David Llegué a la casa y me encontré con las patrullas de la policía. Se encontraban en la entrada. Justo apresaban a mi padre y lo subían a uno de los autos.—¡David! ¡David! —Mi madre corrió hacia mí—. Diles que están cometiendo un error, que tu padre no es un delincuente. Diles por favor. Mi madre lloraba de manera desesperada, sabía que esto iba hacerle daño pero ella tenía que dejar de ser ciega y conocer al verdadero Marcos Santana.—Mamá, mamá, por favor tranquilízate.—David, tu padre no es nada de lo que dicen ¿Verdad Martina? —se dirigió a su hermana.—Adriana, no te estamos mintiendo. Lamentablemente, Marcos nos ha estado robando y no solo eso, tiene una gran lista de amantes.—Eso es verdad, mamá. —¡Eso es mentira! Ustedes dos están mintiendo. —gritó.Corrió hacia la patrulla en donde se encontraba Marcos e intentó abrir la puerta. Corrí hacia ella y la tomé con mis brazos.—David, suéltame. —Llevé a mi madre hasta dentro de la casa en donde Martina se quedó con ella.
Dory—Te lo pregunto una vez más ¿Estás segura de hacer esto? —preguntó Franco.—Sí, estoy segura. Solo será una locura más, con tal de atrapar a Marcos. —respondí con seguridad. De repente escuchamos un alboroto proveniente de afuera.—¿Dónde está mi novia? Necesito verla. Se trataba de David, quien hablaba de manera exaltada con uno de los oficiales. —¡David! —exclaméDejó de reclamar y corrió hacia mí. Me abrazó con fuerza y besó mis mejillas. —¿Estás bien, amor? Te hicieron daño. —Tranquilo, David. Estoy bien. —¿Por qué estás aquí? —inquirió—Debido a la fuga del su padre, —intervino Franco— el primer lugar en el que pensamos que iría, era el apartamento de Dory. La trajimos a la estación de policía por su seguridad.—Mi novia no estaría en peligro, si no fueran unos inútiles en su trabajo. ¿Cómo carajo se escapó Marcos? —Realmente no tenemos una excusa para ese terrible error, pero nuestros oficiales ya se encuentran en el aeropuerto y todas las salidas de la ciudad. Vamos
Sus sucias manos volvieron a tocarme, su asquerosa boca volvió a besarme. Volví a sentir su aliento cerca de mi cara. Solo cerré mis ojos y soporté que me tocara otra vez.—¡Dory! Ya todo acabó.La voz de Franco me trajo a la realidad. Me encontraba en la estación de policía. Su chaqueta cubría mi cuerpo y sobre ella llevaba envuelta una sábana.—¿Todo terminó? —Gracias a ti. Sacrificaste tanto, no merecías que es imbécil te tocara. —Era la única manera de mantenerlo distraído, en espera de su llegada. —No me sentía orgullosa. Pero permití que él volviera a tomarme. Tuve que ser fuerte, pero mi esfuerzo valió la pena, porque marcos fue atrapado en un lugar. —Debí llegar antes, ni siquiera debí permitir que tu novio te llevara de aquí. Ni siquiera eso pudo hacer, protegerte de ese monstruo. —golpeó la mesa. —Franco, ya de nada, vale lamentarse, además, si no hubiera sido de esa manera Marcos continuaría libre. Se sentó en su escritorio y recostó su cabeza en su silla. »Quiero ped
DavidAcomodé mi corbata. Estaba preparado para uno de los mejores días, de mi vida. Incluso no podía creerlo, no me imaginé estar tan feliz por casarme con una mujer. Nunca pensé en el matrimonio como una posibilidad. Consideré que me quedaría soltero para toda la vida. Puse el reloj en mi muñeca y lo ajusté. Tomé la loción por cuarta vez y volvía rociarme un poco. Quería este día perfecto.Minutos antes de salir, el timbre de mi apartamento sonó. Caminé de prisa, ya que nada podía atrasarme. —¡Mamá! —ella estaba aquí en compañía de mi hermana y de Martina. —Entonces, no es una mentira. —habló. Ingresó a mi apartamento. Realmente se veía enojada—. Cuando supe que ibas a casarte con esa mujer, me negué a aceptarlo, pero ahora veo que es verdad. —Mamá, todo tiene una explicación. —Quiero la verdad David, ¿cómo es posible que te quieras casar con esa mujer? Era la amante de Marcos. Miré hacia Martina y Sara, ambas estaban con los brazos cruzados. —Vas a traicionar a la familia si
