que me heló la sangre. — Pierina. — las palabras se atragantaban en mi garganta, sentía mis piernas flaquear. —¿ Cuanto tiempo? Kiara, pensé que no tendrías el valor de pararte frente a mi.Esas palabras me carcome el alma. Si supiera que me falta valor, para decir todo lo que tenía en mente y no, no lo tengo. Casi en un susurro pronuncio.— Pieri, Pierina, yo. Voy hablar sin rodeos. Yo estoy aquí para... yo vine a pedirte perdón. Perdóname por ser la peor de las amigas, yo sé que no lo merezco, pero sentía la necesidad de pedirte perdón, de querer olvidar....¡No! Olvidar no, jamás podre olvidar que fui ruin con nuestra amistad....de..— Kiara, tal vez ya te perdoné, no lo sé, no siento rencor hacia ti. Pero jamás podré verte como una amiga, eres desconocida para mí. — Sus pal
Kiara salió de la mansión D'Alessio rotan en mil pedazos, se olvidó de la cita que tenía con Donatello, ordenó a Chemo fueran directo al aeropuerto para regresar a España.Subió al jets llamó a Christian su jefe de seguridad y le ordenó eliminar todo rastro de ella.Mientras el avión levantó el vuelo, Donatello estalla en furia por la segunda desaparición de Kiara.Tres horas después Kiara estaba de camino a la mansión De la Rosa, su padre la esperaba Cristian ya le había enviado mensajes de cómo iba Kiara.Rómulo envío a Salvatore de paseo para que no viera a su madre en ese estado, se le partió el corazón verla derrumbada nuevamente.— Hija mIa ¿Como te fue? — Se acercó Rómulo al momento en que ella bajó del carro.— Mal, padre, muy mal, me lo merecía, me lo merezco padre.El llanto y sollozos de Kiara eran inevitables su padre pidió a Christian que la tomé en brazos, y la lleve a su habitación, la dejó en la cama, Rómulo quitó sus zapatos y la dejó que llorará todo lo que tenía qu
Los meses pasaron, Kiara con la ayuda profesional logró salir de su depresión, continuó nuevamente su vida, esta vez con la certeza que que jamás volvería a pisar suelo romano. Su vida en Italia pasaría al olvido, incluyendo al padre de su hijo.Aun qué tuviera que confesar tan dolorosa verdad a su hijo, ya estaba y se sentía fuerte para enfrentar esa verdad ante él. El pequeño Salvatore, siguió a su madre durante ese proceso, al igual que Rómulo.— Abuelo, quiero ir a estudiar a Londres.— ¿Nos abandonará siendo muy chico mi nieto?— Nunca abuelo, nunca te abandonaría, eres mi abuelo, mi padre, aunque por mi sistema no tenga tu ADN aquí — Dijo poniéndose la mano en el lado del corazón. Y continuó — Aquí eres mi abuelo, mi familia y te amo Abuelo.Rómulo sintió su corazón estrujar se de la emoción, valió la pena aquel día acercarse a Kiara, ganó una hija y un nieto, una lágrima rebelde rodó por sus mejillas, Salvatore la enjugó y se unieron en un abrazo. — Te amo, nieto mío.— Graci
Álvaro y Kiara abandonaron el restaurante después de un incómodo almuerzo.Se despidieron sin antes que Donatello pidiera cita con ella para hablar.— ¿Será que la presidente de la corporación me puede dar una cita para hablar con ella?Kiara tragó el nudo en su garganta, miró fijamente a Donatello y luego a Álvaro.— Pues pídale a mi asistente que le dé una, no llevo el orden de mi agenda.Salieron con destino a las empresas a terminar los pendientes. Aquellos que quedaron en el olvido por Kiara, pues estaba en las nebulosas solo de imaginar los escenarios con Donatello.El resto de la tarde paso entre llamadas y una que otra entrevista.La hora de la salida estaba próxima.— Álvaro ¿Será que me puedes acompañar a la cena con el señor Rinaldi?— Claro que sí Hermosa. Pero antes me dirás ¿Quién es Donatello Rinaldi en tu vida?Kirara tensó su cuerpo ante esa pregunta. ¿Como decir que es el padre su hijo? ¿Como revelar tan dolorosa verdad? Su mirada se nubló y la expresión de triste
Donatello miró salir a Kiara, todo lo que presenció fue una escena de amor entre Álvaro y Kiara.No podía creer lo que veia. ¿Lo olvidó a él? Sus nudillos se tornaron blancos por la presión de sus puños apretados, sus dientes presionado marcaban su quijada y su mirada profunda y oscura ocultaba el dolor que sentía en su pecho, caminó al estacionamiento subió a su auto y salió de ahí como si cientos de demonios lo persiguiera.Kiara subió a su auto y salieron del lugar.Los días pasaron convirtiéndose en semanas y estás en meses, y Donatello nuevamente estaba en la oficina dirección general del high school, donde estudiaba Salvatore.— Señor director vengo nuevamente, por el joven Salvatore De la Rosa.— Se le envío aviso de que usted estaría aquí, pero no sé por qué aún no llega.Con esa respuesta Donatello sabía que nuevamente ese día, se marcharía sin ver a su hijo.Salió de la oficina del director, caminó por los pasillos y de pronto un joven colisionó con él.— ¡Disculpe señor! N
Una semana después de la visita a su hijo, Kiara estaba mas tranquila, un peso menos que la agobiada.Recibió la llamada de Salvatore, para decir que ya su padre lo visitaba cada dia.— Pero hijo, tienes que decirle la verdad de que eres tú. ¿como se te ocurre decir que eres Derek De la Hoz, mi amor?.— Tenía que saber sus razones, madre.— ¿Razones? — Cuestionó Kiara sintiendo que su hijo sabía mucho mas de lo que ella imaginaba." ¿Será? " Se cuestionó mentalmente.— Madre quiero conocerlo sin que sepa que soy yo.— Es tu decisión hijo, confío en ti, ya eres un hombre. Mi bebé, ya es un hombre, te amo hijo mío.— Y tu la mamá de mi vida, y mi abuelo el padre de mi vida los amo a los dos, y los protegeré madre. Hablaron por mucho tiempo se despidió, y su asistente le informó de la hora de la junta.— Señora Kiara ya todos está en la sala de juntas.— ¿Los directores encargados de los asesores financieros?— También señora, solo falta usted. — ¿Mi Padre llegó? — Dijo que deja todo
Genevieve Koslov llegó a casa de sus padres echando humo de lo furiosa que estaba. — Padre tienes que presionar a los Rinaldi para que presionen a Donatello. — Hija tranquilizante, le hará daño al bebé.— ¡Mamá! ¿ Como me pides que me tranquilice? Donatello no quiere casarse.— Pues tendrá que hacerlo, Francesco Rinaldi tendrá que exigirle a su arrogante hijo que cumpla.— Dimitri Koslov, no puedes exigir a un hombre que se case, mucho menos cuando...— Ya mamá, cállate, mi papá sabe que hacer — No, él solo sabe cumplir tus caprichos de niña malcriada, — Papi, ¿Verdad que todo se hará como tú dices.?Genevieve Koslov era una mujer muy caprichosa y consentida por su padre, complaciéndole todo sus deseos, no importando por encima de quién pasar.— Dimitris, no puedes estar diciéndole que si a cada uno de sus deseos, tiene límites y tú dejas que ella los pase, eso no está bien.Dasha siempre contradecía a su esposo, el amor desmedido no le permitía ver limites, nunca comprendió, por