La mujer la miró un poco asustada, porque Sophi tenía cara de quien es perfectamente capaz de cumplir una amenaza, y enseguida salió corriendo de allí. Ella suspiró con molestia. —¿Por qué siempre tiene que haber una falda rondándote? —gruñó mientras le levantaba la cabeza, y él le sonrió con aque
Tenía que ser una broma. ¡Tenía que ser una m*****a broma de Nathan pero cuando Rex lo miró a los ojos él no parecía nada confundido. —¿Disculpa? —murmuró. —Que lleves a Will a comprar el anillo de compromiso de Sophi —repitió Nathan como si le hablara de comida—. El muchacho es diseñador de autos
—Pídeselo al futuro marido de tu hija. —¡Ay no! ¿¡Cómo se te ocurre!? Es de mala suerte que el novio vea a la novia antes de la boda —exclamó Meli—. Por favor, cariño. Eres mi mejor amigo, necesito este apoyo moral tuyo antes del gran día. Por favor, ven a buscarnos. Aunque el enfado de Rex no hab
Sophia sentía que estaba quemándose. ¿Cómo era posible que quisiera ahorcarlo con el velo de novia, pero solo para acercarlo más y poder besarlo mejor? La boca de Rex recorría la piel de su cuello, haciéndola vibrar mientras sus dedos bombeaban dentro de ella sin descanso, arrancándole gemido tras
La agarró de las caderas y la impulsó con fuerza hacia él, enterrando su miembro hasta lo más profundo de su cuerpo. Sophi gritó sintiendo cómo tocaba su final y avanzaba todavía. La sangre rugía en sus oídos y sus sentidos se vieron inundados por una mezcla de dolor y placer. No podía soportar más,
Le tomó un minuto, solo un minuto salir a la calle, pero para cuando lo hizo ella ya no estaba por ningún lado. —¡Maldición! —gruñó subiéndose a su auto y condujo apresurado hacia la casa. Apenas llegó preguntó por ella, pero Sophi no había llegado todavía. Y por más que Rex esperó no llegó ni en
Rex sentía como si estuvieran tratando de abrirle el pecho con un cuchillo de pan, sierrita incluida. —Alguien debería conseguirle a este hombre una enfermera profesional muy pero muy calificada —murmuró Will con sorna. Meli se inclinó junto a él tratando de ayudarlo mientras Nathan se alejaba un
Rex apretó los dientes. —¿Tu mujer es bipolar? —gruñó mirando a Nathan. —Eso parece. —¡Bueno, pues primero lo primero! —exclamó Meli—. Vamos todos a ocuparnos de los asuntos de la boda para poder celebrarla lo mejor posible. Sophi y Will se merecen la mejor boda y la luna de miel más caliente del