DORY»—¿Qué estás haciendo aquí? —me hice a un lado y lo dejé pasar. —Necesito de tu ayuda. —habló. —No es el momento Erick. —me señalé. —¿Te vas a casar? —Sí, ya vienen por mí. —Dory, decidí tomar la oportunidad que Franco me ofreció. Vengo de la estación de policía y di el nombre de todos los líderes de la banda. —Eso es perfecto hermano, ahora tendrás otra vida, una mejor. —Pero no quiero irme solo, acompáñame. —No puedo, estoy a punto de casarme y no voy a abandonar a mi prometido. —Te dije que es tipo no me agrada. —Pues no tiene que agradarte a ti, soy yo quien va a casarse con él. —Noté sus labios secos, así que caminé hacia la cocina. Tomé un vaso de cristal y lo llené de agua. Regresé en donde se encontraba mi hermano y noté que tenía mi teléfono en su oído. —¿Qué es lo que haces? —cuestioné, quitándole el teléfono. —Sabía que ese tipo no era confiable. —¿De qué estás hablando? —¿Has escuchado esos audios? Tu prometido, con quien vas a casarte en unos minutos, n
¡Al fin! Resoplé en mi mente. Pensando que hoy sería el día. El momento en que Marcos me propondría vivir juntos. No me interesaba el matrimonio pero, no en este instante pero sí compartir un apartamento. Por su trabajo él se mantenía lejos de la ciudad, pero me dio la buena noticia que ahora viviría en la ciudad. Así que lo que esperaba es que me sugiriera una vida juntos. Nunca me enamoré de un hombre, como lo estaba con Marcos. Era un hombre de cuarenta y cinco años, elegante y sabia como tratar a una mujer, me enamoré como loca. —La próxima semana será la mudanza. —Habló de pronto.—Estoy emocionada porque podremos vernos todos los días.Era un suplicio para mi, tener que esperar días para verlo. —Dorothy… —me tomó de las manos—. Tú sabes que te amo, desde el día que nos conocimos, algo dentro de mí me indicó que eras la mujer indicada. —Cariño, también te amo.—Duty…—así es como Marcos me trataba de manera cariñosa—. Estoy casado.Mi mundo se paralizó en ese momento. Sentí
—Te amo, Duty. —susurró en mi oído.—Te amo, cariño. Marcos se despidió con un beso apasionado y salió de la habitación. Venía a visitarme casi todas las noches, pero como todas esas noches hoy también tenía que irse.Toqué bajo la sábana y encontré su billetera. Me levanté de prisa, me puse una camisa y salí corriendo para alcanzarlo.Aún se encontraba en la sala, estaba recogiendo sus cosas mientras hablaba por teléfono.—Sí, cariño, en pocos minutos llegaré a casa. —hablaba con su esposa—. Me atrasé en una de las reuniones, pero estoy cerca, llegaré pronto… también te quiero.No iba a negar que escuchar, que hablas de esa manera, me dolía. Pero yo lo elegí, en verdad amaba a Marcos.Él se giró y se dio cuenta de que estaba parada detrás de él. Guardó su teléfono de inmediato.—Duty, amor…—Dejaste tu billetera. —intervine antes de que intentara darme una explicación.Dio dos pasos hasta quedar frente a mí—Te amo, lo sabes bien. —pasó su mano por mi cabello y besó mi frente—. Nos
—Hola amiga, llevo todo el día tratando de contactar contigo. —habló Ana. Hoy teníamos el mismo turno en el hospital que iniciaba a las seis de la tarde. Desde ayer no tenía contacto con ella o Francis, quien por cierto estuvo llamando todo el día. Pero me limité a ignorar sus llamadas y bloquearlo.—Estuve haciendo muchas cosas y tuve tiempo de atender mi teléfono.En realidad pase todo el día en mi apartamento. Recibí una llamada de Marcos y escuchar su voz me dio la paz que necesitaba.—De seguro fue tu novio quien te robó todo el día.Ana sabía de la existencia de mi novio, pero no que esté estuviera casado. No tenía el valor para decírselo.—Él está de viaje. Pero cuéntame, ¿Qué tal te fue con el abogado? —¡De maravilla! El idiota estaba casado y solo quería una noche de aventura conmigo. —¿No entiendo? —Me llevó al apartamento de su amigo para ocultar el hecho de que estaba casado. Pero su amigo llegó a tiempo. Él es un hombre soltero y después de sacar a su amigo, me invitó