La Fiesta estaba super Genial, Marian se encontraba dentro de la casa de Georgina la Quinceañera, platicaba con Lucy, la mamá de la chica, mientras organizaban el servir de la comida.¡Que bonito quedó todo! – alabo Marian –¡Uy manita! Todo lo que nos ha costado, no hemos dormido con hoy serán 3 días, pero honestamente estamos felices de que Georgina ya sea toda una señorita. Ella está encantada con la fiesta, imagínate a el papá y a mi nerviosos cuando ya se acercaba esta fecha y ella ya quería que llegara. – contaba Lucy –¡Vaya! Pero ha valido la pena todo, quedó más bonita de lo que es, que preciosa con su vestido rosa esponjado, realmente una princesa. – maravillada hablaba Marian, que de pronto anheló haberse vestido así y tener una fiesta de quince años lo cual la hizo sentir triste, pero sin dejarlo notar –¡apurémonos! Que tienes que estar allá afuera con los invitados y con tu hija que pronto comenzará el vals – le recordó Marian –¡Si! ¡Vamos! – apresurada respondió Lucy –
¡Ya hija! ¡ya estoy aquí! ¡anda! Ve por tu hermana que les voy asear y cambiar esa ropa y después podrán jugar. – dijo Marian –¡si mamá! – y se fue la niña a llamar a su hermana que se encontraba en el patio de a lado jugando con Viridiana y Silvia –¡Rossane! Dice mi mamá que vayas para cambiarnos la ropa – llamaba Gely a su hermanita –¡Ahorita regreso! Me llama mi mamá – parándose de donde estaba jugando con sus primas a la comidita se fue a su casa con su hermana que la esperaba –¡Aquí estamos mamá! – dijeron las niñas –¡Vengan rápido! Que ya les calenté el agua para bañarse, están muy sudadas y Rossane mira esa ropa, esta toda sucia, ve a tu hermanita esta a como la vestí hace horas peinada y limpia su ropa.Así se las llevo Marian al baño que se encontraba a fuera de su casa, para cuando terminó de bañarlas ya comenzaba a meterse el sol.Las niñas se fueron a jugar esta vez con las hijas de la vecina que les alquilaban a sus papás, estaban disfrutando de un rico postre de fru
Las niñas vieron como tomaron a su papá entre cuatro personas y lo llevaron a un Volkswagen color rojo, Marian subió primero para sostener su cabeza entre sus piernas, no paraba de llorar, cabe mencionar que el auto pertenecía al doctor, que resultó ser vecino a dos casas de ellos.Y todos ahí preguntándose que le había pasado, preguntándose que lo había hecho llegar a ese extremo.¿Qué paso? Si él es bien buena gente, es alegre¿Cómo pudo atreverse hacer algo así?¡Dios! ¡Qué valor para hacerlo!¿Qué le paso a Josuecito? ¡Dios sus niñas!Y más preguntas y comentarios que murmuraban los vecinos y las niñas ahí llorando, confundidas, se habían quedado de pronto solas ahí paradas, ya que su madre se había ido al hospital, Andrea la hermana de Josué y su esposo que igual era tío de Marian también se habían marchado tras de ellos.¡Papito! ¡papito! Buuu Buuu Buuu - lloraban Rossane y Gely –Rossane y Gely se quedaron juntas tomadas de la mano llorando al mirar que se habían llevado a Josu
Cuando abrieron el portón del garaje donde guardaban el coche, Gely se impresionó y al mismo tiempo tenía miedo, pues no conocía realmente a nadie de ahí, al menos ella creía eso.¡mami! Aquí traje a la niña, estaba buscando a Rossane – dijo el muchacho –¡Si Gordito! ¡Gracias! – dijo la señora Aurora –¡Gely! ¡Ven! ¿quieres cenar algo? – pregunto la señora Aurora –¡No quiero! ¿Dónde esta mi hermanita? – preguntó la niña –¡no te asustes!, ella esta con mi hija en su cuarto, ¡pasa! – dijo Aurora –¡Gely! ¡Ven! ¡mira! – salió Rossane del cuarto –¡Rossane te perdiste! – dijo Gely –¡No! Me trajo su hijo, se llama licaldo – dijo Rossane, ya que no podía pronunciar bien la letra r todavía –¡Ricardo! Es mi hermano y yo soy Aurora igual que mi mamá – dijo la muchacha, que parecía tener la edad de su tía Lupita –¡Mira Gely, tiene muchas muñecas! – entrando al cuarto dijo Rossane –Al entrar al cuarto Gely se sorprendió ya que efectivamente en las paredes había casitas colgadas con muñeca
