—Mis abogados están preparando lo que necesito, pero quisiera ver a mi novia ahora mismo, si es tan amable —demandó sin una sola gota de amabilidad en la voz. El capitán lo guio hacia las celdas de custodia preventiva y a Nathan se le encogió el corazón al ver a Amelie allí, abrazándose las piernas
La expresión de Nathan King era la de un depredador que acaba de cortar la yugular de su presa y disfruta ver correr la sangre. No le importaba nada que no fuera hundir al hombre que tenía enfrente y Aquiles podía notarlo. —¿Crees que voy a permitir que lleves a mi mujer y mi hija a la miseria? —gr
—¿Y cuándo le vas a dar el beso de amor para que se despierte? —lo interrogó Sophia mientras él la acostaba en la cama. —Cuando tú no estés mirando —declaró él. —¡Ah, entonces me voy! ¡Despiértala rápido! Nathan suspiró solo un poco aliviado por tener a Amelie en casa, y aún más cuando poco despu
Esa misma noche el avión privado salió hacia Islandia, para amanecer en medio de un hermoso invierno. El primer aterrizaje fue cerca de Geosea, donde el abuelo y Sophia fueron recogidos por un lujoso auto y llevados a su hotel. Mientras, Nathan siguió con Amelie hasta el oeste de la isla, y cuando l
Meli no sabía exactamente qué le aleteaba dentro. "Quiero que te quedes conmigo... pero no así". Sentía que aquella poceta era demasiado pequeña para palabras tan grandes. —¿Entonces cómo? Nathan negó mientras cerraba los ojos. —No lo sé... ¿queriéndome? ¿Sería demasiado pedir? —murmuró, pero l
Acarició sus pechos, metiendo los pulgares bajo su brasier, y la sintió contener el aliento. Sus manos bajaron despacio hacia su vientre y exploraron suavemente sus cederas mientras ella se estremecía. Nathan estaba disfrutando cada segundo de tocarla, cada suspiro que salía de sus labios era una pr
—Vivo, sí. Yo estoy saliendo ahora mismo hacia el hospital. Ustedes por favor vayan a casa de inmediato —pidió y Amelie corrió dentro del salón para buscar el resto de sus cosas. Poco después un equipo de seguridad pasaba por ella y luego por Sophia. —Meli, ¿por qué salimos tan temprano de la escu
Meli se sentía completamente impotente y odiaba eso, odiaba no ser capaz de controlar ese dolor profundo que la asaltaba, y lo peor era tener que aceptar que la gente se iba. Ni siquiera había conocido a su padre, pero recordaba el dolor terrible que era perder a su madre. Y ahora sabía que si perdí