Después de llorar en los brazos de su mamá Rossane y Gely se alejaron poco a poco de ella y pidieron ver a su papito en el ataúd.Marian se paro con Rossane en brazos y llorando se acercó al féretro, mientras Gely parada a un lado apenas lograba alcanzar a ver.¡Miren! ¡Ahí esta su papito! ¿Por qué? ¿Por qué Josué? – decía Marian a las niñas y al mismo tiempo hablaba para ella misma –¡mamita! ¿mi papito Esta dormido? ¿Porque está en esa caja? – preguntó Rossane –¡papi! ¡papi! ¡Despierta! – decía llorando Rossane –Gely que no podía mirar de pronto bien, sintió que alguien la alzo en brazos, era Julio un pretendiente de Paula sobrina menor de Josué.¡Mamá! ¿Papá esta dormido? – Gely ingenuamente preguntó al escuchar las palabras de su hermanita Rossane –Marian sin poder responder solo soltaba más lágrimas y se alejó de ahí con Rossane en brazos.¡Tu papito esta en un sueño ahorita porque emprendió un viaje para convertirse en una estrella! – le dijo Julio el Joven que la sostenía e
Al llegar a casa Rossane y Gely miraron el suelo y en el había una cruz con flores y veladoras a su alrededor.¡Gely! ¿Por qué las flores están en el piso? – preguntó Rossane –¡No sé!, pero ahí estaba papá – respondió la niña –¡hermanita! Si mi papito fue al cielo, ¿Cuándo va a venir? ¡ya lo extraño! – con carita triste preguntaba Rossane –¡Yo también lo extraño!, pero me dijo ese señor que esta con la tía paula que es un viaje muy largo y mi papá es una estrella. – Señalando al pretendiente de Paula, respondió Gely con su carita igual de triste a la de Rossane –Gely de pronto miró todo alrededor y observó a su abuelita Julieta sentada en su mecedora se encontraba como de costumbre en silencio, y se dio cuenta que le escurrían sus lágrimas y no dejaba de mirar la cruz, sin pensar corrió a donde estaba ella.¡Gely! ¿A dónde vas? – grito Rossane –¡Ven! – dijo Gely parándose a esperar a su hermana –¿A dónde vamos? – preguntó Rossane –¡Aquí! ¡con abuelita! – parándose a un lado de
Marian, se despertaba temprano para dejar desayunadas a sus hijas, o al menos el desayuno preparado, para que su hermana lupita le hiciera el favor de llevárselas a la escuela, y en ocasiones para irlas a buscar igual, ya que ella se iba a casa de algunas vecinas para lavar ropa, en otras planchar la ropa y en algunas casas para hacer limpieza, este trabajo no era fijo, pero afortunadamente para ella y por sus hijas era seguido.¡Gely! ¡Rossane! ¡apúrense!, van a llegar tarde a la escuela. – decía Lupita –¡Tía ya estoy despierta! ¡Gely no se levanta! – con su vocecita dulce aviso Rossane –¡Gely! ¡Gely! ¡levántate! ¡mira que después se te hace tarde y apenas medio desayunas! - dijo Lupita –¡Tía! Si Gely no se levanta ¿se va enojar mi mamá? – preguntó Rossane –¡Si Rossane! ¡se va enojar mucho! – respondió Lupita al tiempo que sacudía y movía a Gely de la cama –¡Tía déjame dormir! – enojada dijo Gely –“Párate ya”. – sin gritar, pero firme, dijo Lupita –Y así enojada por fin se le
Pasaban los días y seguían siendo difíciles para Marian y sus hijas, la señora Gela como el señor Mario la apoyaban al igual que su Tío y su cuñada en lo que podían, tenía lo del cuarto de renta destinado para las cosas de la escuela de las niñas ya que era un pago mensual y no le generaba mucho ya que eran un cuarto grandecito pero hecho de láminas.Por las tardes las niñas se sentaban en la banqueta todo el tiempo con la idea de querer alcanzar a su papito, la diferencia de las dos es que Rossane lo decía y Gely se lo guardaba.Lloraban y se portaban necias porque la comida que ahora le ofrecía su madre Marian, no les gustaba, les resultaba desagradable, al grado que tiraban los platos y Marian solo reprendía en inicio con palabras, pero al mirar la comida en el suelo se vio en la necesidad de pegarle en las manos.Marian lloraba y lloraba en su cuarto, o se iba al baño a llorar en silencio y de ahí solo se lavaba su rostro y salía nuevamente.En la escuela Gely la niña mayor, bajó